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Antonio Banderas: "Con el personaje de Picasso me la juego, no quiero fallarle a Don Pablo"

  • El actor confirma que ya hay financiación para 33 días, dirigida por Saura
  • En una entrevista con RTVE.es dice no querer fallarle tampoco "a una época trágica de España"
  • Ansía volver a dirigir y "hacer mi película, sin preocuparme de crítica ni taquilla"
  • Banderas presenta su última película, Altamira, sobre el descubridor de la cueva

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Antonio Banderas el 8 de marzo en el Festival de Cine de Guadalajara tras recibir el premio a su trayectoria.
Antonio Banderas el 8 de marzo en el Festival de Cine de Guadalajara tras recibir el premio a su trayectoria.

El gran sueño de Antonio Banderas como actor, interpretar a su paisano el pintor malagueño Pablo Picasso, parece más cerca de cumplirse. El actor y director acaba de regresar de México con el "sí" de un empresario mexicano a la financiación de 33 días, un proyecto dirigido por Carlos Saura que narrará el mes y tres días que el artista pasó pintando el Guernica.

"No me lo creeré, no ya hasta que se dé la primera claqueta, sino cuando se dé la última, pero sí. Hay un empresario mexicano que ya producido cine anteriormente al que le interesa mucho la historia y que ha dicho que sí. Eso ahora queda ponerlo en papel", explica Banderas en una entrevista con RTVE.es en Madrid, tras su regreso a España del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, donde recibió un homenaje y mantuvo estos encuentros que pueden "desatascar el problema".

El actor malagueño, que empieza ahora la promoción de su última película, Altamira, sobre el descubrimiento de la Cueva de Altamira, participada por TVE y que se estrena el 1 de abril, cena este mismo miércoles con Carlos Saura -bajo cuyas órdenes trabajó en 1993 en ¡Dispara!- y Ray Loriga, guionista, para "empezar a hablar de fechas" de rodaje y encajarla en su "muy complicada" agenda de trabajo -"quizás a principios de 2017", suspira-.

A sus 55 años, Antonio Banderas (Málaga, 1960) se encuentra en la misma edad que tenía Pablo Picasso cuando en 1937, en plena Guerra Civil, recibió el encargo del Gobierno de la República para pintar un cuadro para el pabellón de la Segunda República Española en la Exposición Universal de París de 1937.

"Ese sí que es un personaje en el que me la juego, porque ese es de mi tierra. Este personaje me puede llevar a la gloria o me pueden echar de Málaga", dice entre risas, para reconocer a continuación que se trata de uno de los mayores retos que va a asumir en los más de 40 años que lleva actuando.

"Me lo plantearé con la misma seriedad que me planteó todos los papeles, pero evidentemente necesita un trabajo extra. No quiero fallarle a Don Pablo. Y no quiero fallarle a una época muy dura y muy trágica de la historia de España, como fue la Guerra Civil", subraya Banderas ya en tono más grave.

Para el actor malagueño, pese a su nombre, el Guernica "no es un cuadro político, sino una obra mucho más generalista sobre el anti-belicismo en el mundo", y de esa reflexión contraria a la violencia es de la que está cargada la película 33 días. Para apoyar esta tesis, Banderas recurre a las fotografías que Dora Maar realizó del proceso de elaboración del cuadro: "Había símbolos muy específicos que él borró. Durante los 33 días que estuvo pintando, yo creo que Picasso borra toda esa simbología política y deja un cuadro directamente contra la violencia en general, y eso me parece que hace el cuadro aún más grande".

La "responsabilidad" del personaje real

El de Picasso es otro personaje de carácter histórico, como el de Marcelino Sanz de Sautuola al que da vida en Altamira, el descubridor de la cueva que fue vilipendiado públicamente tanto por la Iglesia como por la comunidad científica de finales del XIX y cuyo hallazgo no fue reconocido hasta 1902, 14 años después de su muerte. "Son personajes que han tenido un largo alcance, que sus vidas han significado mucho para otras personas, por lo aparte de ya los niveles lógicos de la preparación del personaje, de entenderlo y de tratar de retratarlo consecuentemente, existe la responsabilidad de no fallarles, de ser honestos con lo que hicieron, con lo que fue su obra", reconoce Banderas, que ya ha interpretado a personajes como reales como Pancho Villa, el minero Mario Sepúlveda o el bailarín Pierre Dulaine.

De esta responsabilidad habla Banderas en este vídeo exclusivo que te adelanta RTVE.es sobre esta película de la que te ofreceremos más información en unos días:

"Quiero dirigir mi película, sin preocuparme de crítica ni taquilla"

En medio de la vorágine que vive Antonio Banderas, a caballo laboralmente entre dos continentes y compaginando su faceta de actor con la producción de proyectos de jóvenes talentos españoles, busca tiempo para poder hacer lo que le "pide el cuerpo", que es: "Convertir mi profesión en lo que era al principio, una historia de amor con el arte de contar historias", confiesa a RTVE.es.

"Quiero reflexionar sobre las cosas que veo y el tiempo que me ha tocado vivir", señala el director de Locos en Alabama (1999) y El camino de los ingleses (2006), a la vez que aclara que está escribiendo varias cosas al mismo tiempo, como uno sobre inmigración sobre una historia de amor entre un niño y una mujer ya madura o una reflexión sobre su propia tierra, entre otras ideas, y "ya veremos cuál va ganando".

"Me gustaría empezar inmediatamente a practicar ese juego de películas que yo pueda producir al mismo tiempo, porque si voy a contar una historia muy personal y una forma de ver el mundo personal, no quiero estar preocupado ni por la crítica ni por la taquilla, me importa un carajo. Quiero hacer la película que yo quiero hacer, y ya está. Y si es para mí nada más, pues para mí nada más, pero ahí queda. Quiero hacer cosas interesantes que me sirvan a mí. Llevo ya 96 películas, he hecho muchas películas muy taquilleras, he estado en todos lados… y ahora el cuerpo me pide eso, convertir mi profesión en lo que al principio, una historia de amor con el arte de contar historias", concluye el polifacético artista.

Semana Santa de Málaga, la pasión de Banderas

Otro de los proyectos que Banderas tiene en marcha es un documental sobre la Semana Santa de Málaga, un acontecimiento que él vive todos los años en primera persona como mayordomo del trono de su Virgen de Lágrimas y Favores, de la Cofradía de Fusionadas, que sacará en procesión este Domingo de Ramos. Con el rostro oculto bajo su capillo, el malagueño dirigirá a toque de campana los esfuerzos de sus más de 200 hombres de trono para pasear a su "Niña de San Juan" por las calles de la capital de la Costa del Sol. Admite que es "difícil" explicar el significado de la Semana de Pasión a alguien de fuera y recomienda "bajar para allá y verlo"."Es una relación del pueblo con lo trascendental, sin intermediarios, a través del arte popular, de la identidad que se busca a través de ello y de las tradiciones. Es un teatro. Es una gran ópera en la calle donde solamente en mi tierra participan 70.000 actores entre nazarenos, hombres de trono... y todo lo que va alrededor de esta fiesta colorista. Es una fiesta eminentemente sensual, que además tiene un arraigo, naturalmente religioso, pero también espiritual a otros niveles. Es la muerte y la resurrección, es la entrada de la primavera, los Idus de Marzo", concluye emocionado el cofrade Banderas, que arranca la Semana Santa este mismo Viernes de Dolores con la tradicional cena para recaudar fondos para las acciones solidarias de la Fundación de Lágrimas y Favores.