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Milo Manara: "Caravaggio fue el primer pintor que retrató la verdad"

  • El dibujante italiano narra la vida del pintor en Caravaggio, el pincel y la espada
  • "He intentado imitar su iluminación y su paleta de colores", asegura

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Milo Manara y un fragmento de la portada de 'Caravaggio 1: El pincel y la espada' 
Milo Manara y un fragmento de la portada de 'Caravaggio 1: El pincel y la espada' 

Considerado el maestro del cómic erótico (El Click), en los últimos años Milo Manara (Bolzano, Italia, 1945) se ha interesado por grandes frescos históricos como su retrato de Los Borgia (Norma) con guion de Alejandro Jodorowski. Y ahora nos narra la vida de uno de los pintores más importantes de la historia: Caravaggio; en dos volúmenes, de los que nos llega el primero: El pincel y la espada (Norma)

“Siempre he sentido una verdadera pasión por Caravaggio –asegura el italiano-, por su arte llena de verdades, potente, dramática, trágica, y, a pesar de todo, llena de una sincera compasión por la Humanidad. Además de todo, siempre me fascinó su aventurera vida, pícara, tumultuosa e incluso algo desesperada y rebelde. Hacía tiempo que deseaba narrarla y, por fin, llegó la ocasión”.

“Me ha sucedido que, tras haber estado tanto tiempo en su compañía, estudiándolo, analizándolo, fantaseando sobre su vida, me parecía ya que lo conociera personalmente y que estuviera incluso hablando con él –confiesa Manara-. Lo he narrado pues de esta forma, como yo lo veía,  con todas sus contradicciones, sus luces y sus sombras, su carácter impulsivo e inquieto, capaz de un odio feroz, pero a su vez con una ternura conmovedora, con una clara intolerancia hacia los poderosos, y, sin embargo, compasivo con la gente humilde, con los últimos en la escala social, con los desamparados”.

Una vida tan apasionante como su obra

Un pintor revolucionario, que marca el paso a la pintura moderna y cuya historia está llena de leyendas. “Me he ceñido al máximo a los datos históricos –asegura Manara- . Todo lo que yo he podido añadir de fantasía, sin embargo, es históricamente posible. Por lo tanto, si en algunos pasajes podemos dudar de la veracidad de los hechos, no podemos excluirlos totalmente. Si no tenemos pruebas a su favor tampoco las tenemos en su contra. He narrado lo que yo creía que era la verdad de los hechos”.

“En el primer volumen hablo de los años que Caravaggio vivió en Roma, del 1592 al 1606 –asegura Manara-. Narro su llegada, sus primeros cuadros, a quien conoció, sus amigos, sus modelos femeninos, sus enemigos, hasta llegar a su cuadro más trágico,  La Muerte de la Virgen. Explico también por qué este cuadro se encuentra actualmente en el Louvre”.

“Más tarde –continúa- describo el homicidio que cometió y su fuga de Roma.En el segundo volumen hablaré de los años llenos de aventuras y dramas que vivió lejos de Roma, hasta su atroz muerte”.

Un poco de historia

Caravaggio vivió uno de los momentos más convulsos de la historia de Roma, como nos comenta el dibujante italiano: “Roma se hallaba dividida en dos facciones, la pro española y la pro francesa. Tras el saqueo de Roma de 1527, los príncipes y cardenales se hicieron con unos pequeños ejércitos, bandas armadas de facciones rivales, que mandaban en la ciudad y que con frecuencia se batían entre ellos en las calles”.

“Pero, a pesar de todo, significó un período de gran desarrollo de la ciudad: Roma ampliaba su territorio, se edificaron iglesias majestuosas y palacios imponentes, lujosos, y con frecuencia se utilizaron para los edificios las piedras de los antiguos monumentos romanos. Pero estas grandes riquezas se construyeron a costa de la extrema pobreza del pueblo. Miles de pelegrinos hambrientos llegaban a la ciudad en busca de fortuna, de la misma forma que llegaban también prostitutas de toda Italia”.

“En aquella ciudad con una población, sobre todo, de eclesiásticos, y, por lo tanto, de solteros, se llegó a calcular que había 13.000 prostitutas, que representaban el 18% de la población femenina, incluyendo a las ancianas y a las niñas” –concluye el autor-.

“El primer pintor que retrató la verdad”

Manara es uno de los mejores dibujantes del mundo y este es uno de sus mejores trabajos, por el cariño que ha volcado en sus espectaculares páginas: “Desde el punto de vista visual, he intentado retomar al máximo el estilo de Caravaggio, utilizando su misma paleta de colores y el mismo tipo de iluminación –asegura-. Teniendo en cuenta, en cada momento las necesidades narrativas de cada episodio y las ambientaciones en lugares diferentes”.

Le preguntamos ¿cuál fue el mayor logro de Caravaggio?: “Lo podríamos resumir con una palabra: la Realidad. La realidad con toda su cruda verdad. Anteriormente a Caravaggio, toda la pintura se inspiraba en los cánones platónicos, en un mundo ideal, y la sola idea de reproducir el mundo tal cual era, sin intentar embellecerlo, sin idealizarlo, se consideraba una idea equivocada y repugnante. Caravaggio canceló todas estas premisas, poniendo en sus telas la humanidad auténtica, con sus miserias y grandezas, cambiando profundamente la historia del arte, e influyendo en otros grandes pintores, como Velázquez y Rembrandt, que continuaron con este tipo de investigación pictórica”.

Manara también ha realizado un exhaustivo trabajo de documentación: “Yo no diría que fuera un trabajo muy difícil, dado que, existen muchos documentos escritos y visuales de la época. Sin lugar a dudas, ha requerido mucho tiempo de estudio pero ha sido muy apasionante”.

"Caravaggio siempre se mantuvo alejado del Vaticano"

Le preguntamos si hay similitudes entre este Caravaggio y su anterior fresco histórico,  Los Borgia. “No creo que existan demasiados puntos en común con los Borgia y no tan solo desde el punto de vista de que entonces la ciudad estaba cambiando. Tenemos que tener en cuenta que Caravaggio frecuentaba las tabernas y los burdeles, los bajos fondos de Roma, teniendo poquísimos contactos con los ambientes eclesiásticos. Si excluimos el hecho de su amistad con el cardenal Francesco Maria Del Monte, de hecho, Caravaggio siempre se mantuvo alejado del Vaticano: prefería otro tipo de compañía”.

“Durante los años que Caravaggio transcurrió en Roma, estuvieron sobre el trono de Pedro tres papas: Clemente VIII, Leone XI y Paolo V, y este último le condenó a pena de muerte, pero probablemente el artista no conoció personalmente a ninguno de ellos. Sin embargo, los Borgia estaban siempre hablando del papa, de Alessandro VI” –concluye Manara-.

En cuanto a sus proyectos, el dibujante asegura: “Durante los próximos dos años pensaré exclusivamente en el segundo volumen de Caravaggio, que será muy apasionante,  lleno de aventuras, trágico y divertido”.