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Hizbulá rechaza que Líbano pague su contribución al tribunal del caso Hariri

  • El grupo chií reitera su oposición al Tribunal que lleva el caso
  • Considera que es un "instrumento estadounidense-israelí"

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El jefe del grupo chií libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, ha reiterado este jueves su rechazo al tribunal internacional que investiga el asesinato del exprimer ministro Rafic Hariri en 2005, así como que Líbano pague su parte en la financiación de la corte.

"El Tribunal Especial para el Líbano (TEL) continúa siendo un instrumento estadounidense-israelí, está politizado y es injusto hasta que demuestre lo contrario", ha declarado Nasralá en un discurso.

El líder de Hizbulá ha explicado que su formación, presente en el Gobierno, no está de acuerdo con que Líbano contribuya a la financiación del TEL, que ha acusado del asesinato a cuatro miembros del grupo chií.

Condiciones explícitas

Asimismo, ha expresado su esperanza de que el dinero para pagar la cuota del Líbano "no sea sacado de los bolsillos de los libaneses" sino de donaciones.

Por otro lado también ha criticado que no se celebrara una reunión del gabinete para aprobar esta decisión, porque de haber sido así el grupo chií habría votado en contra.

El pasado día 30, Líbano pagó la cantidad que le corresponde en la financiación del TEL, creado en 2007 a petición de Beirut y mediante una resolución de la ONU, para evitar así una nueva crisis política en el país.

El primer ministro, Nayib Mikati, había amenazado la semana pasada con dimitir si el Líbano no cumplía con sus compromisos internacionales.

Para Nasralá, cuyo grupo se niega a detener a los cuatro acusados por el TEL, Mikati ha tomado esta decisión "bajo su responsabilidad".

En su opinión, es el momento de que "el gobierno sea eficaz, tome su responsabilidad nacional" y haga justicia con aquellas personas que fueron detenidas durante varios años acusadas por error de este asesinato.

El TEL está encargado de juzgar a los responsables del atentado con coche bomba en el que Rafic Hariri y otras 22 personas murieron el 14 de febrero de 2005 en el centro de Beirut.