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Schiaparelli y Dalí, la moda surrealista

  • Una exposición revela la intensa colaboración entre ambos artistas
  • Dalí diseñó objetos, complementos y estampados para Schiaparelli
  • La muestra pone énfasis en la estrecha relación entre moda y arte

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Vestido lágrimas de Elsa Schiaparelli con estampado de Salvador Dalí.
Vestido lágrimas de Elsa Schiaparelli con estampado de Salvador Dalí.

Nunca la moda y el arte tuvieron una relación tan fructífera. La diseñadora Elsa Schiaparelli y el artista Salvador Dalí hicieron de su amistad una rica fuente de creatividad que se materializó en vestidos y sombreros icónicos, como el vestido langosta y el sombrero zapato. Ahora las piezas que surgieron de su colaboración se exponen en el Museo Dalí que llena sus salsas de diseños de alta costura, joyas, complementos, objetos de tocador, fotografías, pinturas y dibujos que hablan de esa relación tan enriquecedora para ambos artistas.

Retrato de la diseñadora Elsa Schiaparelli noticias

La muestra, Imagination and Daring: Dalí and Schiaparelli, está abierta hasta el 14 de enero de 2018, cuenta además con diseños de Bertrand Guyon, actual director creativo de la casa Schiparelli a la que llegó en la primavera de 2015. Guyon ha devuelto a la firma el éxito y sus colecciones de costura son apreciadas por actrices tan influyentes como Jennifer Lawrence, Cate Blanchet o Tilda Swinton, una de sus fervientes admiradoras.

Guyon ha actualizado el legado, con elegancia y acierto, el legado de Schiparelli, una de las diseñadoras (en el sentido estricto de la palabra) más importantes de la historia de la moda. Ella siguió los pasos de Paul Poiret y se codeó con Jean Cocteau (con el que hizo el abrigo de noche de mujer con bordados en la espalda), Meret Oppenheim, Man Ray, Alberto Giacometti y especialmente Salvador Dalí.

Elsa Schiaparelli y Salvador Dali. noticias

De ellos aprendió a crear con total libertad y se convirtió en la aguja más relevante del periodo entre guerras tanto por su estética arty como por su estilo rompedor y vanguardista.

“Trabajar con artistas como Bebe Bérard, Jean Cocteau, Salvador Dalí, Vertès, Van Dongen y con fotógrafos como Hoeningen-Huene, Horst, Cecil Beaton y Man Ray me provocó un sensación de euforia”, dijo en una entrevista la diseñadora italiana.

En la década de los 30 obtuvo fama y éxito en la moda pero también provocó envidias y mantuvo una intensa rivalidad con la diseñadora Nina Ricci. Coco Chanel fue rival y enemiga, y la francesa hablaba de Schiaparelli con desprecio refiriendose a ella como “Esa artista italiana que hace ropa”.

Vistió a Wallis Simpson, duquesa de Windsor, uno de los iconos atemporales de la moda pero también a actrices tan distintas como Marlene Dietrich o Mae West.

Vestidos de noche de Elsa Schiaparelli noticias

El dadaísmo y el surrealismo marcaron su trabajo y muchas de sus prendas siguen asombrando hoy por su fuerza y su potente carga estética. Schiaparelli adoraba los hombros anchos en las chaquetas e impuso la silueta pagoda. Más tarde exageró el tamaño de las mangas e hizo de la cremallera un elemento ornamental. Introdujo la falda pantalón en el armario de las mujeres y más tarde lo trasladó al deporte. Y arrasó con sus vestidos hechos con tul de rayón que ella bautizó como ‘Cósmico’ ya que parecían de cristal.

Sombrero zapato, frasco del perfume Shoking y polvera de Schiaparelli noticias

Puso de moda las batas y las chaquetas de playa, inventó un singular sujetador para que los corpiños de los vestidos realzaran el pecho, utilizó el humor para hacer trampantojos en sus prendas y creó divertidos botones con formas de insectos, rostros de mujer, acróbatas… Su tono favorito era el fucsia que mezclaba con osadía con otros tonos igual de vibrantes.

El sombrero era el complemento estrella en la década de los 30, gracias en parte a que Greta Garbo los usaba continuamente. Schiparelli creó atrevidos sombreros pero el que más fama ha tenido es el sombrero zapato que hizo con Dalí. Algunos eran tan complicados que contrató a la sombrerera Suzanne Talbot para que los realizara.

Vestido langosta de Schiparelli y teléfono langosta de Dalí noticias

En 1933 Dalí fotografió a Gala, su esposa, en un zapato en la cabeza y cuatro años después diseñó el sombrero con forma de zapato invertido para la Schiaparelli. Es una de las pocas colaboraciones con Dalí que fueron documentadas. Las otras son tres vestidos: el vestido langosta, el vestido de lágrimas y el vestido esqueleto. El diseño de la langosta es el más famoso. Se hizo en 1937 y Elsa encargó a Dalí que hiciera el dibujo porque le había gustado mucho el teléfono langosta que el español hizo un año antes.

La estampación el diseñador de sedas Sache y tiene una clara connotación sexual, dado el lugar en el que está colocada. Wallis Simpson lo llevó durante una sesión de fotos realizada en por Cecil Beaton poco antes de que se casara con Eduardo VIII.

Vestido esqueleto de Elsa Schiaparelli. noticias

El vestido de lágrimas forma parte de la colección ‘Circus’ de 1938 está hecho en viscosa de tono azul claro y lleva estampados de rasgaduras y lágrimas que intentaban parecer carne animal desgarrada. Además se acompaña con un largo velo que lleva lágrimas recortadas y forradas en rosa y magenta. Un diseño que parece inspirado en 'La primavera necrófila', cuadro que tenía la diseñadora.

De la misma colección es el vestido esqueleto que llamó poderosamente la atención porque trastocó los códigos de la moda. Está hecho en crespón negro y lleva un tejido acolchado para dar forma a las costillas, la espina dorsal y los huesos de las piernas.

Frasco diseñado por Dalí para el perfume Le Roy Soleil. noticias

Pero es cierto que la amistad entre Dalí y Schiaparelli dio muchos frutos. Al parecer el primero fue el vestido con bolsillos que parecen cajones de una cómoda, algo que Dalí ya había utilizado en su pintura. Además, los vestidos y chaquetas con bordados en forma de labios o el frasco del perfume Le Roy Soleil, el único perfume de la diseñadora que tiene un nombre que no comienza por la letra ese: Shoking, Soucis, Schiap…

Además Dalí diseñó la polvera con forma de disco de teléfono y el collar Constellation.

Elsa Schiaparelli nació en Roma en 1890 pero se instaló en Londres tras casarse con el conde Wilhelm de Wendt de Kerlor en 1914 y en 1916 se instalaron en Nueva York.

Tuvieron una hija que enfermó de poliomielitis y Elsa, que tuvo que trabajar después de dilapidar su dote, terminó divorciándose empujada por los escarceos de su marido, que cayó en brazos de Isadora Duncan. Una de sus nietas es Marisa Berenson, actriz, modelo y unas de las mujeres más elegantes e influyentes de la moda.

Dibujo de Dalí y diseño de Schiaparelli noticias

En 1922 se instala en París y se dedica a las antigüedades hasta que, por casualidad, entró en el estudio de Paul Poiret que le prestó varios vestidos para que los luciera en sus salidas nocturnas.

Prendas que Elsa no se podía permitir pero que hicieron que naciera en ella una fuerte pasión por la moda. En 1927 montó su primera tienda vivió en París hasta 1938, año en el que se instaló en Nueva York.

Además de la moda y la perfumería hizo el vestuario de decenas de películas, en Francia y en Hollywood, donde trabajó con George Cukor en Mujeres e hizo el vestuario de Zsa Zsa Gabor en Moulin Rouge de John Houston.

En 1937 Mae West insistió a la Paramount para que Schiaparelli hiciera su vestuario en Todos los días son fiesta. El maniquí de costura con las medidas de la actriz inspiró a Leonor Fini para diseñar el frasco del perfume Shoking que Schiaparelli lanzó ese mismo año. Una escultura sensual que años más tarde recuperó Jean Paul Gaultier.

Una de las salas del museo Dalí en San Petersburgo noticias

Schiaparelli cerró su atelier en 1954 y se dedicó a escribir su autobiografía Shoking life. Murió en 1973 pero su nombre y su legado permanecieron flotando en la memoria de los amantes de la moda. En 2006 Diego Della Valle se hace con el control de la casa y abre una nueva etapa adquiriendo sus archivos y derechos.

En mayo de 2012 el Costume Institute del museo Metropolitan de Nueva York exhibió la muestra Schiaparelli y Prada: conversaciones imposibles, un diálogo imaginario entre Miucca Prada y Elsa Schiaparelli dirigido por el australiano Baz Luhrmann y ese mismo año la casa reabre su taller de costura en el Hôtel de Fontpertuis, en place Vendôme, en el mismo lugar donde Elsa lo dejó. Un año después, Christian Lacroix hizo un tributo a su obra con una colección muy especial y en 2014 la firma vuelve a la alta costura de París con Marco Zanini como director creativo. Un año después le sustituyó Bertrand Guyon. En 2017 la casa recibe el sello oficial de Alta Costura.