Enlaces accesibilidad

Algunas zonas de Madrid ya han superado los límites de contaminación fijados para todo el 2011

  • Así lo registran varias estaciones que miden la contaminación
  • Coslada y Leganés superaron la media de dióxido de nitrógeno en 2010

Ver también:Ver también: Informe sobre la calidad del aire en Madrid y la Comunidad de Madrid

Enlaces relacionados

Por
Programa de Control de calidad del aire de todas las comunidades autónomas

Los contaminantes más problemáticos

1. El dióxido de nitrógeno (NO2: proviene, sobre todo, de la oxidación del nitrógeno. En las grandes ciudades, su fuente principal son las emisiones originadas por los vehículos.

2. El ozono troposférico (O3: es un poteten agente oxidante. Se forma mediante una compleja serie de reacciones fotoquímicas en las que participan la radiación solar, el dióxido de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles. Es un contaminante secundario que se forma a partir de contaminantes precursores cuando se dan las condiciones meteorológicas adecuadas. Afecta más a los cinturones metropolitanos y las zonas rurales que a las grandes ciudades.

En 2010, ocho de las 23 estaciones de la Comunidad de Madrid se superaron los límites legales (además de en dos estaciones de la ciudad de Madrid) En algunos casos se llegó a triplicar los niveles permitidos, como en Orusco. Otros lugares afectados son Majadahonda, Algete y Alcalá de Henares.

3. Partículas en suspensión: son sustancias orgánicas o inorgánicas que proceden de diferentes lugares (el tráfico, la actividad industrial...) En relación con sus efectos sobre la salud se suelen distinguir entre las PM10 (partículas menores de 10 micras que pueden penetrar hasta las vías respiratorias) y las PM2,5 (partículas menores de 2,5 micras que pueden penetrar hasta las zonas de intercambio de gases del pulmón)

En 2010, y según la legislación actual, en la Comunidad de Madrid se superaron los valores límites diarios de las PM10 en Torrejón, Alcalá y Legan&

"En lo que llevamos de año, varias estaciones que miden los niveles de contaminación en Madrid han superado el límite de dióxido de nitrógeno establecido para todo el 2011", asegura Paco Segura, responsable de Transportes de Ecologistas en Acción. Esa es la realidad que afecta a la capital de España, según los datos ofrecidos este miércoles por la asociación ecologista.

Esa afirmación se sustenta en las leyes. La legislación europea establece que no puede haber más de 200 µg/m3 (microgramos por metro cúbico) de dióxido de nitrógeno durante 18 horas al año. La finalidad de esta medida es proteger a la población de exposiciones a altos niveles de este contaminante, aunque sea por cortos periodos de tiempo.

Según los datos ofrecidos en rueda de prensa por Ecologistas en Acción, en dos de las estaciones madrileñas ya se han superado esas horas en los 40 días de este 2011. Son la de Fernández Ladreda, (situada en la Plaza Elíptica de Usera, en el sur de Madrid); o la de Ramón y Cajal, establecida en Chamartín (al norte de la ciudad): ambas han superado los 250 µg/m3.

La primera ha superado durante 21 horas este índice y la segunda, la de Ramón y Cajal, en 19 horas, según los datos que ofrece en su web el Ayuntamiento de Madrid. El año pasado, en 2010, 6 estaciones rebasaron ese valor límite horario (las dos citadas y otras cuatro situadas en el Barrio del Pilar, Cuatro Caminos, Vallecas y el barrio de Salamanca).

"La situación es muy grave"

"¿Qué tiene que pasar para que el Ayuntamiento de Madrid active el umbral de alerta a la población?", se preguntan desde Ecologistas en Acción, organización que califica la situación de "muy grave".

Según el protocolo del consistorio madrileño, sólo se avisará a la población cuando todas las estaciones superen los 400 µg/m3 durante un periodo de tres horas seguidas, algo que, según los ecologistas, "no va a ocurrir nunca". De hecho, en 2010, solo una estación registró ese nivel en dos ocasiones: la colocada en Ramón y Cajal.

La ley que regula estas alertas es ambigua. Algunas ciudades alertan a sus ciudadanos sólo con que en algunas de sus estaciones recojan estos niveles. "Y el Ayuntamiento de Madrid ha elegido la opción más restrictiva, lo que creemos un error", asegura Paco Segura.

Por eso los ecologistas piden "que se avise a la población mucho antes, cuando haya previsión de que se va a superar los límites legales por las condiciones climáticas. Y en ese caso se actúe restringiendo el tráfico, principal fuente de emisión de esas partículas, y no solo pidiendo por favor que se use el transporte público".

Comunidad de Madrid

Según los ecologistas, la situación tampoco es muy esperanzadora en el resto de la Comunidad de Madrid. "Durante 2010 se volvieron a superar los límites legales y recomendados para la protección de la salud", ha aseverado Paco Segura.

De hecho, para el dióxido de nitrógeno, el valor límite anual establecido por la legislación para la protección de la salud no debería ser mayor de 40 µg/m3 (microgramos por metro cúbico). Sin embargo, en Coslada se registraron 46 µg/m3; en Leganés, 44 µg/m3; y la misma cantidad en Madrid.

"Pero estos datos no significan que no se hayan superado los valores en otras localidades: lo que sucede es que no hay estaciones para medir la contaminación en esas ciudades o pueblos", ha subrayado la organización ecologista.

La crisis, una aliada para el medio ambiente

Ecologistas en Acción reconoce que la contaminación ha ido disminuyendo en todas las ciudades y Comunidades Autónomas de España, incluida Madrid.

Pero las causas que justifican ese descenso, que no es suficiente, se debe, entre otros motivos, a que "la crisis ha reducido el número de personas que utiliza el coche como medio de transporte y ha bajado la venta de combustibles".

Otro de los aliados han sido las lluvias, que ayudan a dispersar las partículas contaminantes, y que han sido muy cuantiosas en los últimos años.

"Pero eso no es suficiente", subrayan desde la asociación, que demanda "un plan para reducir los alarmantes niveles de contaminación" que pasa por fomentar el transporte público y no crear tantas infraestructuras viarias ya que "tener más autovías o más carreteras supone hacer una llamada a que la gente use su vehículo".