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La oposición proclama que ha tomado el poder en Kirguistán tras una jornada sangrienta

  • El presidente ha salido de la capital, aunque no se sabe si también del país
  • Los manifestantes han tomado el edificio presidencial y formado un Gobierno
  • Al menos 68 personas han muerto y otras 500 están heridas

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Desayunos - Kirguistán, la oposición en el poder

El presidente de Kirguistán, Kurmanbek Bakíev, ha abandonado la capital y su Gobierno en pleno ha dimitido después de que los manifestantes que llevan todo este miércoles protestando en las calles de Biskek, la capital del país, hayan tomado la Presidencia, formando su "propio Gobierno", según fuentes de la oposición.

"El poder de la república lo controla la oposición. El presidente se encuentra no se sabe dónde", ha señalado Rosa Otunbáyeva, ex ministra de Exteriores y jefa del Gobierno de unidad nacional formado por la oposición, a la agencia rusa Interfax

Un responsable aeroportuario ha confirmado la marcha de Bakíev, pese a que la oficina de la Presidencia había declarado con anterioridad que seguía en el edificio presidencial y que no había abandonado el país.

Según la oposición, el presidente Bakiyev tomó un avión desde la capital hasta la ciudad sureña de Osh.

Nuevo Gobierno interino

La ex ministra de Exteriores y jefa del Gobierno de unidad popular formado por la oposición, Rosa Otunbáyeva, ha asegurado que el primer ministro del país, Daniar Usénov, presentó su renuncia y la de su Gobierno.

"Firmó su renuncia y me la entregó. Nos distribuiremos las principales carteras y cumpliremos con nuestras funciones para garantizar la estabilidad del país", ha afirmado.

La líder opositora Rosa Otunbayeva ha anunciado que liderará durante los próximos seis meses un Gobierno interino encargado de elaborar una nueva Constitución y convocar elecciones.

Tenemos un Gobierno interino y estoy al frente de él

"Tenemos un Gobierno interino, y estoy al frente de él", ha dicho Otunbayeva. El nuevo Gobierno "permanecerá durante medio año, durante el cual redactaremos la Constitución y crearemos las condiciones para unas elecciones libres y justas", ha agregado Otunbayeva.

Fuentes policiales han informado a última hora de la tarde de que la frontera entre Kirguistán y Kazajistán ha sido cerrada. Además, todos los vuelos militares de EE.UU. en la base de Manas, al norte de la capital, han sido suspendidos tras los violentos enfrentamientos.

Jornada sangrienta

La toma del edificio del Gobierno es el acto final a una sangrienta jornada que ha dejado al menos 68 muertos y 500 heridos, según fuentes sanitarias, aunque la oposición ha elevado el balance de muertos a más de cien.

La inmensa mayoría de estas muertes se han producido por heridas de bala, según ha confirmado el Ministerio, debido a que el ejército habría empezado a disparar con fuego real frente a los furiosos manifestantes que querían asaltar el edificio presidencial.

Antes, los manifestantes opositores han ocupado y saqueado la sede del Parlamento y han incendiado el edificio de la Fiscalía General.

Además, las protestas han dado paso al pillaje y algunos manifestantes han tomado la casa del presidente y la han saqueado para incendiarla con posterioridad, según informa la agencia rusa Interfax.

De hecho, los propios dirigentes de la oposición, algunos de los cuales fueron liberados por la turba al tomar una dependencia donde estaban encerrados, han asegurado que no controlaban la acción de la turba.

Protestas contra el Gobierno

Los incidentes comenzaron en la víspera, cuando más de 80 policías resultaron heridos en la ciudad de Talas, al oeste de Biskek, en enfrentamientos con manifestantes, que ocuparon la administración de la región y reclamaron la dimisión del presidente de ese país, considerado el más pobre de Asia Central.

Bakíev, antiguo dirigente opositor aupado al poder por la Revolución de los Tulipanes, el movimiento democrático que derrocó en 2005 al entonces presidente, Askar Akáyev, ha sido acusado de autoritarismo y corrupción.

Al día siguiente convocaron una manifestación en Biskek, que ya a primera hora de la mañana intentó el asalto al edificio del Gobierno. Tras fracasar, se dirigieron al edificio de la televisión pública, cuya emisión cortaron para volver a reiniciarla poco después anunciando que decenas de miles de personas habían tomado las calles y liberado a dirigentes de la oposición.

"Asumimos la responsabilidad por lo ocurrido en el país. En breve serán creadas milicias que se encargarán de garantizar el orden",  ha declarado, Omurbek Tekebáyev, ex presidente del Parlamento, en una intervención por la televisión pública.

La situación ha sido seguida muy de cerca tanto por Rusia como por Estados Unidos.

"Estamos siguiendo de cerca la situación. Estamos preocupados por las noticias de violencia y asaltos y llamamos a todas las partes a que refrenen la violencia", ha declarado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Hammer.

En la misma línea, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, ha pedido contención a las partes y ha negado cualquier implicación rusa en el asunto.