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El Gobierno estudia dar papeles a alguno de los inmigrantes supervivientes en Almería

Lo ha anunciado el delegado del Gobierno en Andalucía, López Garzón

El presidente de la Junta de Andalucía ha calificado de "drama" lo ocurrido

Los 33 supervivientes aseguran haber estado 16 días a la deriva

Quince muertos, nueve niños, han muerto en la patera 

Se trata del suceso con pateras más grave ocurrido en 2008 

69 inmigrantes han muerto en lo que va de año en travesías en patera hacia España

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Los supervivientes de Almería se recuperan en el hospital

El Gobierno podría conceder papeles de forma excepcional y por razones humanitarias a algunos de los 33 inmigrantes susaharianos que han sobrevivido tras estar varios días a la deriva durante su travesía hacia España en una patera. Quince compañeros han muerto, entre ellos nueve niños de entre uno y cuatro años. Los supervivientes, que afirman haber estado 16 días a la deriva, se vieron obligados a tirar sus cadáveres al mar.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, ha realizado este anuncio aunque ha querido dejar claro que se trata de una situación "excepcional" ya que con carácter general todos los inmigrantes que llegan ilegalmente a España tienen que ser devueltos a sus países de origen.

Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha califcado de "drama" lo ocurrido y ha pedido a Europa que tome cartas en el asunto para acabar con esta tragedia.

Este naufragio en aguas de Almería se trata ya del suceso más grave de este tipo ocurrido este año y eleva a 29 los desaparecidos en el mar en tres días al intentar llegar a la Península. Un total de 69 inmigrantes han muerto en lo que va de año al intentar llegar a España en patera.

Entre los 33 supervivientes, según el recuento oficial, se encuentran 19 varones, 13 mujeres - al menos tres de ellas en estado de gestación - y un niño, el único de los que iniciaron la travesía que logró llegar a tierra. Su odisea terminó en la noche del miércoles, cuando fueron rescatados a unas treinta millas náuticas al sur de Punta Sabinal, en Almería, por una patrullera del servicio marítimo de la Guardia Civil.

El subdelegado de Gobierno en Almería, Miguel Corpas, ha asegurado en RNE que estos inmigrantes están recuperándose y que su vida no corre peligro, aunque cuatro mujeres están ingresadas, una de ellas muy grave.  Un hombre y el pequeño superviviente también han sido trasladados a un centro hospitalario. El niño presenta severas quemaduras en la piel, alta temperatura y dificultades para respirar.

 A su llegada a Almería, los inmigrantes, muy afectados, necesitaron ayuda piscológica. Los supervivientes han contado que tuvieron que arrojar al mar locuerpos de sus compañeros muertos.

Cuatro inmigrantes sigue ingresado en estado muy grave

Cuatro de los inmigrantes rescatados anoche permanecen ingresados en la UCI del hospital de Torrecárdenas de la capital almeriense en estado muy grave, entre ellos el único bebé que logró sobrevivir.

Así lo han indicado fuentes de la Consejería de Salud y de la Cruz Roja, que han precisado que el pequeño, de menos de un año de edad, se encuentra en la UCI pediátrica al presentar a su llegada a puerto graves quemaduras en la piel, alta temperatura y problemas para respirar.

Además, en el mismo centro atienden a tres de las trece mujeres rescatadas con vida, que se encuentran en estado muy grave con síntomas de hipotermia, deshidratación y quemaduras provocadas por el sol y el combustible. Una de estas mujeres, que se encontraba en estado de gestación, ha perdido al niño que esperaba.

  

Una quinta superviviente de esta patera fue trasladada por voluntarios de Cruz Roja al mismo centro hospitalario, si bien permanece estable en el área de observación.

  

Mientras se atiende a estos inmigrantes, el resto de supervivientes -un total de 33 según las cifras oficiales- permanece en los módulos de acogida del puerto de Almería, donde se les está prestando atención psicológica, especialmente a las mujeres que a su llegada manifestaron que habían perdido durante el viaje a sus hijos, cuyos cuerpos fueron arrojados al mar.