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La solución al enigma de Eleanor Rigby, a subasta

  • Un documento prueba la existencia de la protagonista de esta canción de los Beatles
  • Se trata de un registro de salarios de un hospital de Liverpool de hace 97 años
  • Paul McCartney lo tenía en su poder y lo envió a la responsable de una ONG
  • Ahora sale a subasta y se espera que se venda por más de 600.000 euros

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Imagen de la estatuta dedicada a Eleanor Rigby, en Liverpool.
Imagen de la estatuta dedicada a Eleanor Rigby, en Liverpool.

"Eleanor Rigby murió en una iglesia y fue enterrada junto a su nombre. Nadie vino a verla". De esta forma retrata Paul McCartney el final de una mujer convertida en símbolo de la soledad en la famosa canción de Los Beatles que lleva su nombre.

Pero Eleanor Rigby no fue sólo un ejemplo para una canción triste: existío realmente y vivió en Liverpool, como McCartney y Lennon.

Así se recoge en un manuscrito donde se recogen los salarios del hospital de Liverpool City, en el que figura el nombre de E. Rigby, una sirvienta de cocina a la que se le asigna un sueldo anual de catorce peniques.

Este documento, de 97 años de antigüedad, es la prueba definitiva de dónde venía exactamente esta persona solitaria y, por eso, se ha convertido en un objeto de coleccionista que se espera vender en subasta con un precio aproximado de 614.000 euros.

No es la primera prueba de la existencia de Eleanor, cuya tumba fue descubierta en efecto junto una iglesia, la de Sant Peter en Woolton, un barrio de Liverpool cercano al lugar en el que Paul conoció a John Lennon.

Negación de McCartney

Sin embargo, McCartney siempre había defendido que este personaje era ficticio. Según él, el primer nombre lo tomó de la protagonista de la película Help!, Eleanor Bron, mientras que el apellido lo tomó de un comerciante de vinos de Bristol.

Los hechos que relata Annie Mawson, la propietaria del manuscrito, lo contradicen. Ella escribió en 1990 a McCartney en nombre de la ONG Sunbeams Music Trust, que usa la música para ayudar a gente con necesidades especiales.

"Le escribí pidiéndole medio millón de libras. Pero al final de la carta le dije, 'Mira, sé que eres una persona caritativa y creo que es un privilegio compartir mi historia contigo", ha relatado Mawson a la agencia Reuters.

Nueve meses después, un sobre llegó a casa de Mawson. Contenía un documento fechado en 1911 con el sello oficial de la gira mundial de Paul McCartney.

Objeto de culto

Al principio no se dio cuenta de la importancia del documento, hasta que vio el nombre de Rigby en él, lo que lo convierte en un producto de enorme interés para los fans de los Beatles, que por fin tienen la prueba definitiva de que Eleanor Rigby, la mujer que murió sin nadie que llorase por ella, fue real.

"Sólo me pregunto por qué McCartney ha tardado tanto en desenmascarar la realidad", asegura Ted Owen, director general del Fame Bureau, que venderá el manuscrito como parte de una subasta del pop el próximo 27 de noviembre.

Mawson lo vende para lograr al menos un millón de libras, el dinero que necesita para levantar un centro de su ONG en Cumbria, en el noroeste de Inglaterra.

"Pensé que éste era el momento adecuado. Tenía el documento en una caja fuerte y decidí que tenía que ir a por ello" cuenta Mawson, que ya tiene en mente un comprador. "Pensamos que McCartney querría tenerlo de nuevo. Nunca se sabe"