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Los socios de la SGAE rechazan las cuentas de 2013 y cuestionan la gestión de la entidad

  • Su presidente achaca el resultado a "problemas que se arrastran del pasado"
  • La Asamblea ha rechazado también la reforma de sus estatutos

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La asamblea general de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha rechazado las cuentas de 2013 y el informe de gestión de la entidad presidida por José Luis Acosta que ha atribuido el resultado de la votación a los "muchos problemas que se arrastran del pasado".

De los 11.578 votos emitidos durante la asamblea general de socios, 6.652 han sido contrarios a las cuentas anuales y al informe de gestión (un 56,68%), mientras que 4.613 han sido a favor (39,84%) y se han registrado 403 abstenciones (3,48%).

Este rechazo ha tenido lugar en la primera asamblea general de socios presidida por José Luis Acosta, y en una reunión que se ha prolongado durante cinco horas y tras la que se han escuchado gritos de "dimisión, dimisión".

La Asamblea ha rechazado también la reforma de sus estatutos que, entre otras cosas, planteaba quitar el límite de dos mandatos para los miembros de la Junta directiva.

Tras esta decisión, las cuentas deberán ser reformuladas y sometidas de nuevo a la votación de la asamblea general, según establecen los estatutos de la entidad.

Acosta culpa a la gestión anterior

Acosta ha explicado a los periodistas que, en su opinión, el resultado de la votación es en contra de la anterior gestión ya que ninguna de las intervenciones de los socios durante la asamblea han supuesto una crítica personal contra él sino que "el 98%" de las mismas eran referidas a su antecesor en el cargo, Antón Reixa, que presidió la entidad hasta julio de 2013.

"Me siento apoyado; no he oído ninguna crítica contra mí", ha reiterado el presidente, que ha asegurado estar "tranquilo" porque ha hecho bien su trabajo y ha destacado la necesidad de no tomar las decisiones "en caliente" ya que "lo importante es la SGAE y los socios".

"Es una pena y no es una buena noticia para nadie", ha subrayado Acosta, que ha insistido en que la SGAE "necesita estabilidad".

También ha expresado su tristeza por el hecho de que haya habido muy poca participación en las votaciones y ha considerado que "obviamente" el resultado de la votación de hoy daña la imagen de la entidad .

Fernández-Sastrón: "Es un 'no' a la gestión"

Una opinión que no comparte José Miguel Fernández-Sastrón, uno de los vicepresidentes de la entidad y que se ha opuesto a las decisiones de la junta directiva, que ha señalado que la decisión "no es un 'no' a las cuentas, sino a la gestión".

Así, ha explicado que él había pedido una votación separada de las cuentas para poder "reprobar la gestión de una entidad que recauda cada vez menos".

Fernandez-Sastrón ha considerado que tras la decisión habría que convocar elecciones y ha asegurado que se presentaría de nuevo a la presidencia (lo ha hecho en las dos últimas ocasiones) si se reformaran los estatutos para que la junta directiva de la SGAE "sea un gobierno en lugar de un parlamento".

Durante su intervención ante la asamblea, Acosta ha defendido las cuentas de 2013 que, ha asegurado, se han visto lastradas por "el agujero patrimonial que ha sufrido esta sociedad, levantada con el dinero de los derechos de los socios, que nos ha llevado al borde del precipicio, quebrando además la reputación de la SGAE".

Y es que, según ha explicado Luis Felipe Palacio, director económico financiero, si 2013 hubiera sido "el año 1" de la entidad, la SGAE habría tenido un resultado positivo que no se ha logrado al asumir el "lastre" del pasado, más de nueve millones de euros en ese ejercicio.

El presidente ha destacado también la "precariedad financiera" de la entidad como consecuencia del pasado "en la red de teatros Arteria, las rémoras de una gestión fiscal y financiera inapropiada que pesa como una losa y los inadecuados acuerdos con usuarios fundamentales, como las televisiones, que han devaluado los ingresos de los asociados".