Enlaces accesibilidad

El vino tinto y el aceite de oliva pueden ayudar a reducir la mortalidad

  • El vino y el aceite de oliva virgen extra contienen polifenoles
  • Algunas de estas sustancias químicas protegen frente a la mortalidad
  • Son resultados de dos análisis realizados por la Universidad de Barcelona

Por
El vino tinto y las semillas contienen polifenoles, que se creen beneficiosos para prevenir riesgos para la salud.
El vino tinto y las semillas contienen polifenoles, que se creen beneficiosos para prevenir riesgos para la salud.

El consumo de alimentos ricos en polifenoles, como el vino tinto o las semillas, podría estar relacionado con un riesgo de mortalidad más bajo por todo tipo de causas, según un estudio de la Universidad de Barcelona.

La investigación, publicada en la revista de acceso abierto BMC Medicine, consistió en analizar de nuevo los resultados del estudio Predimed, realizado con personas de edad avanzada -de 55 a 80 años- con alto riesgo cardiovascular, según ha informado la UB.

En este nuevo análisis, coordinado por la directora del Grupo de Investigación de Antioxidantes Naturales de la Facultad de Farmacia de la UB, Rosa Mª Lamuela, se encontró que las personas con una dieta rica en polifenoles tuvieron una reducción significativa en la mortalidad por cualquier causa, no solo debida a enfermedades cardiovasculares.

Ese mismo grupo de la UB también ha formado parte de otro estudio publicado en la misma revista, coordinadopor el profesor de la URV Jordi Salas Salvadó que muestra cómo el consumo de aceite de oliva virgen extra podría reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en personas con alto riesgo de padecer este tipo de enfermedades.

Efectos de consumir vino y semillas

En el estudio coordinado por Lamuela -que forma parte de la tesis doctoral de Anna Tresserra- observaron que ciertos polifenoles están asociados con efectos protectores frente a la mortalidad, específicamente los estilbenos y los lignanos.

Los estilbenos se encuentran en la piel de la uva y se concentran en el vino tinto. Por otra parte, las aceitunas, el aceite de oliva virgen, las semillas de lino, las semillas de sésamo y los cereales integrales contienen altos niveles de lignanos.

 

"En otras poblaciones estudiadas con anterioridad, el consumo de cualquiera de los alimentos ricos en polifenoles no era suficiente por sí mismo para reducir la mortalidad, pero en nuestro estudio el consumo total de polifenoles fue más amplio, proveniente de diversas fuentes de alimentación", ha explicado Lamuela,

"Los datos de nuestra investigación y de estudios previos apoyan la hipótesis según la cual una mayor ingesta de polifenoles, con las muchas subclases de polifenoles que esto representa, sirve para aumentar la esperanza de vida a través de muchos factores diferentes", ha precisado.

El aceite de oliva y las enfermedades cardiovasculares

El otro trabajo de investigadores de la UB se ha centrado en los efectos del aceite de oliva en la salud, analizando los diferentes tipos de aceite de oliva.

La investigación realizada en el marco del estudio Predimed ha encontrado que un aumento de 10 gramos por día en el consumo de aceite de oliva virgen extra está vinculado con una reducción del 10% en el riesgo de enfermedad cardíaca y muerte cardiovascular.

El aceite de oliva virgen extra es de mayor calidad que el aceite de oliva común, tiene un poco más de acidez y una mayor cantidad de polifenoles. Se cree que estos polifenoles proporcionan beneficios cardiovasculares.

Se cree que los polifenoles proporcionan beneficios cardiovasculares

"Aunque es difícil aislar el efecto de un solo ingrediente, nuestro estudio fue capaz de distinguir los efectos cardiovasculares atribuidos al aceite de oliva, un alimento que es un componente clave de la dieta mediterránea", ha explicado Jordi Salas Salvadó, coordinador de este estudio, director de la unidad de Nutrición Humana en la URV e investigador del CIBERobn.

Estudio con 7.000 personas

Predimed es un estudio de intervención nutricional multicéntrico que evaluó el efecto de la dieta mediterránea en la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares en más de 7.000 personas de entre 55 y 80 años -con alto riesgo cardiovascular- durante un promedio de cinco años.

Los participantes fueron asignados al azar en tres grupos: una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra, una dieta mediterránea enriquecida con frutos secos y un grupo de control que seguía una dieta baja en todo tipo de grasa.

Salas ha manifestado que es necesario hacer más estudios para comprobar si los beneficios de la dieta mediterránea se pueden generalizar a otras poblaciones.