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Israel Elejalde: "Es la primera vez que siento pánico antes de salir a escena"

  • Elejalde estrena junto a Bárbara Lennie La clausura del amor en los Teatros del Canal
  • Es la primera adaptación al español del texto del director francés Pascal Rambert
  • Con todas las entradas agotadas en la capital, la obra también podrá verse en Sevilla

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Bárbara Lennie e Israel Elejalde protagonizan 'La clausura del amor', de Pascal Rambert.
Bárbara Lennie e Israel Elejalde protagonizan 'La clausura del amor', de Pascal Rambert.

“Esta obra ha sido un encuentro muy mágico”, así define Bárbara Lennie La clausura del amor, una representación en la que la ganadora del Goya a mejor actriz en 2015 por Magical Girl da vida, junto a Israel Elejalde, a una ruptura sentimental en dos monólogos que expresan la violencia de una relación en proceso de defunción. El montaje, fruto de la curiosidad de los dos actores por el trabajo del dramaturgo francés Pascal Rambert, llega este miércoles a los Teatros del Canal de Madrid tras un exitoso paso por Barcelona en cinco únicas funciones para las que ya no hay entradas dentro del XXXIII Festival de Otoño a Primavera.

“A pesar de que me gustó, cuando leí el texto en francés no entendí muy bien cómo se podía poner eso en escena”, reconoce Elejalde horas antes del estreno durante un en encuentro con los medios al que ha acudido RTVE.es. Allí, el actor madrileño, nominado en 2015 al Goya como actor revelación, reconoce que, hasta que no vio la obra en un vídeo que le hizo llegar el productor Jordi Buxó no lo entendió.

“Bárbara y yo quedamos totalmente impactados. Pascal escribe para ser dicho, no para ser leído”, asegura al describir la representación como dos falsos monólogos que se pronunciamos el uno al otro. “Cuando ves como Pascal plantea esa andanada de palabras, esa enorme marea, ves lo que verdaderamente hay debajo”, afirma.

Pero, más allá de “una nueva forma de ver el amor”, La clausura del amor -que se ha representado con éxito desde 2011 en una decena de países entre los que se encuentran Corea del Sur, Japón, Rusia o Alemania- es para Elejalde una nueva manera de encarar el hecho teatral. “Para nosotros es una enorme novedad porque no es el teatro que estamos acostumbrados a hacer. Hay algo performático en la pieza, algo que estira los conceptos teatrales. Intenta reflejar el vacío existencial que ocurre cuando desaparece el amor”, aclara.

El teatro como experiencia física

Elejalde: He sentido mareos en el escenario

Lennie y Elejalde, que ya han compartido escenario en obras como Misántropo, Veraneantes o La función por hacer, se enfrentan además a este “precipicio” como pareja sentimental. Sin embargo, la actriz reconoce que, más allá del conflicto que les puede generar, ambos encuentran mucho placer. “Disfrutamos poniendo la mirada allí donde la gente no querría estar porque para nosotros interpretar es un juego donde uno expone sus emociones, se hace daño pero está jugando”, completa Elejalde que bromea al reconocer que han encontrado un “manual de uso del desamor” en el texto de Rambert.

Para el autor, la obra gira en torno al lenguaje, pero lo hace de una manera que va más allá de lo verbal y que atraviesa también lo físico. “Intento que el espectador no esté en un ambiente sino en el interior de la propia historia y que sea algo que proporcione una experiencia tanto física como sensual”, explica a la prensa el propio Rambert.

Esta intención se refleja también en los actores. “He hecho funciones muy duras pero creo que esta es la más dura a nivel físico y emocional. Es la primera vez que siento auténtico pánico antes de salir a escena”, reconoce Elejalde que ve en ese miedo la base para iniciar un viaje en el que desaparece y se funde con el personaje. “He sentido mareos en el escenario. Todo gira y de pronto encuentro otra cosa”, comenta.

Bárbara Lennie: “La función me lleva al límite a todos los niveles”

En este sentido, el protagonista defiende la necesidad de hacer pocas funciones, en Madrid solo habrá cinco, porque, para él, hay algo de la pieza que tiene que ver con ese miedo del actor que se transforma en el miedo del personaje. “Ambos conviven y si esta función se hiciera durante dos meses se perdería la esencia”, defiende.

“En el Grec (Festival de Barcelona) los dos sentimos que cuatro funciones era el límite”, explica Lennie quien, por su parte, añade que a las representaciones ante el público hay que sumarle la dureza de los ensayos. “Esta función no se ensaya como las otras. Tú no empiezas y vas poco a poco, probando, incorporando, valorando… Los ensayos de esta función se hacen del tirón desde el día uno y, en mi caso, llegué al límite vocal, físico y emocional. Estaba agotada a todos los niveles”, explica.

Después de Madrid, los actores adelantan que la obra, una producción de Buxman producciones y Kamikaze Producciones en colaboración con los festivales madrileño y barcelonés, viajará a Sevilla y hará una pequeña gira por España y, si es posible, Latinoamérica, aunque por el momento no concretan nada. “Era algo que nos apetecía hacer a los dos y hemos encontrado este hueco. Luego ya veremos cómo encajan nuestras agendas”, explica Lennie.

Unas agendas en las que la obra tendrá que competir con el Hamlet de Miguel del Arco con el que Israel estará un año entero de gira y con los múltiples compromisos cinematográficos de Bárbara que se encuentra rodando Contratiempo, de Oriol Paulo, en Barcelona y que en febrero comenzará a grabar, Oro, el regreso al cine después de tres años de Agustín Díaz Yanes.

“Todos tenemos ganas de que esta obra no se quede en cuatro o cinco representaciones aquí en Madrid. Queremos que se pueda interpretar más veces. Las obras se han hecho para ser interpretadas”, concluye Rambert.