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El sistema respiratorio de los bomberos del 11-S envejeció unos 12 años

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Ciencia al cubo - Los efectos en la salud de los bomberos en el 11-S - 23/11/10

Ciencia al cubo

El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

Los bomberos de Nueva York que ayudaron en las labores de rescate en los escombros del World Trade Center tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 se expusieron a polvo tóxico que afectó a su sistema respiratorio. Nueve años después del atentado terrorista han llegado a un acuerdo sobre la indemnización que recibirán

Tras el trágico atentado, los equipos de rescate en su mayoría bomberos trabajaron durante dos semanas bajo un ambiente de denso polvo y humo tóxico, que en aquél momento no sabían que les afectaría al sistema respiratorio con fatales consecuencias.

Su capacidad pulmonar se redujo en un 10%

La pasada primavera la revista de medicina especializada The New England Journal of Medicine publicaba un estudio de conclusiones dramáticas sobre el estado de salud de los de miles de bomberos que trabajaron en el desastre, siete años después. Tras todo ese tiempo, su capacidad pulmonar es mucho menor que tenían antes de la exposición a los escombros. Un 10% menor.

Los bomberos que asistieron a las víctimas en la zona cero la misma mañana del 11 de septiembre son los que tuvieron una disminución de la capacidad pulmonar más acusada el primer año tras el desastre.

La nube que levantó el desplome de las Torres Gemelas incluía una microscópica mezcla de cristales, cemento, asbestos y numerosos productos químicos tóxicos. Esto ha causado una inflamación persistente en las vías respiratorias. Su sistema respiratorio, dicen los expertos, ha envejecido unos 12 años.

En total han participado en el estudio 12.781 integrantes del Departamento de Incendios de la Ciudad de Nueva York. Los investigadores, liderados por el neumólogo David Prezant, midieron la capacidad pulmonar de los afectados desde antes del atentado (en 2000, por suerte tenían estas medidas por motivos diferentes por supuesto) hasta 2008.

Daños que no remiten

Por la naturaleza de su trabajo, los bomberos en ocasiones se exponen a fuego y humo. Sufren inflamación de las vías, pero pasado un tiempo remite. En este caso no ha sucedido así.

Unos 5.000 afectados tiene tos, garganta inflamada, goteo nasal, pitidos al respirar, fatiga por la dificultad respiratoria...

Un millar han desarrollado asma o bronquitis crónica y también ha habido algún caso de cáncer.

Este estudio ha sido definitivo para tomar una decisión sobre las indemnizaciones y para que la Cámara de Representantes aprobara hace un par de meses una ley que proporcionará cobertura médica a los voluntarios que intervinieron en el 11-S.

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