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Mohamed Merah, el mecánico talibán de Toulouse

  • Este joven de origen argelino empezó como delincuente común en Toulouse
  • Se radicalizó tras entrenarse con los talibanes paquistaníes
  • De vuelta a Francia trabajó como mecánico
  • Consulta las claves del asedio del asesino de Toulouse

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Primeras imágenes del sospechoso, Mohamed Merah

Con tan solo 23 años y rodeado de 300 policías en su domicilio en Toulouse,  Mohamed Merah, aparentemente un discreto mecánico de origen argelino, podría sentir pánico tras convertiese en el máximo sospechoso de la cadena de asesinatos que han conmocionado a Francia.

Sin embargo, las apariencias engañan, ya que la experiencia de este joven con barba y aspecto tranquilo, bajo vigilancia por los servicios de inteligencia francesa durante años, le ha curtido para esta y otras batallas.

Merah empezó a ser conocido por las autoridades en su juventud, cuando fue condenado hasta en quince ocasiones por tribunales juveniles, la mayoría de ellas por robos, algunos de ellos con violencia, y estuvo en la cárcel por cortos periodos de tiempo.

Posteriormente quiso entrar en la Legión Extranjera, donde fue expulsado en su primer día por no pasar las pruebas de integración.

Entonces entró en contacto con medios islamistas radicales con los que también estaba relacionado su hermano, el cual fue detenido esta madrugada.

"Su radicalicación se produjo en un grupo de ideología salafista y parece que se fortaleció en dos viajes que hizo a Afganistán y Pakistán", ha detallado el ministro de Interior, Claude Gueant, que ha querido dejar claro que, aunque se le tenía fichado desde hace tiempo, "no había evidencia de que estuviese planeando acciones criminales".

Viajes a Afganistán

En efecto, Merah, que asegura pertenecer a Al Qaeda, efectuó dos viajes a la frontera entre Pakistán y Afganistán, en 2010 y 2011,  para integrarse en grupos combatientes de talibanes en la porosa región fronteriza tribal donde opera también el grupo de los Haqqani, considerado por Estados Unidos uno de los principales obstáculos para la pacificación de Afganistán, según Le Monde.

Tras haber sido sometido a entrenamiento por estos grupos, el joven efectuó incursiones en Afganistán para combatir a las fuerzas de la OTAN.

Durante el primero de esos viajes, Merah fue recogido por casualidad en un control de carretera por la policía local en Kandahar, que lo entregó al ejército de Estados Unidos, que a su vez lo envió de vuelta a Francia, según François Molins, el fiscal encargado del caso.

Molins ha detallado que Merah pasó un año en la región de Waziristán, en la frontera de Afganistán con Pakistán, donde recibió entrenamiento militar.

Fuentes estadounidenses han asegurado a Reuters que probablemente más que un miembro de la estructura de Al Qaeda, Merah se convirtió en un 'lobo solitario', con unos pocos cómplices incluyendo quizá su hermano mayor, Abdelkaser, de 29 años, que es conocido por los servicios de seguridad por ayudar a entrar en Irak a yihadistas en 2007.

Su segundo viaje a Afganistán lo hizo en 2011 pero tuvo que volver a los tres meses, en octubre, al contraer la hepatitis A. Tras su regreso Merah llevaba una vida aparentemente convencional.

Un tipo normal

"Era extremadamente normal", ha declarado a Reuters Cedric Lambert, padre del vecino de arriba de Merah, que detalla que le ayudó a llevar un pesado sofá por las escaleras hace diez meses.

Más aún, un grupo de cuatro hombre de orígenes y edad similares a Merah acudieron a su bloque de apartamentos el miércoles para persuadirle de que se rindiera pero fue frenado por la Policía.

Todos han asegurado que nunca habían hablado con su amigo de religión y que desconocían que había estado en Afganistán.

Un amigo del sospechoso que se ha identificado como Kamal, asesor financiero de La Baque Postale, ha contado a Reuters que conoció a Merha en la escuela y que entrenan en un equipo de fútbol juntos desde hace dos años.

"Es alguien muy discreto.  No es alguien que vaya por ahí fanfarroneando y diga 'Mira mi nueva novia, mira que grande soy0. Es muy educado y siempre se comporta muy bien", ha recordado.

"Nunca habló del Islam pero rezaba, rezaba cinco veces al día, pero no hay nada extraño en eso", ha subrayado.

Otro amigo que no se ha querdio identificar y que fue a primaria con Merah profundiza en ese perfil. "Le gusta el fútbol y las motocicletas como a cualquier chico de su edad. Ni siquiera sabía que rezaba", ha asegurado el hombre, vestido con la camiseta oficial de la selección francesa.

La pista que llevó hacia él que fue encontrada el lunes por la tarde gracias a internet y a las conexiones que mantuvo en relación con la primera víctima, un militar asesinado en Toulouse el pasado día 11.

La IP y la moto

Los investigadores comprobaron que 575 personas consultaron el anuncio que el suboficial puso en internet para vender su moto, y que una de las direcciones IP era la de la madre del sospechoso.

La prueba definitiva llegó cuando un concesionario de Yamaha de Touoluse le identificó como la persona que acudió al establecimiento para desactivar el "tracker" de la moto con la que cometió los asesinatos, un dispositivo electrónico situado sobre las ruedas que se activa en caso de robo.

Se decidió poner bajo escucha los teléfonos de varios miembros de la familia, entre ellos el hermano del joven acorralado, que ya ha sido detenido.

Fuertemente armado, Merah recibió a los agentes con disparos esta madrugada cuando se dirigieron a detenerle a su domicilio en un barrio residencial de Toulouse, la Côte Pavée.

El joven se definió como un muyaidín de Al Qaeda y confesó ser el autor de las tres matanzas de los últimos días en Toulouse y su región, un soldado el pasado día 11 en la ciudad, otros dos, cuatro días más tarde, en la vecina Montauban y cuatro más, tres de ellos niños, en un colegio judío de Toulouse el pasado lunes.

Según ha asegurado a los agentes que le mantienen rodeado, mató a los niños por "venganza" de los menores que fallecen en Palestina y a los soldados por las intervenciones francesas en el extranjero, en particular en Afganistán.