Enlaces accesibilidad

'Al final del túnel', Leonardo Sbaraglia y Clara Lago en un thriller con aroma clásico

  • Se estrena la película de Rodrigo Grande tras su éxito en Argentina
  • Un Sbaraglia en silla de ruedas descubre un túnel para robar un banco bajo su casa
  • Clara Lago afrontó el reto de rodar con acento argentino
  • RTVE.es entrevista al director y los actores

Por
Leonardo Sbaraglia y Clara Lago son los protagonistas de 'Al final del túnel' un angustioso thriller que llega a las salas

¿Qué harías si descubrieses que bajo tu casa se construye un túnel para atracar un banco? Llamar a la policía es la respuesta incorrecta en Al final del túnel, el thriller negro dirigido por Rodrigo Grande protagonizado por Leonardo Sbaraglia, Clara Lago, Pablo Echarri y Federico Luppi. Tras estrenarse con éxito el pasado abril en Argentina, y con la participación de TVE en la producción, llega a las españolas el 12 de julio.

Joaquín (Leonardo Sbaraglia) es un solitario hombre en silla de ruedas que acoge en su casa a Berta (Claro Lago) y a su hija como inquilinas para paliar su delicada economía. Joaquín pasa el día en su sótano aparentemente obsesionado con cachivaches tecnológicos, pero en realidad escucha a una peligrosa banda de atracadores que planea un robo. Por supuesto, muchas cosas de esta breve sinopsis no son lo que parecen.

Sbaraglia soporta el peso de la película con un personaje torturado. “Es un hombre que está en silla de ruedas, pero tiene una discapacidad emocional, de no saber qué hacer con su vida. Ha perdido a su familia y se ha aislado del mundo”, dice el actor argentino, todo un clásico de las coproducciones hispanoargentinas.

La llegada de Berta, una striper más dicharachera, le brindará una nueva oportunidad en la vida. “Berta y su hija suponen esa entrada de luz que al principio no quiere ver, pero que poco a poco va calando”, dice Clara Lago.

Como en el buen cine negro, muchos son los temas que aparecen en Al final del túnel: codicia, culpa, corrupción. “También la soledad, la paranoia, y, de alguna manera, las segundas oportunidades y el camino que uno tiene que hacer para poder vivir”, añade Sbaraglia.

Los retos de Sbaraglia y Lago

Aparte de los giros que descubren nuevas aristas de sus personajes, los dos intérpretes se enfrentaron a dos retos muy obvios en su interpretación: Sbaraglia, al desafío físico de no moverse de cintura para abajo; Lago, a hablar con acento argentino.

“Tuve la posibilidad de verme con gente con esa discapacidad y me dieron clases para montar en silla de ruedas y para sentirme seguro, porque la idea era que, como un centauro, la silla formará parte de mi cuerpo”, explica el argentino.

Por su parte, la protagonista de la saga Ocho apellidos…, se dejó llevar por su intuición y, tras recibir alguna clase, optó por hablar con acento también fuera de la cámara durante las semanas de rodaje. “Primero porque soy muy lorito imitando y tenía miedo de decir la frase tal y cómo me indicaban, y, segundo, porque me daba pudor hablar solo en argentino entre el acción y el corten”.

El éxito de su estrategia lo certifica una anécdota: la propia madre de Leonardo Sbaraglia se enteró que Lago no era argentina cuando el rodaje terminó y la actriz regreso a su acento natural.

Con mimbres de cine negro clásico,  Al final del túnel es un mecanismo de relojería de gran suspense. De hecho, Rodrigo Grande, que incorpora a actores fetiche de sus otras dos películas como Federico Luppi y Pablo Echarri (que también produce la película), cita a clásicos como Hitchcock, Polanski o Spielberg como referencias de su obra.

Obligado a callar por los giros de la trama, Grande resume su trama de manera contundente: “La historia de un tipo que atraviesa un túnel de muerte para llegar a la vida”.