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Muere el príncipe Enrique de Dinamarca a los 83 años

  • El marido de la reina Margarita ha muerto este martes en el Castillo de Fredensborg
  • Ingresó al hospital a finales de enero por un tumor en el pulmón izquierdo
  • A Enrique se le había detectado en septiembre de 2017 demencia senil

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Muere el príncipe Enrique de Dinamarca a los 83 años
Foto de archivo de la reina Margarita de Dinamarca y su marido, el príncipe Enrique, saludando desde el balcón del Ayuntamiento de Aarhus durante uno de los actos organizados con motivo del cumpleaños de la reina, el miércoles 8 de abril de 2015.

El príncipe Enrique de Dinamarca, esposo de la reina Margarita, ha muerto a los 83 años de edad, tras haber sido hospitalizado a finales de enero, ha informado este martes la Casa Real danesa.

"Su alteza real el príncipe Enrique ha fallecido a las 23.18 horas del martes 13 de febrero en el castillo de Fredensborg", residencia de primavera y otoño de la familia real situada al norte de Copenhague y a la que había sido trasladado desde el hospital, según el comunicado divulgado de forma oficial.

Debido al grave empeoramiento de la salud de su padre, el príncipe heredero, Federico de Dinamarca, suspendió la semana pasada su estancia en Corea del Sur,  adonde había viajado para asistir a los Juegos Olímpicos de Invierno.

La Casa Real había desvelado con anterioridad que el motivo del ingreso del príncipe consorte en el Hospital del Reino de Copenhague era un examen de un tumor en el pulmón izquierdo, que resultó ser benigno, y una infección, y que cuando terminase el tratamiento, sería dado de alta.

A Enrique se le había detectado en septiembre demencia senil, un diagnóstico que fue hecho público después de originar una polémica por los ataques que lanzó contra su esposa en medios daneses.

Enrique había declarado que no quería ser enterrado con Margarita porque se había ignorado su deseo de ser rey consorte, una vieja reivindicación suya, y, en una posterior entrevista, señaló que la reina lo tomaba "por tonto" y no lo respetaba.

El fallecido príncipe era de origen francés

El príncipe consorte Enrique de Dinamarca, Henri Marie Jean André de Laborde, conde de Monpezat y esposo de la reina Margarita II nació el 11 de junio de 1934 en Talence, Gironda (Francia).

Hijo de André de Laborde de Monpezat y de Renata Doursenot,  pasó los primeros años de su vida en Vietnam (entonces Indochina francesa), donde su padre tenía intereses industriales y agrícolas.

En 1938 se trasladó a los viñedos familiares de LeCayrou, cerca de Cahors, aunque después regresó a Hanoi, donde se graduó.

Licenciado en Literatura francesa y Lenguas orientales, estudió Derecho y Ciencias Políticas en La Sorbona de París.

Se casó con Margarita en 1967

Diplomático de formación, trabajó como secretario de la embajada francesa en Londres de 1963 a 1967. Fue precisamente allí donde conoció a la entonces heredera de la corona danesa, Margarita de Dinamarca, con quien contrajo matrimonio el 10 de junio de 1967.

El matrimonio tiene dos hijos: el príncipe heredero Federico, nacido el 26 de mayo de 1968, y Joaquín, nacido el 7 de junio de 1969.

El 14 de enero de 1972 pasó a ser príncipe consorte cuando Margarita II de Dinamarca accedió al trono tras la muerte de su padre, el rey Federico IX.

Polémico en cuanto al desempeño de sus funciones, nunca se sintió cómodo en su papel, al haberse ignorado su deseo de ser rey consorte, lo que le llevó a sentirse "inutil" y "relegado".

El 1 de enero de 2016, la reina anunció en su discurso de Año Nuevo que su marido, entonces de 81 años, dejaría de ejercer sus obligaciones oficiales como consorte para retirarse a un segundo plano.

No quería ser enterrado con su esposa

Poco más de un año y medio después, en septiembre de 2017, la Casa Real danesa informó de que el príncipe tenía demencia.

Un mes antes había provocado un gran revuelo al comunicar que no quería ser enterrado con su esposa porque se había ignorado su deseo de ser rey consorte, una vieja reivindicación suya, y, en una posterior entrevista, señaló que la reina lo tomaba "por tonto" y no lo respetaba.

No era sin embargo, la única vez que había roto el protocolo. Quince años atrás, el príncipe consorte ya había puesto en aprietos a la reina, cuando se retiró a Francia y no fue a la boda de Guillermo y Máxima de Holanda después de que, en la recepción de Año Nuevo y estando enferma la soberana, el anfitrión fuera su hijo Federico.

Sonado había sido también su plantón a los actos del 75º aniversario de Margarita, oficialmente por gripe, aunque a los pocos días se le vio de vacaciones en Venecia con unos amigos.

El arte, la literatura y la música eran sus grandes aficiones, pese a las críticas recibidas en este sentido.