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Moldavia acusa a Rumanía de estar detrás de los disturbios violentos y expulsa a su embajador

  • El Gobierno moldavo da 24 horas al diplomático rumano para que abandone el país
  • El presidente moldavo califica de "intento de golpe de Estado" el asalto al Parlamento
  • Muchos de los manifestantes que tomaron la capital el martes portaban banderas rumanas
  • Este miércoles, 300 se han concentrado frente a la sede del Gobierno moldavo
  • Bucarest niega las acusaciones que califica de "provocación" de Moldavia

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La crisis interna en Moldavia ha traspasado sus fronteras

El presidente de Moldavia, Vladímir Voronin, ha acusado a Rumanía de estar detrás de los violentos disturbios registrados en la capital y ha dado 24 horas al embajador rumano, al que ha declarado persona non grata, para que abandone el país. Bucarest niega las acusaciones.

Muchos de los manifestantes que tomaron el martes el centro de la capital moldaba, Chisinau, para pedir la repetición de las elecciones portaban banderas rumanas y coreaban eslóganes en favor de la unificación de Moldavia con Rumanía. Los protestantes acusan al Partido de los Comunistas, que se alzó de nuevo con la victoria el domingo con el 50% de los votos, de fraude.

La policía consiguió retomar el control sobre el Parlamento moldavo y controla desde la madrugada del miércoles el centro de Chisinau y los accesos a la capital para prevenir la repetición de los disturbios. En total, hay 193 detenidos y 175 heridos (96 policías y 79 manifestantes), de los que 57 están ingresados en hospitales, según Reuters. Esta mañana se han concentrado 300 manifestantes anticomunistas ante la sede del Gobierno.

Voronin, en una reunión celebrada este miércoles con representantes de la sociedad civil en la capital moldava, ha responsabilizado a Rumanía en gran medida de lo ocurrido.

"Cuando la bandera de Rumanía fue izada sobre la residencia oficial del presidente, quedaron claras las posiciones antiestatales de la oposición. Es evidente que ayer hubo un intento de golpe de Estado", ha afirmado Voronin, citado por la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti.

"En todos los procesos que han ocurrido aquí está involucrada Rumanía. La paciencia también tiene sus límites. Conocemos a los protagonistas de estos hechos, parte de ellos ha huido", ha dicho el presidente y líder del Partido de los Comunistas de Moldavia.

Ha añadido que "la influencia de Rumanía es muy fuerte y se nota una importante actividad de espionaje".

24 horas para que el embajador abandone el país

El jefe de Estado ha explicado que han "tomado la decisión de introducir un régimen de visados con Rumanía" y que el embajador ha sido declarado persona non grata.

Según ha informado el ministerio moldavo de Asuntos Extranjeros en un comunicado, el embajador rumano, Filip Teodorescu, y un consejero de la embajada "han sido declaradas personas non gratas en razón de actividades incompatibles con su status de diplomáticos y deberán abandonar el país en 24 horas".

"El gobierno ha decidido introducir un régimen de visados con Rumanía por la situación en Chisanau", según explica el ministro de Asuntos Exteriores, Andre Stratan. Ha desmentido las informaciones sobre que los visados costarían 35 euros. "Serçan gratuidos como los visados rumanos para los moldavos".

Rumanía introdujo un régimen de visados para los moldavos después de su adhesión a la Unión Europea en 2007.

Rumanía niega las acusaciones de Moldavia

Bucarest ha negado las acusaciones de Moldavia sobre que está detrás de las violentas protestas y ha explicado que no impondrá ninguna restricción para que los residentes moldavos puedan viajar a su país. Rumanía ha calificado de "aberrante" la decisión "unilateral" de imponer restricciones a los ciudadanos.

"Esta acusación es una provocación...No es aceptable que el regimen comunista de Chisanua transfiera a Rumanía y sus ciudadanos la responsabilidad de los problemas internos de Moldavia", ha subrayado en un comunicado el Ministerio de Exteriores.