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El Congreso de EE.UU. aprueba la ley para que víctimas del 11-S denuncien a Arabia Saudí

  • Barack Obama tiene diez días para vetar la controvertida iniciativa
  • Sin embargo, el veto podría tener consecuencias políticas para los demócratas
  • Este domingo se cumplen 15 años de los atentados

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Una bandera de Estados Unidos en el nombre de una de las víctimas del atentado grabado en  el monumento conmemorativo del 11-S en Nueva York.
Una bandera de Estados Unidos en el nombre de una de las víctimas del atentado grabado en el monumento conmemorativo del 11-S en Nueva York.

La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado este viernes un proyecto de ley para que las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 puedan demandar a Arabia Saudí por sus supuestos vínculos con el terrorismo.

Los congresistas han aprobado por unanimidad esta iniciativa, que la Casa Blanca no ve con buenos ojos, apenas dos días antes del decimoquinto aniversario de unos atentados que se cobraron la vida de casi 3.000 personas en Nueva York y Washington.

El presidente estadounidense, Barack Obama, tiene ahora diez días para vetar la controvertida iniciativa si así lo considera oportuno.

Ese no sería un movimiento sorprendente ya que la Casa Blanca ha alertado sobre las consecuencias diplomáticas que acarrearía para las relaciones con un país que es de los principales aliados de Estados Unidos en la región.

Pero el veto sería también una jugada muy impopular que podría tener consecuencias políticas para los demócratas a menos de dos meses de los comicios presidenciales del 8 de noviembre.

Cuando la iniciativa fue aprobada en el Senado, en mayo, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que veía "difícil" que Obama respaldase la norma y anunció gestiones -que no han tenido éxito- para frenar su avance en la Cámara de Representantes.

El proyecto de ley permitiría a la justicia estadounidense omitir la inmunidad de jurisdicción (el deber de los estados de no llevar a juicio a estados extranjeros) en casos de ataques terroristas en sus propias fronteras, como en el caso del 11S.

Son muchos los que defienden que esos atentados se orquestaron con apoyo de funcionarios saudíes a los terroristas de Al Qaeda, aunque esa conexión nunca ha sido probada.

Arabia Saudí, por su parte, amenazó con vender los activos estadounidenses en el país, fondos con un valor de 750.000 millones de dólares, si el proyecto finalmente ve la luz.

El representante republicano Bob Goodlatte, presidente del Comité Judicial de la Cámara, dijo que Estados Unidos no puede permitir "que quienes matan a estadounidenses se escondan detrás de vacíos legales, negando la justicia a las víctimas del terrorismo".

El senador demócrata Chuck Schumer, uno de los impulsores del proyecto, admitió que "hay consideraciones diplomáticas" detrás de su aprobación, pero afirmó que Arabia Saudí "debe rendir cuentas" en caso de que algún tribunal demuestre su complicidad con el 11S.

"Si no han hecho nada malo, no tienen de que preocuparse", añadió el neoyorquino Schumer, quien impulsó el proyecto de la mano del senador republicano por Texas John Cornyn.