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El autorretrato de una adopción

  • La cineasta Daniela Fejerman presenta en el Festival de Valladolid una ficción sobre su propia vivencia
  • La adopción, con la participación de TVE, se estrena en salas el 13 de noviembre
  • RTVE.es entrevista sus potagonistas: Francesc Garrido y Nora Navas

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'La adopción', con Nora Navas - Tráiler

La cineasta argentina Daniela Fejerman ha ficcionado su vivencia de un proceso de adopción en una película que ha presentado en la Seminci de Valladolid. La adopción, con Nora Navas y Francesc Garrido, ha emocionado en su primer pase por sencillez, honestidad y profundidad dramática. La producción, que cuenta con la participación de TVE, se estrena en salas el 13 de noviembre.

“Es una historia concreta, porque hay tantas historias de adopción como familias que adoptan y países en los que se va adoptar”, explica Nora Novas. La actriz de Pa negre da vida al personaje basado en la propia Fejerman. “Me daba mucha seguridad saber que era la historia real de Daniela y que ella tenía la valentía para explicarla”.

El recorrido de La adopción se inicia cuando la pareja llega a Lituania para iniciar los trámites. La desconfianza ante la burocracia, el entorno hostil, las dificultades de comunicación o la dureza de tener que elegir (y por tanto rechazar) mellan su ilusión. Absolutamente todo pone a prueba a una pareja aparentemente estable que comienza a resquebrajarse.

“Si lo piensas, el planteamiento duro es que, cuando empieza la película, en realidad para los personajes ha terminado una historia: llevan muchos años de darle vueltas, de inseminación, de historia compartido y llegan ahí para rematar”, explica la actriz.

Francesc Garrido es el marido calmado y decidido en un primer momento, que poco a poco sufre la ira de los mansos hasta desesperarse. “El drama y las dificultades nos ponen en evidencia, y entonces aflora lo que eres en realidad. Y quizá descubres que no te gustas tanto, no tienes la capacidad, o tienes un límite más corto del que creías”, dice el actor

Navas y Garrido, que nunca habían coincidido, trabajaron a fondo una pareja una relación que en la pantalla es pura verdad, tanto en la complicidad como en la descomposición. “Hemos descubierto que somos dos animales escénicos bastante parecidos. Nuestra relación tenía que estar muy bien fundada y creamos un pasado muy sólido”, afirma Navas.

En La pequeña Lola, de Bertrand Tavernier, película hermana en la temática, el entorno de Camboya aportaba viveza a la narración. En La adopción, el plomizo invierno Lituano envuelve a la pareja en desasosiego.

La película se rodó en Lituania y Navas y Garrido están arropados por un elenco de actores del país. “Son impresionantes: tienen el mejor teatro que se hace en el mundo”, dice Garrido. Y Navas aporta un detalle clarificador. “En la carpa de figurantes, todos estaban leyendo. Un actor que tenía un papel de una frase llevaba escrita una propuesta de personaje. Aquí esto no sucede”.

Que La adopción funciona, y que la historia real ha sido honestamente tratada, lo certifica Garrido con una anécdota. “Ángel, el marido de Daniela, vino a la primera secuencia que rodé en la que yo daba un puñetazo en la mesa que no estaba en el guion. Me dijo: ‘Eso fue así, tú lo has hecho mejor, pero fue así”.