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La Torre de los Vientos de Atenas ya puede ser visitada por el público tras permanecer cerrada casi 200 años

  • Se cree que fue la primera estación meteorológica del mundo
  • La construyó el arquitecto y astrónomo Andrónico de Cirro en el siglo I
  • Está situada en el Ágora Romana, en la colina de la Acrópolis de Atenas

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Turistas visitan la Torre de los Vientos en Atenas
Turistas visitan la Torre de los Vientos en Atenas

La Torre de los Vientos, cuyos casi 14 metros de altura se yerguen a los pies de la Acrópolis de Atenas, ha reabierto sus puertas al público una vez concluidos los trabajos de restauración después de permanecer cerrada casi 200 años.

"Se cree que fue la primera estación meteorológica del mundo", ha explicado el director de los trabajos de conservación, Stelios Daskalakis, a Reuters. "Está situada en el Ágora Romana -mercado- porque era de gran utilidad para los comerciantes que podían conocer la meteorología y saber cuando llegarían sus productos".

Detalle de la Torre de los Vientos de Atenas

Detalle de la Torre de los Vientos de Atenas. Michalis Karagiannis

Su construcción corrió a cargo del arquitecto y astrónomo Andrónico de Cirro en el siglo I, aunque el misterio rodea esta estructura octogonal hecha con mármol del Pentélico -el mismo material que se usó para el Partenón y que rara vez se encuentra en otros edificios y templos- pues después de 2.000 años nadie sabe a ciencia cierta cómo funcionaba.

El techo, conservado completamente, está hecho de 24 placas de mármol y sobre él descansa un capitel corintio que posiblemente sirivió como base de una veleta de bronce en forma del dios del mar Tritón, ha señalado Daskalakis.

En el friso aparecen esculpidos en relieve ocho Anemoi, dioses del viento en la mitología griega. Y debajo, se encuentran las líneas de un reloj de sol.

Friso de la Torre de los Vientos

Friso de la Torre de los Vientos. Michalis Karagiannis

El Aerides, como también se conoce al monumento, también se utilizó como iglesia y los restauradores han descubierto fragmentos de frescos de temática cristiana, incluyendo un ángel y un santo a caballo.

Posteriormente, durante el periodo de dominio otomano, el monumento fue utilizado como lugar de culto musulmán sufí por los derviches. Para ello se talló un mihrab orientado hacia La Meca y se decoraron las paredes con inscripciones otomanas. Gracias a que era un lugar de culto musulmán, ha señalado Daskalakis, la torre se salvó de acabar en las manos del diplomático británico Lord Elgin, quien "empezó a planear en 1799 el traslado del monumento entero al Reino Unido". Lord Elgin fue el responsable de que numerosas esculturas del Partenón acabaran en el Museo Británico de Londres a principios del siglo XIX.

El monumento había permanecido cerrado al público desde que los derviches lo abandonaran en 1828, exceptuando un breve periodo en 1843 cuando fue utilizado como almacén de antigüedades. Los años hicieron mella en la torre, al igual que los desastres naturales y la polución, hasta que se puso en marcha una restauración integral en 2014 que le ha devuelto su esplendor.

El mayor misterio sigue siendo cómo funcionaba el reloj por la noche. Según la teoría más relevante, un mecanismo hidráulico movía un reloj de agua alimentado por una corriente que fluía de la colina de la Acrópolis. No obstante, su uso como torre del reloj y estación meteorológica fue breve porque se cree que su mecanismo fue saqueado en la época romana y nunca ha sido encontrado, ha explicado Daskalakis.

El interior de la Torre de los Vientos

El interior de la Torre de los Vientos. Michalis Karagiannis

No obstante, a pesar de que los misterios que rodean este ingenio tienen que ser desvelados, su valor es indiscutible. "Fue sin ninguna duda un edificio muy importante en su época", ha subrayado Daskalakis. "Es algo único que una obra tan importante no sea un templo sino que tenga un uso cotidiano", ha dicho el arqueólogo. "No sabemos quién financió la construcción. Lo único que justifica un costo tan alto es el deseo de Atenas de actualizar el Ágora romana".