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La presión sobre su deuda reaviva las dudas sobre un posible rescate de Portugal

  • El tesoro portugués ha colocado bonos con holgura, pero a mayor interés
  • La agencia S&P mantiene la vigilancia negativa sobre la deuda portuguesa
  • El primer ministro niega que necesiten ayuda externa tras reunirse con Merkel

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La presión sobre la deuda soberana portuguesa ha reavivado las dudas sobre un posible rescate europeo de Portugal, después de que el tesoro portugués haya colocado bonos este miércoles en el mercado con holgura, ya que la demanda casi ha triplicado la oferta, pero a un tipo de interés más elevado y, sobre todo, por las advertencias de la agencia de calificación Standard & Poor’s sobre la solvencia del país.

S&P, que ahora califica la deuda portuguesa como A-, cree que Portugal puede verse forzado a pedir un rescate financiero y ha señalado que mantiene esa nota en vigilancia con perspectiva negativa por sus "elevadas necesidades de financiación externa" y las "fuentes de financiación reducidas".

La agencia había situado la deuda soberana lusa el pasado 30 de noviembre en vigilancia con implicaciones negativas y se dio un plazo de tres meses para anunciar una nueva decisión. S&P ha recalcado, en este sentido, que estará también pendiente a los resultados de la próximas cumbres europeas de este mes de marzo, claves para el futuro de Portugal.

Emisión de deuda

Coincidiendo con el dictamen de la agencia, el tesoro portugués ha acudido al mercado y ha logrado colocar 1.000 millones de euros en deuda a seis y 12 meses con intereses algo más altos que en la anterior emisión. Aunque se preveía un montante mayor, el importe colocado, con una demanda casi tres veces superior a la oferta, ha sido de 450 millones a 12 meses al 4,05% (3,98% en la anterior emisión) y 550 millones a seis meses al 2,98% (el mismo tipo de la última operación similar).

Además, el tesoro portugués ha recomprado 110 millones de euros en bonos con vencimiento en abril y mayo para aliviar la presión sobre sus títulos, muy elevada en las últimas semanas, en el mercado secundario de deuda, donde se ha pagado un interés superior al 7% en las últimas 18 jornadas de cotización, la cifra límite a partir de la que se multiplica el riesgo de recurrir a la ayuda externa, como ya hicieron Grecia e Irlanda

Especialmente significativa ha sido la evolución de sus títulos de deuda con vencimiento a cinco años, que comenzaron 2011 en el entorno del 5%, alcanzaron el 6% el 18 de enero y no han bajado del 7% desde el 17 de febrero, un tipo muy similar a la de los bonos a 10 años que sirven de referencia en el mercado.

Lisboa, que tasó en 20.000 millones de euros sus necesidades de financiación para 2011, ya ha emitido en total 9.254 millones de euros en deuda soberana en lo que va de año, pero a los intereses más altos de la última década.

Reunión entre Merkel y Sócrates

De este modo, la situación financiera de Portugal ha sido uno de los principales asuntos que han abordado este miércoles la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro luso, José Sócrates, durante la reunión que han celebrado ambos en Berlín.

Merkel ha alabado las reformas y recortes del gasto emprendidos por los portugueses, que ha calificado de "valientes", aunque ha señalado que el Gobierno luso debe profundizar en ese camino. Sócrates, en cambio, ha insistido en que la crisis de la deuda necesita una respuesta común de la zona del euro, siempre subrayando que Portugal no necesita ayuda externa, y ha respaldado el pacto de competitividad propuesto por Merkel para conseguir "una mayor convergencia europea".

La reunión entre Merkel y Sócrates tiene como telón de fondo las negociaciones en el seno de la Unión Europea para ampliar y flexibilizar el actual fondo de rescate comunitario y diseñar instrumentos financieros con los que hacer frente a la crisis de la deuda soberana, que deben culminar en el Consejo Europeo del próximo 11 de marzo.

Miembros del Ejecutivo luso han hecho pública su decepción por la ausencia de resultados visibles durante la última reunión mantenida por los ministros de economía de los 27 países miembros de la UE (Ecofin) y reclaman la adopción de medidas urgentes a nivel comunitario para frenar la presión sobre su deuda soberana.

Alemania, por su parte, ha mostrado reticencias tanto a la propuesta de aumentar el fondo de rescate -actualmente es el país que más dinero aporta- como a la de emitir deuda pública europea y exige a cambio la adopción de un plan de competitividad que empezará a debatirse en una cumbre extraordinaria el próximo 11 de marzo.