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Plantar al jefe, evitar un desahucio, casarse o estudiar, sueños cumplidos con el Gordo de 2010

  • "Que me tocara me vino de muerte porque me iban a quitar el piso"
  • "Le dije a mi jefe: Despídeme si quieres pero pasaré las fiestas en casa"
  • Algunos de los agraciados cuentan su historia en RTVE.es un año después
  • Sigue el sorteo de la Lotería de Navidad en directo en TVE, RNE y RTVE.es.

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LA ALEGRÍA SE DESBORDA EN PALLEJÀ, DONDE UN BAR REPARTE GRAN PARTE DEL GORDO
El propietario del bar regentado por José Antonio Maldonado (c), en la localidad barcelonesa de Pallejà (Barcelona), vendió 60 series del Gordo en 2010, el número 79.250, agraciado con 180 millones de euros.

“Que me tocara el Gordo me vino de muerte porque me iban a quitar el piso y tengo un niño de ocho años”. Son las palabras de Sandra, una de las agraciadas el año pasado con el premio Gordo del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad.

Esta mujer de 34 años no podía imaginarse como la grave situación de su familia se solucionaría al instante por un golpe de suerte. Sandra ha descrito a RTVE.es que las pasadas fiestas ella y su marido estaban en paro, cobrando la ayuda de los 426 euros. “Entre los dos ingresábamos 800 euros y teníamos que pagar 1.200 solo de hipoteca, ya teníamos varias letras atrasadas”. Y lo siguiente habría sido el desahucio, pero la bola con el número 79.250 salió del bombo de la lotería, y ellos tenían un décimo.

Entre los dos ingresábamos 800 euros y teníamos que pagar 1.200 solo de hipoteca

Cuando no ves salida por ningún lado, esto es un milagro”, explica Sandra. El piso valía 40 millones de las antiguas pesetas y “al tocarnos el Gordo lo pagamos entero”. “También llevamos a nuestro hijo a Disneyland París, que era su ilusión, y lo demás lo guardamos en una cartilla”.

Esta familia, a pesar de que conserva parte del premio, asegura que mantiene su viejo coche de más de diez años porque no creen que sea bueno “gastar como locos”. “Cuando lo has pasado mal aprecias las cosas de otra manera y no derrochas”, afirma.

"A mucha gente se le va la pelota"

Lo mismo opina Kiko, otro de los agraciados con el Gordo en 2010. “Hay mucha gente a la que se le ha ido la pelota, se compran Mercedes y esas cosas y lo pierden todo”. Él lo tiene claro: “Esto viene una vez y no va a venir más, por eso hay que comprar cuatro caprichos y lo demás guardarlo”.

No obstante, Kiko mantiene la ilusión y confiesa entre risas que mientras el año pasado llevaba seis décimos, este año ha comprado 40. “Yo antes pensaba que esto era imposible, pero sí toca”, asegura.

Yo antes pensaba que esto era imposible, pero sí toca

Con los 300.000 euros de premio este hombre de 42 años ha montado su propia empresa de construcción, una profesión a la que se ha dedicado toda la vida en situación irregular por no poder afrontar los gastos de autónomo. “Con el dinero he reformado mi casa, he creado mi empresa y ahora voy a montar un bar”, explica a RTVE.es.

Plantar al jefe, otro deseo frecuente

Carlos, camionero de 43 años tenía previsto pasar las fiestas de Navidad trabajando solo en la carretera y durmiendo en el camión. Su jefe le había advertido que a partir de ahora debería hacer rutas más lejanas y pasar más tiempo fuera de su pueblo. A Carlos eso le suponía renunciar a sus hobbies: jugar al fútbol y presentar un programa deportivo en la radio local de su pueblo, Pallejá, donde se vendieron en el bar Maldonado 60 series del primer premio.

Cuando los niños de San Ildefonso cantaron su número su suerte cambió. Fue directo a decirle a su jefe que pasaría las fiestas en casa, y que si no estaba de acuerdo que le despidiese. Este, en cambio, le ofreció ser su socio y le pidió que invirtiese 200.000 euros de su premio en la empresa, pero Carlos declinó la oferta.

Gané muchísimo en calidad de vida, me iba a pasar todas las navidades fuera

Ahora es autónomo y asegura que vive mejor. “Gané muchísimo en calidad de vida, me iba a pasar todas las navidades fuera”. “Ahora a las 17.00 estoy en casa todos los días, y puedo seguir jugando al fútbol y haciendo mi programa deportivo de radio cada lunes y cada viernes”. Esto último lo lleva haciendo 10 años de forma altruista, los siete últimos como director.

Pero el premio de Carlos dio más de sí. Su capricho fue comprarse un coche. Además se casó con su pareja después de 12 años y cumplió uno de sus sueños al ir a Madrid a estudiar un master de radio y televisión. “Ahora estoy a la espera de hacer las prácticas en una cadena. Quien sabe, a lo mejor hasta puedo cambiar de profesión”, comenta ilusionado a RTVE.es.

Nunca se sabe donde puede tocar. Tengo la esperanza de que vuelva a caer aquí

Simón y su familia también resultaron agraciados. Él solo llevaba una participación pero a su hermano le tocaron dos décimos. “Hemos tenido muchísima suerte, es un milagro”, asegura. Simón mantiene la ilusión en el tradicional sorteo de la Lotería de Navidad: “Nunca se sabe donde puede tocar. Tengo la esperanza de que vuelva a caer aquí”, ha confesado.