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El Sáhara era un vergel hace 6.000 años y sufrió una lenta desertización

  • Hace 6.000 años el Sáhara tenía árboles, vegetación de sabana y estaba habitado
  • Los sedimentos del fondo de un lago han permitido analizar la flora de aquel periodo
  • Este estudio contradice la teoría de una rápida desertización hace 5.500 años

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Recogida de sedimentos en el lago Yoa
Recogida de sedimentos en el lago Yoa

El Sahara se convirtió en el mayor desierto cálido del planeta hace 2.700 años después de una lenta evolución según un estudio públicado en la revista Science que pone en cuestión una teoría avanzada en el 2000 que sostenía que la desertificación había sido brusca debida a un cambio climático.

Hace 6.000 años el Sáhara todavía era verde, cubierto de árboles de vegetación de sabana y tenía numerosos lagos. Los autores han precisado que esta región cuya superficie supera la de Australia estaba habitada.

La mayor parte de los estratos que han registrado la evolución de la geografía del Sáhara se han perdido, pero todavía es posible retrotraerse a un paisaje primigenio. Los investigadores europeos, canadienses y americanos están estudiando las capas de sedimentos depositadas en el fondo de uno de los mayores lagos del Sáhara que todavía sobrevive, el Yoa situado al noreste del Chad, lo que les permite reconstruir la historia de la región en los últimos 6.000 años.

Un largo proceso

Los resultados de estos trabajos van en contra de la teoría que establece que el Sáhara se convirtió en un desierto hace 5.500 años en un proceso que habría durado pocos siglos. Una fecha que marcaría "el fin del periodo húmedo africano cuando las lluvias estacionales como los monzones se abatían periódicamente sobre la región" según ha explicado Stefan Kröpelin, un geólogo del Instituto de arqueología prehistórica de la Universidad de Colonia y principal autor del estudio.

Hasta ahora se han analizado los sedimentos con test geoquímicos y se han examinado los indicadores biológicos como los pólenes provenientes de los árboles y plantas ribereñas que rodeaban el lago antes de que el desierto se instalase. Además el equipo de investigación está estudiando los restos de micro-organismos acuáticos.

Las muestras recogidas a nueve metros de profundidad en el fango indican que el cambio en el ecosistema se produjo en varios miles de años. Kröpelin afirma que "es imposible soñar con un material mejor" ya que en ningún otro lago existen estratos tan bien preservados y con continuidad, en broma añade que si alguien encuentra otro con Google Earth que se lo comunique.