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La morosidad en los créditos sube en enero al 13,77% y marca su séptimo máximo consecutivo

  • La ratio de mora caería en enero al 13,53% si se aplica una nueva metodología
  • Ésta hace que crezca el saldo total de créditos concedidos, lo que baja la tasa
  • La mora de las hipotecas roza el 6%; el crédito promotor, el 38% al fin de 2013

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La morosidad del crédito concedido por bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros que operan en España subió en enero al 13,77% desde el 13,62% de diciembre pasado. Del total de 1,43 billones de euros en créditos que las entidades financieras tienen concedidos, 197.183 millones están calificados como de dudoso cobro.

Estos datos no tienen en cuenta la nueva metodología del Banco de España, que aplica desde el 1 de enero tras un cambio legislativo. Por este cambio, desde esa fecha se incluyen el crédito que dan los bancos, cajas y cooperativas a los establecimientos financieros, que este año han dejado de ser considerados dentro de la categoría de entidades de crédito a efectos estadísticos.

Esta nueva metodología aumenta el saldo total de crédito concedido -en unos 26.000 millones de euros- algo que, junto a que apenas varía el saldo de créditos de dudoso cobro, hace que caiga la tasa de morosidad 13,53%, una bajada ficticia y un efecto estadístico que se diluirá en los próximos meses, según han señalado fuentes financieras a RTVE.es.

La mora registró descensos en diciembre de 2012 y febrero de 2013 por los efectos contables del traspaso de activos a la Sareb, primero por parte de Bankia, NCG Banco y Catalunya Caixa y después por las entidades del Grupo 2 (Ceiss, BMN y Caja3). Una vez corregido este efecto, la mora ha retomado su senda alcista y ya encadena once subidas consecutivas desde el pasado mes de febrero.

Sube la tasa porque cae la cartera crediticia

Este nuevo máximo de la morosidad registrado en el mes de enero se produce después de que la cartera crediticia se redujera en 16.888 millones de euros respecto al último mes de 2013. El crédito global del sector financiero, sin incluir el cambio metodológico, ha alcanzado los 1,431 billones de euros, frente a los 1,448 billones del mes anterior.

También ha bajado, en términos absolutos, el total de créditos calificados de dudoso cobro: desde los 197.235 a los 197.183 millones de euros.

Ante el deterioro de la cartera crediticia, las entidades financieras han reducido levemente sus provisiones bancarias a enero de este año, por las menores exigencias del Gobierno y tras la menor exposición inmobiliaria, hasta los 114.388 millones de euros. En diciembre de 2013, el colchón ascendía a 114.446 millones de euros.

Más morosidad en el sector inmobiliario en diciembre

La morosidad de los hogares en la adquisición de vivienda subió en el cuarto trimestre del 2013 hasta el 5,95%, lo que supone siete décimas más que en el trimestre anterior (5,24%). Según el Banco de España, los préstamos a los hogares para la adquisición de vivienda se situaron en 580.784 millones de euros, 5.500 menos que en el trimestre anterior, de los que 34.590 millones eran activos dudosos (por encima de los 30.735 millones del tercer trimestre del año).

En comparación con el mismo periodo del año anterior, la morosidad de los créditos para la adquisición de una vivienda ha aumentado en casi dos puntos, pues en el cuarto trimestre de 2012 la tasa era del 3,97%. En los últimos doce meses, el saldo de crédito para la compra de vivienda ha caído un 4%, al reducirse en valores absolutos en 24.273 millones.

Más importante es la morosidad de las empresas que desarrollan actividades inmobiliarias, que creció hasta el 38% en el cuarto trimestre de 2013, frente al 29,05% en que se situaba un año antes y al 33,66% en que cerró el periodo julio-septiembre. Según los datos del supervisor, el crédito a las empresas inmobiliarias se situó en 176.822 millones de euros a diciembre de 2013, de los que 67.190 millones eran dudosos.

El saldo del crédito de las inmobiliarias ha bajado en un año más de un 21%, al pasar de 224.015 millones a los citados 167.822. Por su parte, la cuantía dudosa subió un 3%, desde 65.082 a 67.190 millones.

Precisamente, el analista de XTB Jaime Díez ha explicado a Europa Press que los altos niveles de mora bancaria comienzan a ser "preocupantes para las entidades". "Esta tendencia alcista de la mora tiene una relación directa con el sector inmobiliario al ser el crédito promotor uno de los principales responsables y sin que haya esperanza en el corto plazo de que mejore la situación", ha augurado.

Cambio metodológico

De esta manera, en los indicadores de financiación habituales, ese cambio no ha tenido ningún efecto. Por el contrario, en los balances enviados por las entidades con fines de supervisión, cuya evolución en enero de 2014 se ha publicado este martes, los EFC han pasado a integrarse dentro de la agrupación de los "otros sectores residentes".

En este capítulo se incluyen todos los agentes residentes con la excepción de las administraciones públicas, el Banco de España y las entidades de crédito. En consecuencia, las entidades de crédito han comenzado a informar de sus operaciones con los EFC junto con el resto de sus actividades frente a los "otros sectores residentes".

Por esta razón, subraya el Banco de España, el saldo de crédito concedido por el conjunto de las entidades de crédito y los EFC a los "otros sectores residentes", según esos balances, aumentó "ligeramente" en enero de 2014, pues ese saldo incorpora por primera vez el crédito concedido por las entidades de crédito a los EFC (que representa en torno a 26.000 de euros).

Esta evolución afecta también a la ratio de morosidad, pues esta disminuye levemente al incrementarse el tamaño del denominador, es decir, el saldo de crédito.

Desde el 1 de enero, los Establecimientos Financieros de Crédito han dejado de ser considerados dentro de la categoría de entidades de crédito, según ha explicado el Banco de España. En una nota, el organismo señala que pese a ello se han mantenido dentro del grupo de Instituciones Financieras Monetarias, que es el que delimita los principales agregados monetarios y crediticios cuya evolución es objeto de un seguimiento especial por parte de la política monetaria.