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Más de un millón de pensionistas perderá poder adquisitivo tras la subida del IRPF

  • Afectará a los pensionistas que cobran más de 22.000 euros al año
  • Los contribuyentes pagarán unos 222 euros más tras la subida del IRPF
  • Las clases medias y bajas serán las más perjudicadas por esta medida

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La subida del IRPF aprobada por el Gobierno el pasado viernes  costará de media 222 euros anuales a cada contribuyente y recaerá en  su mayor parte sobre las clases medias y bajas con ingresos por  debajo de los 33.000 euros anuales, que representan el 85% de los  trabajadores, según datos de los técnicos del Ministerio de Hacienda  (Gestha).

De este modo, los asalariados que se mueven en el entorno del  'mileurismo', es decir, aquellos que ganan hasta 17.700 euros brutos  anuales y que representan el 55% del total deberán pagar a Hacienda  unos 23 euros más al año, mientras que quienes superen esa cantidad,  pero no lleguen a 33.000 euros, deberán desembolsar unos 165 euros  más.

Estos dos tramos de ingresos, unidos al de los asalariados que no  alcancen los 53.400 euros, cuyo gravamen extra rondará los 490 euros,  aportarán en conjunto unos 2.065 millones de euros anuales, lo que  supone más de la mitad de los 4.111 millones de euros que el  Ejecutivo prevé recaudar gracias a esta subida temporal del IRPF.

En el extremo opuesto, aquellos que ganan más de 300.000 euros  anuales y que apenas suponen un 0,2% del total contribuirán con una  mayor cuantía, unos 16.187 euros anuales, aunque el peso total de  esta aportación no alcanzará siquiera los 465 millones de euros.

La modificación del IRPF también afectará a los ingresos  provenientes del ahorro. Así, los pequeños ahorradores que ganen  menos de 6.000 euros anuales a través de esta vía -más del 95% del  total- tan solo tendrán que pagar 25 euros más al año, cifra muy  reducida en comparación con los más de 6.650 euros que tendrán que  aportar de media quienes obtengan más de 24.000 euros al año por este  concepto.

El aumento de los gravámenes al ahorro tan sólo generará unos  1.246 millones de euros anuales, por lo que el 80% de la nueva subida  recaerá una vez más sobre los trabajadores, incluidos los  desempleados y pensionistas, y no, como hubiera sido deseable según  Gestha, sobre otros rendimientos más vinculados a los grandes  patrimonios, como los de capital.

Algunas pensiones perderán poder adquisitivo

En este sentido, el secretario general de los técnicos de  Hacienda, José María Mollinedo, considera positivo que en las nuevas  medidas el Ejecutivo eche mano de este tipo de ingresos "más  exclusivos", aunque matiza que aún es necesario eliminar ciertas  normas contrarias a la progresividad, empezando por excluir las  ganancias patrimoniales especulativas como rentas del ahorro.

Por otro lado, entre las consecuencias de esta modificación del  IRPF, los técnicos de Hacienda destacan que la actualización de las  pensiones apenas se notará en el bolsillo de los jubilados, y en  algunos casos se verá incluso neutralizada por la subida de  impuestos.

De este modo, y según sus cálculos, en España hay más de un millón  de pensionistas (el 13,4% del total) que, al percibir prestaciones  por encima de los 22.000 euros durante el pasado año, verán eclipsada  su revalorización y terminarán perdiendo poder adquisitivo durante el  próximo año.

Gravamen sobre las grandes empresas

Por ello, de cara a las nuevas medidas de ajuste que el Ejecutivo  prevé aprobar en breve para contener el déficit, Gestha aboga por la  creación de un nuevo tipo impositivo para las grandes empresas,  aquellas cuya facturación supere los 45 millones de euros, elevando  del 30% al 35% el gravamen aplicable a los beneficios que superen el  millón de euros.

Gracias a esta medida, calcula Gestha, la recaudación se elevaría  ya en más de 13.900 millones de euros anuales, cantidad muy superior  a la que se obtendrá por la modificación del IRPF, además de  reducirse la brecha que separa el tipo medio efectivo de las  microempresas y pequeñas empresas frente al menor tipo efectivo de  las grandes corporaciones.

Por último, Gestha ha recordado que la mejor forma de revitalizar la  economía sin afectar a los salarios pasa por luchar contra la  economía sumergida, que supone cerca de 245.000 millones anuales, el  23,3% del PIB, así como por la creación de un impuesto sobre la  riqueza, una modificación de las Sicavs para establecer un porcentaje  máximo de participación de entre el 2% y el 5% del capital social o  un impuesto a las transacciones financieras.