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El ratón que trina como un jilguero

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Entre probetas

¿Quién dice que la Ciencia y, sobre todo, su Divulgación (ambas conmayúsculas) tienen que ser aburridas?¿Se puede divulgar e informar de los principales logros e hitos científicos sin dejar el humor, motor de vida, en el intento? Entre Probetas nació para informar. Entre Probetas surge para divertir. Mi labor como Profesor, Investigador y Director de Cultura Científica de una de las mejores universidades y centro de investigación del país -Universidad Autónoma de Madrid y Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, respectivamente- me permiten estar en primera línea informativa en áreas afines, o no tan afines, a mi propio desarrollo como científico; como biólogo molecular y microbiólogo. Emisión: Lunes a Jueves 15.36; Sábado 14.52; Domingo 09.52 y 14.52

Debo reconocerles que con noticias como esta, la imagen seria de los organismos modificados genéticamente que muchos científicos nos esforzamos en mostrar podría tambalearse pero, ya se sabe, lo cortés no quita lo valiente.

A pesar de lo imprescindibles que para la civilización actual resultan los transgénicos -desde fármacos elaborados en bacterias, detergentes, enzimas y otros muchos prodigios biotecnológicos-, a veces nos sorprenden noticias curiosas.

Por ejemplo el intento por una empresa de Taiwán de hacer negocio elaborando un pez fluorescence -perla negra se llamaba el pobre gusiluz- con fines meramente ornamentales o el reciente anuncio de investigadores de la Universidad de Osaka, en Japón, que afirman haber conseguido mediante transgénesis, aunque sin querer, unos ratones capaces de trinar. Si, ha escuchado bien: ratones trinadores cual jilgueros...

Los autores dicen que todavía no han publicado nada al respecto pero, como otras muchas veces, ya han filtrado su rocambolesca historia a todos los medios del globo, incluido un vídeo con el jilguero-ratón en pleno cante jondo.

Según cuentan, tras cruzar roedores transgénicos al azar para estudiar los posibles cambios fisiológicos que aparecían, empezaron a observar monstruitos con patas cortas, colas como las de los perros salchichas o, como en el caso comentado, bichos con registros vocales insólitos.

En principio, los científicos afirman querer estudiar de este modo tan raro el origen del lenguaje en los pájaros, pero Arikuni Uchimura, uno de los responsables, ya comenta tener la esperanza de recrear al ratón Mickey.

Desde luego, tengo mis dudas de la seriedad de esta investigación. De lo que sí creo estar más seguro es que, este trabajo merece ser candidato a un prestigioso premio. Concretamente, a los famosos premios antiNobel.

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