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La ESA escoge sus dos próximas grandes misiones de exploración espacial

  • Explorarán el universo de altas energías y la gravedad
  • Su objetivo es estudiar la evolución a gran escala del universo
  • También la física implicada en ese proceso
  • Su lanzamiento está previsto para 2028 y 2034

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Impresión artística de una galaxia activa.
Impresión artística de una galaxia activa.

Planificar y ejecutar una misión espacial, sobre todo en el caso de las más complejas, puede llevar más de 20 años, así que no es de extrañar que los dos próximos lanzamientos recién anunciados dentro de la clase L del programa de ciencia conocido como Visión Cósmica de la Agencia Espacial Europea (ESA) tengan fechas de lanzamiento en 2028 y 2034.

Las dos, todavía sin bautizar y conocidas por ahora solo como L2 y L3, tienen como objetivo estudiar lo que la ESA ha denominado el universo invisible, en concreto los rayos X y las ondas gravitatorias.

Rayos X

La misión L2 intentará abordar dos cuestiones, cómo y por qué la materia ordinaria se agrupa para formar las galaxias y los cúmulos de galaxias que forman el universo que vemos hoy, y por otra parte cómo crecen, e influyen en su entorno, los agujeros negros.

Para ello habrá que lanzar al espacio un observatorio de rayos X lo más avanzado posible dentro de los límites impuestos por el presupuesto disponible, aunque dado que no es la primera vez que se lanza un observatorio de rayos X, la experiencia obtenida con otros observatorios como el XMM-Newton y el INTEGRAL servirá como punto de partida.

Ondas gravitatorias

Algo más complicado será el desarrollo de la misión L3, que tiene como objetivo estudiar la gravedad, buscando las huellas creadas por objetos celestes que ejercen una fuerte atracción gravitatoria, como por ejemplo parejas de agujeros negros cuyas órbitas los hacen acercarse poco a poco y que acabarán fusionándose.

Las ondas gravitatorias, predichas en la teoría de la relatividad general de Einstein, no han sido detectadas nunca, así que habrá que decidir qué tipo de instrumento se puede lanzar al espacio que pueda detectarlas de una vez, diseñarlo, y construirlo. Esta complicación adicional es lo que hace que esta misión no tenga previsto su lanzamiento hasta al menos dentro de 21 años.

Un largo proceso

El proceso de definición de estas dos misiones comenzó en marzo de 2013, cuando la ESA publicó la convocatoria solicitando propuestas para estas dos misiones, para lo que recibió 32.

Pero de hecho, el programa Visión Cósmica lleva en marcha desde 2005, habiendo tenido lugar la primera petición de definición de misiones para incluir dentro de este en 2007. Si todo va según lo previsto, en 2017 se lanzarán las primeras misiones salidas de este programa, el Solar Orbiter y CHEOPS.

El próximo paso para L2 será la publicación de una convocatoria de conceptos a principios de 2014 sobre como implementarla, un proceso que L3 seguirá más tarde.

A Júpiter

Por su parte, la misión L1 es la que más avanzada está dentro de la categoría de misiones grandes. Conocida como JUICE, de Jupiter Icy Moons Explorer, Exploradora de las Lunas Heladas de Júpiter, su lanzamiento está previsto para 2022, con la llegada a Júpiter en 2030 y la entrada en órbita alrededor de Ganímedes en 2033.

Todo un ejercicio de paciencia esto de la exploración espacial, y no solo por las grandes distancias involucradas.