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Rajoy ofrece su apoyo a Zapatero para que 2011 no sea "otro año perdido" en "promesas incumplidas"

  • Dice que ya solo le preocupa la "herencia" del Gobierno
  • Promete tener "altura de miras" para reformas como la de las pensiones
  • Subraya lo incumplido por Zapatero en un año de "recortes sociales"

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Mariano Rajoy ha hecho balance del año

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha pedido al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que 2011 no sea "otra vez un año perdido" y ha acusado al líder socialista de no cumplir los compromisos que se había propuesto para este año que ahora acaba.

"Las promesas del presidente del Gobierno se han quedado en palabras. El llegar siempre tarde, el ir por detrás de los acontecimientos y la ausencia de un plan global han agravado aún más la situación de la economía española y la situación de las familias españolas", ha subrayado en una comparecencia en la sede del PP, en la calle Génova en Madrid, que ha coincidido con el balance anual que realiza el presidente del Gobierno.

Promesas incumplidas...

Rajoy ha querido contrastar lo dicho por Zapatero hace un año y lo que él defendió en una comparecencia similar para mostrar cómo el jefe del ejecutivo no ha cumplido sus promesas, especialmente el de garantizar los derechos sociales que, a su juicio, han sufrido "el mayor recorte de la democracia".

En concreto, Rajoy ha recordado que los tres ejes de las promesas de Zapatero para 2011, la ley de Economía Sostenible, el pacto social para la reforma laboral y el Pacto por la Educación, no se han cumplido.

Por contra, el líder de la oposición ha querido resaltar que las metas que él estableció para 2010 aún siguen pendientes para el año que viene.

"La inmensa mayoría de estas tareas siguen pendientes, y por tanto de cara al año próximo lo más urgente es ponerlas en marcha, si caben con más urgencia que en el año pasado", ha resaltado.

...Y mano tendida

En este sentido, Rajoy ha prometido que tendrá "altura de miras" y ha relatado los puntos de acuerdo que podría tener con el ejecutivo sobre reformas estructurales, desde la financiera "que va muy lenta" hasta una posible revisión de la reforma laboral "que podría tener en las enmiendas presentadas por el PP una buena base", así como la reforma de pensiones bajo la base de las recomendaciones del Pacto de Toledo.

El líder del PP se ha empeñado en recordar las iniciativas del Gobierno que ha apoyado su partido: "Hemos aprobado 36 de las 58 iniciativas que ha presentado el gobierno que han sido tramitadas en el pleno, 96 de 144 en el conjunto de la legislatura".

"Seguimos hablando con el Gobierno y seguimos dispuestos a hablar", ha subrayado el líder del PP, que sin embargo considera que "para que las cosas puedan mejorar de verdad hace falta un profundo cambio político en España porque son muchas las cosas a cambiar".

Rajoy se ha mostrado convencido de que "hace falta un profundo cambio en España" para que todo pueda mejorar, sobre todo después de "muchos años de inacción" o de "ir en direcciones equivocadas".

A juicio de Rajoy "no hay confianza posible cuando la crisis no se explica" y se "reacciona con medidas inconcretas o atropelladas o impuestas desde fuera".

El líder popular se ha mostrado convencido de que España puede mirar al futuro con confianza porque existen "recursos humanos" y hay un capital construido en las últimas décadas de andadura democrática y una sociedad fuerte que "no se resigna a la decadencia".

Contención preelectoral

En este sentido, ha subrayado que en España hay "buenos emprendedores, excelentes empresas" y ha comentado que las cosas funcionan "cuando hay un gobierno que genera las condiciones necesarias, como se ha demostrado recientemente", en referencia a los años de Gobierno de su partido.

Por este motivo, ha reiterado sus palabras en las que aseguraba que no le preocupaba quién sería el candidato del PSOE para las próximas elecciones.

"En este momento lo único que me preocupa es la herencia y la factura que el actual gobierno pueda dejar al futuro a los españoles", ha concluido tras asegurar que no tenía intención de ofender a la ministra de Defensa e instar al ministro de Fomento, José Blanco, a que tenga "la misma sensibilidad cuando habla de mí" en referencia a la posible calificación despectiva por llamarle 'Pepiño'.