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La prostitución en España, una actividad no regulada pero sí castigada en caso de proxenetismo y trata

  • La Ley de Seguridad Ciudadana y algunas ordenanzas municipales incluyen multas para la prostitución callejera
  • En Alemania y Holanda es legal mientras que países como Suecia, Noruega o Francia castigan al cliente por ley

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Imagen de archivo de una redada policial contra la prostitución callejera en Barcelona
Imagen de archivo de una redada policial contra la prostitución callejera en Barcelona

La polémica por la creación de un sindicato de trabajadoras sexuales con su correspondiente inscripción en el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social ha llevado al Gobierno a anunciar que anulará su registro tras reconocer que le han "metido un gol por la escuadra" ya que su postura frente a la prostitución, defiende, es abolicionista.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que "la prostitución no es legal en España" y la ministra Magdalena Valerio ha hablado directamente de "actividad ilegal", pero lo cierto que la prostitución en España no está regulada como tal, ni es legal ni ilegal en sí misma, frente a otros países como Alemania, donde es una actividad legal desde 2002, o Suecia, que fue le primer país en castigar por ley a los clientes.

El Código Penal español sí castiga con penas de prisión la trata y el proxenetismo mientras que la Ley de Seguridad Ciudadana persigue desde 2015 al cliente en el caso de que pague por servicios sexuales "en zonas de tránsito público" donde pueda haber menores, como parques y colegios, o cuando haya "un riesgo para la seguridad vial". La llamada ley mordaza lo considera una infracción grave, con multas de entre 601 a 30.000 euros.

Al margen de estas leyes a nivel nacional, los ayuntamientos tienen capacidad para sancionar la prostitución en la vía pública en sus ordenanzas municipales. Es el caso, por ejemplo, de Barcelona, que desde 2012 multa tanto a clientes como prostitutas.

La prostitución en el Código Penal

El Código Penal castiga con penas de dos a cinco años al que "empleando la violencia, intimidación o engaño, o abusando de una situación de superioridad o de necesidad o vulnerabilidad de la víctima, determine a una persona mayor de edad a ejercer o a mantenerse en la prostitución". Las penas son de dos a cuatro años cuando la persona "se lucre explotando la prostitución de otra persona, aun con el consentimiento de la misma".

El castigo puede ser mayor si se trata de una organización criminal o si el proxeneta es funcionario público.

La legislación española también prevé cárcel para "el que induzca, promueva, favorezca o facilite la prostitución de un menor de edad o una persona con discapacidad necesitada de especial protección, o se lucre con ello".

En el caso de los menores y discapacitados, el Código Penal también castiga con prisión a quien "solicite, acepte u obtenga, a cambio de remuneración o promesa, una relación sexual".

El Gobierno reconoce que le han "metido un gol" con la creación de un sindicato de trabajadoras sexuales

La prostitución en las ordenanzas municipales

La ordenanza de civismo de Barcelona incluyó multas para sancionar la prostitución callejera hace seis años. Las multas para los clientes van desde los 1.000 hasta los 3.000 euros, si se mantienen las relaciones sexuales en la misma calle. Las sanciones para las prostitutas oscilan entre 100 y 300 euros por ofrecer o prestar estos servicios, pero pueden llegar a 750 si se hace cerca de un colegio.

El Ayuntamiento de Madrid aprobó en 2013 un borrador de ordenanza de convivencia ciudadana que contemplaba multas de entre 750 y 3.000 euros para los clientes, pero finalmente se descartó. El pasado mes de mayo el PSOE presentó una propuesta de ordenanza contra la prostitución y la explotación sexual. Ya en 2017 la alcaldesa Manuela Carmena manifestaba que "se está multando en muchos casos" a los clientes de la prostitución en la ciudad porque así se contempla en la Ley Seguridad Ciudadana, según Efe.

El Ayuntamiento de Valencia tiene desde 2013 una nueva ordenanza sobre prostitución que incide en sanciones a clientes y la prohibición de la publicidad y de la actividad, recoge esta misma agencia.

La situación de la prostitución en Europa

En Europa conviven distintos modelos de regulación de la prostitución. Es legal en países como Alemania, Holanda, Suiza, Hungría, Letonia, Austria y Grecia. Hay países como España, Portugal e Italia donde no está regulada y otros como Suecia, Noruega o Francia donde está castigada. Fuera del Viejo Continente es legal en Nueva Zelanda, algunos estados de Australia y el estado norteamericano de Nevada, donde están Las Vegas.

En Europa, la ley de prostitución más liberal es la alemana aprobada en 2002 por la entonces coalición de gobierno entre socialdemócratas y verdes. Esta ley reconoce a las trabajadoras del sexo derechos laborales y cobertura social como prestadoras de un servicio.

No obstante, en abril de 2016 el Consejo de Ministros alemán aprobó un proyecto de ley que establecía penas de prisión de tres meses a cinco años para quienes mantengan relaciones sexuales con prostitutas que no ejercen libremente esa labor, cuando el cliente sea consciente de ello.

Holanda, por su parte, levantó la prohibición de los burdeles en el año 2000 y desde entonces tolera el trabajo sexual, pero deja en manos de los ayuntamientos la posibilidad de exigir un permiso para trabajar en el sector. Su centro neurálgico de la prostitución es el Barrio Rojo de Amsterdam. En países como Hungría y Letonia la prostitución es legal y está regulada, pero no los prostíbulos.

Suecia se convirtió en 1999 en el primer país del mundo en castigar por ley a los clientes de la prostitución, un modelo copiado años más tarde por países como Noruega, Irlanda, Francia e Islandia.

Nueva Zelanda la despenalizó totalmente en 2003 y estableció medidas más protectoras sin obligar a las profesionales del sexo a registrarse como tal. / Agencia EFE