Enlaces accesibilidad

El Endeavour parte hacia la Estación Espacial Internacional tras cinco lanzamientos fallidos

  • El transbordador ha sido lanzado desde Cabo Cañaveral a las 0.03 horas de este jueves
  • La misión que tienen es completar la instalación del laboratorio científico japonés
  • Varios pedazos se han desprendido poco después del despegue
  • Al menos uno de ellos han golpeado a la nave, pero la NASA le resta importancia

Por
El Endeavour parte hacia la Estación Espacial Internacional

Al sexto intento fue la vencida. El transbordador Endeavour ha partido hacia la Estación Espacial Internacional (EEI), tras disiparse la amenaza de tormentas en la zona del Centro Espacial Kennedy (Florida), que el martes obligó a postergar el lanzamiento por quinta ocasión.

El lanzamiento, aplazado en cinco ocasiones, se produjo esta vez a las 00.03 de este jueves, hora peninsular española, tal y como estaba previsto. Su misión es completar un laboratorio japonés de la EEI.

Según ha explicado la NASA, varios pedazos se han desprendido durante la ascensión de la nave y al menos uno de ellos ha golpeado la estructura del transbordador, según ha explicado el administrador adjunto para operaciones especiales de la NASA, William Gerstenmaier, en una rueda de prensa en la que, no obstante, ha minimizado las consecuencias de este incidente.

No ha precisado la naturaleza de estos pedazos, si son hielo o espuma aislante, pero ha explicado que se han desprendido poco después de la separación de los dos cohetes, a los seis minutos de despegar.

"Hemos podido ver probablemente dos o tres impactos en el video"

, ha añadido el responsable, que ha insistido en que "no lo consideran un problema". Cuando la nave llegue a la Estación Espacial Internacional el viernes, se podrá observar los posibles daños sobre la cubierta térmica.

Han observado unas marcas blancas que probablemente sean "daños en la pintura, no fisuras profundas".

Gerstenmaier ha explicado que habrá que esperar a tener todos los datos para hacerse una buena idea de los daños potenciales. En total, se han desprendido ocho o nueve pedazos en un momento en el que la atmósfera es muy poco densa, lo que reduce la posibilidad de los daños.

El Columbia, en la mente

El incidente recorda un episodio similar ocurrido durante el lanzamiento del Columbia a mediados de enero de 2003. Ese transbordador se desintegró sobre el cielo de Texas el 1 de febrero al término de una misión científica en una tragedia que se cobró la vida de sus siete tripulantes.

La investigación determinó que un trozo aislante del tanque externo perforó una de las alas del transbordador provocando su explosión al reingresar en la atmósfera terrestre.

Desde entonces, la NASA instaló cámaras en el tanque externo para detectar los desprendimientos en el momento de lanzamiento.

Además estableció como rutina la revisión de la estructura de la nave mediante cámaras especiales, la cual se repite momentos antes de que proceda al acoplamiento con la Estación Espacial Internacional.

A la sexta, se lanzó

"El Endeavour ha partido", ha dicho el control de la misión en el Centro Johnson de Vuelos Espaciales de la NASA en Houston (Texas).

Segundos antes, y cuando la partida era una certeza, el control de la misión ha desaado a los tripulantes "un buen viaje".

"Muchas gracias", le ha respondido Mark Polansky, el comandante de la misión desde la cabina del Endeavour.

La misión del Endeavour

La misión STS-127 de los transbordadores es completar la instalación del laboratorio científico japonés en el curso de cinco caminatas.

Durante esas actividades extravehiculares (EVA), cada una de las cuales durará alrededor de 6,5 horas, los astronautas del Endeavour instalarán, además, una plataforma para experimentos científicos que requieren la ingravidez del espacio.

El transbordador también lleva materiales de repuesto para la Estación, alimentos, agua y oxígeno para los seis residentes permanentes, así como baterías para sus paneles solares, que los astronautas deben instalar en dos de las cinco caminatas previstas.

En el Endeavour viajan siete tripulantes que se unirán a los seis actuales ocupantes de la estación, lo que convierte ese encuentro de 13 astronautas en el más concurrido en la historia de la exploración espacial.