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"Frente común" del Gobierno y la Banca española contra una excesiva regulación financiera

  • Campa cree que las entidades prudentes no deben ser penalizadas
  • Podrían exigir 300.000 millones de liquidez a la Banca española, según el sector

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El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha asegurado este jueves que el Gobierno, el Banco de España y el propio sector forman 'un frente común' para que la futura regulación internacional no incluya elevadas exigencias de capital para las entidades que han tenido una gestión más prudente.

Según Campa, el Ejecutivo es consciente de que las nuevos requisitos pueden dar como resultado un sistema financiero 'muy seguro', pero 'con tantas barreras' que sea 'incapaz' de canalizar el ahorro hacia la inversión, con lo que -advierte el secretario de Estado- acabaría afectando a la concesión de crédito y complicaría la recuperación económica.

El 'número dos' de Economía lo ha explicado en una rueda de prensa posterior a la reunión en Madrid del Eurofi, un organismo internacional encargado de la reflexión sobre el sector financiero en Europa.

El endurecimiento de la regulación financiera figura en el orden del día del Consejo informal de Ministros de Finanzas previsto en Madrid este fin de semana. El Ecofin estudiará el documento presentado por la Comisión Europea el 6 de  abril, para tratar de fijar una posición común con la que acudir a las  próximas reuniones del G-20, el Fondo Monetario Internacional y el Banco  Mundial.

Entre las ideas que Bruselas puso sobre la mesa figura gravar  los ingresos de los bancos, así como introducir una tasa  mundial a las transacciones financieras, con el doble objetivo de  contribuir a sanear las cuentas nacionales y fomentar la estabilidad del  sistema financiero.

300.000 millones de euros en liquidez

El Gobierno español aún no ha cuantificado el coste que tendrán normas de ese tipo, aún en estudio, sobre las entidades financieras, según ha reconocido este jueves José Manuel Campa. Esa afirmación la ha hecho un día después de que el director general de La Caixa, Juan María Nin, asegurara que el sector necesitará 48.000 millones de euros de capital y 300.000 de liquidez.

El secretario de Estado no ha querido pronunciarse sobre esas estimaciones, pero ha señalado que el Ejecutivo sí ha preguntado a las propias entidades sobre las repercusiones que esas eventuales exigencias podrían tener en cada una de ellas.

Sobre la opinión del presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, sobre la reducción de las 46 cajas de ahorro actuales hasta sólo 25, Campa ha replicado que lo fundamental es que se producirá una recorte en el número de entidades, aunque ha señalado ignorar si quedarán '20, 25 ó 30'.

Virtudes del sistema bancario español

José Manuel Campa ha advertido que las crisis económicas surgidas de crisis financieras son más difíciles de superar por lo que, en su opinión, conviene tener en cuenta que si las instituciones de algunos países 'han funcionado bien', no tiene sentido pedirles que cambien su modelo.

Y en ese caso estaría  España, a la que -ha dicho- 'se mira y se valora bastante su opinión' en las discusiones sobre la nueva regulación financiera para evitar nuevas crisis. El modelo de negocio minorista de los bancos españoles, así como el sistema de supervisión, son aspectos que pueden ser considerados como 'virtudes y pueden ser imitados', ha añadido.

Jacques de Laroisière, presidente de EUROFI y uno de los principales ideólogos de las recomendaciones para establecer una nueva supervisión contenidas en la declaración 'Basilea III', también ha elogiado la labor de la banca española. 

En la misma rueda de prensa, Laroisière ha admitido que los bancos que pudieron 'aguantar bien la crisis' (en alusión a las entidades españolas) 'no merecen verse afectados en sus actividades por unos requisitos de capital muy exagerados, porque esos son para entidades menos sólidas'. La idea del 'café para todos', ha remarcado, es algo que no cae demasiado bien.