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España rehabilita a Balboa 500 años después de haber descubierto el oceáno Pacífico

  • Fue el primer europeo que cruzó el itsmo de Panamá, atravesando Darién
  • Seis años después de desubrir el Pacífico, fue ajusticiado y decapitado
  • Madrid y Sevilla reivindican a Balboa en el quinto centenario de su descubrimiento

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Exposición Pacífico. España y la aventura del Mar del Sur

Se llamaba Vasco Núñez de Balboa. Nacido en Jerez de los Caballeros (Badajoz), 17 años antes del descubrimiento de América por Colón. Fue el primer europeo que atravesó el istmo de Panamá, abriendo así la primera vía de comunicación entre el Caribe y un nuevo océano, que Balboa llamó Mar del Sur (1513). Preparó una nueva expedición por ese mismo Mar, (1517-18) que podía haberle llevado a la conquista del imperio Inca. No pudo realizar su sueño pues acabó apresado y ajusticiado con apenas 42 años.

No había cuartel

Balboa se internó en Darién el jueves 1 de septiembre de 1513. Le acompañaban en su aventura 800 hombres, de ellos 190 españoles. Entre ellos estaba Francisco Pizarro, que pasados los años llegó a conquistador del Perú.

La empresa que se proponía no era fácil. Balboa y sus hombres se enfrentaban a tribus belicosas, que ennoblecían a los que caían heridos en el combate, recompensándoles con tierras y alguna mujer distinguida. No daban cuartel. Se comían a los enemigos que se rendían. No mataban a los prisioneros, sino que los esclavizaban marcándoles a fuego una señal en la frente.

Balboa supo ganarse su favor, imponiendo su autoridad y después buscando su alianza. Así pudo proteger su retaguardia, y conseguir poblados que le aprovisionaran y cuidaran sus enfermos, que retrasaban la expedición.

Balboa era temido y respetado entre los caciques, uno de los cuales, Careta, le dio como esposa a su hija. Además le hizo entrega de grandes tesoros, como la perla 'Peregrina' que perteneció a la Corona española y que, después de muchas vicisitudes, llegó a ser propiedad de Liz Taylor,

La maldición de Darién

Balboa y los suyos, hombres curtidos en el combate, cosidos sus cuerpos a cicatrices, también tuvieron que enfrentarse a la impenetrable selva de Darién, y a sus duras condiciones de humedad y calor. “Encomiéndate a la Virgen, porque en sus manos está la entrada del Darién; y a las de Dios, la salida”, afirmaba un epígrafe español del siglo XVI.

Hoy, Darién, con su medio millón de hectáreas, es Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera. Es un espacio único, con dos amenazas: la carretera panamericana, que romperá su aislamiento, y los madereros, que devastan el bosque. Además, los "narcos" y la guerrilla de FAR imponen también su ley.

El agua era salada

Balboa divisó el nuevo mar el día 25 de septiembre, a las diez de la mañana. Le parecía un espejismo después de más de 80 kilómetros de marcha interminable. Y sin ninguna baja. El día 30 Balboa, como capitán, y otros 67 expedicionarios llegaron a la bahía a la que llamaron San Miguel por ser la festividad de aquel día.

Aquellos hombres, rudos y curtidos en el combate, creían que soñaban, cuando veían aquel mar calmado e intensamente azul, que contrastaban con el verde esmeralda de la selva que habían dejado atrás. Pensaban que soñaban. Y trataron de comprobarlo, adentrándose en aquel mar, probando su agua. Era salada. Era mar. No era un sueño. Y dieron gracias a Dios por ello.

Adelantado del Mar del Sur

Balboa fue premiado por el rey con el nombramiento de adelantado del Mar del Sur y gobernador de las provincias de Panamá y Coiba, las tierras más ricas y prósperas, pero sin darle plenos poderes, pues se vería sometido en todo a Pedrarias Dávila, capitán general y gobernador de Castilla de Oro o Darién. La Corte de Madrid buscó con esta fórmula una solución salomónica, que contentara a Balboa y, sobre todo, a Pedrarias Dávila, un enemigo declarado del extremeño, un hidalgo, noble sin recursos..

Los dos representaban dos formas antitéticas de sometimiento de los pueblos indígenas. Pedrarias Dávila, un noble de rancio abolengo, defendía la conquista violenta a sangre y fuego. Balboa buscaba la alianza y el acuerdo con los caciques locales para su mayor provecho. Al final ganó la partida Pedrarias, que supo utilizar sus mejores bazas: la intriga y la doblez. Balboa cayó fácilmente en sus garras.

Con los barcos a cuestas

Balboa recorrió en tres ocasiones el istmo del Panamá . En la última pensaba realizar una exploración a gran escala del nuevo mar que él había avistado. Y necesitaba barcos. Tres bergantines. En su tiempo, claro, no existía el actual canal de Panamá. Y no tuvo más remediar que atravesar Darién con los barcos despiezados como un inmenso mecano para luego volver a montarlos.

Durante un año exploró las costas de San Miguel (1517-1518), lo que suscitó el recelo Pedrarias Dávila. Quiso acabar con Balboa. Si triunfaba en su empresa de llegar a Perú, podía significar su caída en desgracia y su final.

Su cabeza, en una pica

Pedrarias llamó a Balboa a la ciudad de Acla, donde fue hecho prisionero y ajusticiado, acusado de traición . Fue rechazada su petición de apelar al emperador y al consejo de Indias, las instancias superiores, para demostrar que no era un traidor y un usurpador de tierras de la Corona,tal como le acusababa Pedrarias. Antes de ser decapitado, Balbao protestó: “No he tenido otro pensamiento que acrecentar al rey sus reinos y señoríos”.

Le siguieron en el suplicio sus hombres más leales: Luis Botello, Hernan Muñoz, Fernando Argüello y Andrés de Valderrábano, escribano real, natural de San Martín de Valdeiglesias. No acabó todo aquí.

Los bienes de Balboa fueron confiscados. Sus escritos, recogidos. Hasta el perro fiel de Balboa, Leoncico, fue enveneado.

La cabeza de Balboa fue colocada en una pica. Una noche desapareció. Dice la leyenda que se la llevaron los indios y que hoy en día la siguen venerando. Balboa es su dios.

La fracasa expedición de Strain.

En el siglo XIX Estados Unidos soñaba con un canal por Centroamérica Y con ese objetivo mandó en 1854 al teniente Isaac Strain para que se internara por el Darién y estudiar una posible trazado de un canal que comunicara el Caribe con el Pacífico. Strain, con 27 hombres, desembarcó en la bahía de Caledonia, la tierra de los gunas, conocida como San Blas y desde el año 2011 llamada Guna Yala, en Panamá.

No se volvió a tener noticias de Strain hasta cuarenta y nueve días después de su partida. Strain pesaba 34 kilos, y sin recuperarse del todo moría unos años más tarde, con un pensamiento que le atormentaba: “La selva… Todos, ¡muertos!. La selva”. Dairén había acabado con él.

Otra expedición británica también fracasó por aquel entonces. Sólo pudieron avanzaran 26 millas en 19 días. Regresaron con cuatro hombres asesinados por los indígnes y uno que murió de agotamiento.

Desconocían estos expediciones a Núñez de Balbao, cuya gesta quedó eclipsada por otra mucho mayor. La primera circunavegación del planeta realizada por Juan Sebastián Elcano y Fernando Magallanes en 1522 tras tres años de navegación.

Por la ruta de Balboa

Un documental, estrenado el pasado día 3 de octubre en la Casa de América, en Madrid, ha reconstruido la ruta de Balbao hacia el Mar del Sur

Quinientos años después de su avistamiento del Pacífico, Sevilla y Manila, y también Madrid, recuerdan a este descubridor con exposiciones que reivindican a Balboa, héroe en Panamá, y prácticamente olvidado en España. Es una forma de reconocimiento oficial, en la que han intervenido de forma activa la Sociedad Estatal de Acción Cultural de España y el Museo Naval, además de la Casa de América y el Archivo de Indias.