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Kadaré: "Los problemas territoriales de España y el conflicto balcánico no tienen nada que ver"

  • "Los mecanismos literarios no cambian bajo los regímenes políticos"
  • El Premio Príncipe de Asturias tiene "un encanto especial"
  • En Albania "la gente pensaba que era un título nobiliario"

Por
Ismail Kadaré llega a Oviedo para recibir el Premio Príncipe de Asturias de las Letras

El escritor albanés Ismaíl Kadaré, premio Príncipe de Asturias de las Letras 2009, ha declarado que el Gobierno español realizó una  "transferencia de sus problemas internos" a los de los Balcanes, con el fin de no apoyar la independencia de Kosovo aunque a su juicio, "no se  puede comparar".

El literato premiado ha ofrecido una una rueda de prensa, en la que, entre otras preguntas, ha dio interpelado por la negativa del Gobierno  Español a apoyar la independencia de Kosovo, territorio sobre el que  ha escrito algunas obras, por ejemplo, Tres cantos fúnebres por  Kosovo (1998).

Desde su punto de vista, la posición de España "fue un traslado"  de posturas " a los Balcanes, afectado quizás por la problemática  interna de España", en clara referencia al conflicto del País Vasco

"No tienen nada que ver", ha señalado. "(Lo de los Balcanes) fue una  tragedia, con masacres, genocidio, matanzas de miles de niños, que  obligó a Europa a hacer algo increíble, que fue bombardear Serbia".

Kadaré ha añadido que  "no se puede comparar con nada de lo que ocurre en  España" y ha recordado además que en Kosovo "no había elecciones  libres en el pasado".   

Las leyes de la literatura

El escritor ha dedicado parte de su intervención ante los medios a dejar claro que la dictadura comunista de Albania, y de todo el este de Europa, no ha influido en la literatura.

"Los mecanismos  literarios no cambian bajo un régimen o otro, porque la literatura es una máquina que funciona con las mismas leyes en la libertad o en la  dictadura" ha comentado. "La dictadura nunca es una circunstancia  decisiva, sino especial. La literatura, sin embargo, no cambia".

En este sentido ha recordado que cuando vivía bajo el régimen en  Albania, se preguntaba "cómo escribiría bajo un régimen libre". Pero tras haber pasado varias temporadas en Francia, tienen claro que  "la literatura no cambia", y que se ve influida por muchos factores,  pero "el último de los factores es el régimen". "Mis reglas no  cambian y los libros que he escrito contra el comunismo los escribí  después de la dictadura" ha señalado.

 A las preguntas sobre el análisis que hace en sus obras sobre el  tipo de sociedad en el que tuvo que vivir, considera que "el deber de  la literatura no es investigar ni hacer estudios sociológicos, aunque  muchas veces exprese esa faceta".

A veces se le atribuyen a la literatura misiones imposibles

"No tiene por qué aportar este tipo  de profundizaciones" ha afrmado el premio Príncipe de Asturias de las Letras. "Este premio se me otorgó por las obras  escritas en época comunista" ha recordado para añadir que añadir  que no tiene "dos  obras, una para ustedes y otra para el este. El premio se me otorga  por la literatura y no tienen que ver con el régimen político".

¿Vivir sin literatura?

Se ha mostrado escéptico con la capacidad que pueda tener la literatura para cambiar las cosas: "A veces se le atribuyen a la  literatura misiones imposibles, como cambiar el mundo. La literatura  no puede cambiar el mundo".

Aunque también ha reconocido que  "no  se podría vivir en un mundo sin literatura, porque sería un vacío tremendo, dado que establece relaciones complejas y crea una riqueza  espiritual enorme".   

Kadaré considera que el premio Príncipe de Asturias "tiene un  encanto especial" y que "incluso en Albania la gente que no se  apasiona por la cultura y la literatura me escribió para  felicitarme". 

Y ha aportado una anécdota sobre el premio: "Se dio una malinterpretación agradable que  fue encantadora, porque la gente pensaba que me habían concedido un  título nobiliario".

A una pregunta sobre la concesión del  premio Nobel al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el autor señala haberlo percibido como "la estimulación de una tendencia" a pesar de haber recibido opiniones de muy diversa índole.