Enlaces accesibilidad

Descubren el modo en que aprender a leer reorganiza el cerebro de los niños

  • El cerebro cambia su funcionamiento para asumir la tarea de descifrar la escritura
  • La lectura estimula la capacidad de relacionar objetos con palabras y conceptos

Por
Niños leyendo
A medida que los niños mejoran su capacidad de lectura, el cerebro también se desarrolla.

Investigadores del Centro Vasco sobre Cognición, Cerebro y Lenguaje (BCBL, en sus siglas en inglés) han descubierto cómo el aprendizaje de la lectura cambia el funcionamiento del cerebro para asumir esta nueva habilidad, en un experimento realizado en niños de cuatro a ocho años.

En esta investigación, publicada en la revista Developmental Cognitive Neuroscience, se ha descubierto que la red neuronal encargada de decodificar el lenguaje oral, el área frontotemporal del hemisferio izquierdo, se reorganiza durante el proceso de aprendizaje de la lectura y se activa también a la hora de descifrar el lenguaje escrito.

Una modificación que muestra la plasticicad del cerebro, capaz de adecuar sus estructuras para asumir nuevas funciones. De hecho, ha explicado Sendy Caffarra, investigadora responsable de este trabajo, "a medida que los niños mejoran su capacidad de lectura, las áreas del hemisferio izquierdo empiezan a tener más actividad mientras leen y el cerebro continúa desarrollándose".

De igual modo, los investigadores también han visto que saber leer aumenta la actividad de áreas relacionadas con la decodificación de representaciones visuales de objetos, de modo que adquieren también la competencia de vincular una representación visual de un objeto con las palabras y conceptos relacionados con el mismo.

"Cuanto mejor leemos más se activan las áreas relacionadas con la decodificación verbal de una representación visual", ha explicado Caffarra, lo que prueba cómo el ser humano es más capaz de analizar un dibujo muy esquemático a medida que se incrementa su capacidad de leer.

Seguimiento del cerebro al leer y escuchar palabras

El trabajo, realizado entre 2013 y 2016, contó con la participación de 38 niños de Guipúzcoa con diferentes niveles de lectura. El experimento fue realizado empleando la técnica de la magnetoencefalografía, un procedimiento no invasivo empleado para detectar la actividad funcional cerebral mediante la captación de campos magnéticos.

De este modo, los investigadores podían saber cuándo y dónde hay una actividad específica en el cerebro mientras los niños llevan a cabo una tarea sencilla como leer, escuchar palabras o reconocer estímulos visuales.

Durante la prueba, los niños fueron expuestos a tres estímulos diferentes (60 palabras escritas en euskera, 60 palabras escuchadas en euskera y 60 dibujos de objetos en blanco y negro), y compararon la actividad cerebral entre los niños que habían empezado a leer y los niños más mayores con un nivel de lectura más avanzado.

El estudio permitirá a los investigadores comprender mejor cuáles son las consecuencias cerebrales de la falta de aprendizaje de la lectura y avanzar en la identificación de los problemas que impiden a algunos niños desarrollar una competencia de lectura adecuada.

Además, es la primera vez que la comunidad científica analiza mediante la técnica de la magnetoencefalografia los efectos del aprendizaje de la lectura en el cerebro de los niños, después de que estudios previos en adultos demostraran que, al igual que en los niños, las áreas cerebrales relacionadas con el lenguaje se activan de una manera más intensa al leer palabras escritas.