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Carod, un impetuoso defensor de la independencia catalana

  • Desde 1996 ha dirigido ERC y logró ser el árbitro de la política catalana
  • Filólogo de formación, ha hecho bandera de la defensa de su lengua
  • Tuvo que dimitir como conseller en cap tras reunirse con ETA en el 2002

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Josep Lluís Carod-Rovira, 55 años, deja la primera línea política tras abanderar durante más de una década el independentismo catalán al frente de ERC, liderazgo afianzado por un carácter impetuoso que también le ha causado no pocas críticas. 

El penúltimo capítulo de su controvertida carrera se vivió recientemente en los estudios de TVE, cuando un ciudadano le llamó José Luis y él respondió que su nombre no era ese sino Josep Lluís, "aquí y en la China popular". 

La defensa de su lengua ha sido siempre su gran lucha: No en vano, es profesor de Filología Catalana (ejerció en la universidad, en Tarragona, entre 1976 y 1982) y entró en la Administración en el departamento de planificación lingüística. En política está desde joven y en 1973 fue encarcelado por su militancia antifranquista

La anécdota de Tengo una pregunta para usted tuvo lugar al comienzo del curso político y de la precampaña para las elecciones del 9 de marzo que han supuesto el primer revés serio de Esquerra Republicana de Catalunya desde su ascenso a la secretaría general en 1996

El partido atravesaba una profunda crisis después de la escisión de 300 militantes (entre ellos el anterior líder, Angel Colom, o Claudia Rahola). Carod supo lograr la unidad con el apoyo de otros dirigentes como Joan Puigcercós. 

Miembro de una agrupación castellera, casado y con tres hijos, es diputado en el Parlamento catalán desde 1988

En las elecciones autonómicas del 2003, ERC se convirtió en árbitro de la política catalana y optó por un pacto tripartito con el PSC e ICV-EUiA. Carod fue designado el 22 de diciembre del 2003 conseller en cap, una suerte de primer ministro del gobierno del president Pasquall Maragall. 

Pero a las pocas semanas dimitió tras hacerse pública la reunión que mantuvo en Francia con varios etarras. Se retiró de la Generalitat pero se presentó como cabeza de lista a las generales del 2004, donde cosechó un magnífico resultado: ERC pasó de uno a ocho diputados, aunque él renunció a su escaño para dedicarse a la política catalana. 

Entonces se emprendió la reforma del Estatuto catalán, que en su primera versión defendió en nombre del Parlamento catalán en el Congreso. Pero el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pactó con CiU un texto enmendado y ERC se desmarcó del acuerdo.

En el 2004 fue elegido presidente del partido y sustituido por Puigcercós en la secretaría general, con quien ha mantenido una rivalidad interna estos años. En la última legislatura del Parlament, en la que se ha reditado el tripartido, Carod ejerce de vicepresidente de la Geralitat.

"En la hora de los gestos", renuncia a seguir dirigiendo ERC para buscar la unidad en el partido de cara a su trascendental congreso de junio.