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Victoria para el danés Sorensen

  • El corredor de Saxo Bank se adjudicó la duodécima etapa
  • Sacó más de 47 segundos a sus compañeros de fuga
  • Nocentini sigue líder, por delante de Contador y Armstrong
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Llegada de Sorensen

El danés Nicki Sorensen se ha llevado la victoria en la duodécima etapa del Tour de Francia, entre Tonerre y Vittel. El pelotón llegó a casi seis minutos, aunque la general sigue sin cambios, con Nocentini como líder, a 6 segundos de Contador y a 8 de Armstrong. [Ver clasificaciones]

Una etapa en la que la atención la acapararon Laurent Lefevre (Bbox), Sylvain Calzati (Agritubel), Franco Pellizotti (Liquigas), Markus Fothen (Milram), Egoi Martínez (Euskaltel), Rémi Pauriol (Cofidis) y Niki Sörensen (Saxo Bank) que formaron una fuga por el kilómetro 70. El danés saltó en solitario a cinco kilómetros de la meta y certificó el triunfo con más de 47 segundos de diferencia respecto a sus compañeros de fuga.

El pelotón se encontraba a más de seis minutos cuando el danés, que está a 8.06 en la general del líder Nocentini, cruzó la línea de meta.

Sorensen estrenó su palmarés en el Tour, rentabilizando con gloria la escapada del día. Después de rodar en solitario y a toda máquina en los últimos 5 kilómetros, se presentó en meta con tiempo suficiente para degustar su bautizo triunfal en el Tour de Francia.

Sus perseguidores pasaron la línea a 48 segundos, con el francés Lefevre, el italiano Pellizotti, el alemán Fhoten y el español Egoi Martínez, líder de la montaña. El pelotón cerró la jornada a 5:58, encabezado por Mark Cavendish, esta vez ganador del esprint B.

La clasificación general se mantuvo petrificada, sin cambio alguno en la zona caliente. Ni la más ligera alteración desde la arrancada de Contador en Arcalís, en la séptima jornada. El madrileño entrará en los Alpes a 6 segundos del líder italiano Rinaldo Nocentini, y Lance Armstrong tercero a 8.

"En los Alpes empezará el baile, pero ya veremos quién pone la música", comentó Carlos Sastre, el ganador del Tour'08, que aguarda su momento, agazapado, a 2.52 del líder.

Otra etapa con etiqueta de transición, o sea, de escapada consentida con la condición de no acoger ningún hombre peligroso para la general. Muchos fueron los que intentaron la fuga, pero siete los elegidos a partir del kilómetro 63. Entre ellos dos interesados en la pelea por el maillot de "faralaes", el llamativo jersey de la montaña: Egoi Martínez (Euskaltel), actual titular de la prenda, y el italiano Franco Pelizotti (Liquigas), solvente escalador y tercero en el Giro. Se unieron a la fuga los franceses Pauriol, Calzati y Lefevre, el danés Nicki Sorensen y el esprinter alemán Markus Fothen.

Aliciente menor de la monótona etapa que llegó a los Vosgos con el duelo Egoi-Pellizotti por los puntos en cuatro puertos de cuarta y uno de tercera categoría, éste último el de Bourmont, a 34 kilómetros de meta. La pugna no tuvo gran emoción, pues el italiano le mojó la oreja al ciclista navarro en todas las cimas, por lo que sumó 15 puntos que le sitúan segundo en la general de los escaladores.

La fuga disfrutó de una renta máxima de 4.17 minutos en el kilómetro 125. Tenía buena pinta el proyecto. El Ag2r trabajó un día más al servicio de su líder, Rinaldo Nocentini, y al del Astana, con los líderes reales del Tour a buen recaudo, tratando simplemente de no derretirse camino de Vittel.

Buen entendimiento y relevos solidarios entre los hombres de vanguardia, hasta que a 20 kilómetros de meta se desplegaron las hostilidades en el grupo de cabeza. Vieron que la escapada iba a acabar con éxito y cada uno puso sus cartas en el asfalto. El Columbia decidió dar descanso a Cavendish, que tendrá más oportunidades para ganar el quinto esprint, el Ag2r tenía asegurado el amarillo de Nocentini y los favoritos marchaban estupendamente, dispuestos a terminar sin novedades otra jornada laboral.

Duelo Sorensen-Calzati

Sorensen y Calzati, un gran rodador de 34 años y un escalador de 30, respectivamente, fueron los primeros en lanzar el envite, a un ritmo endiablado. Los otros cinco se quedaron clavados, viendo como los ex compañeros se perdían en lontananza. Dos hombres y un destino, el rubio inédito en los podios del Tour, el francés ya ganador de una etapa en 2006.

El nórdico soltó la traca a 5.000 metros de la pancarta de llegada. Arrancó la moto y dejó la compañía de Calzati. Solo, entregado al sueño de su vida, con la victoria al alcance de la mano no miró atrás un instante. Únicamente miró por debajo de su brazo en la recta de llegada cuando vio que iba a entrar en la historia del Tour de Francia. El doble campeón de Dinamarca, 10 años de profesional, ganó una etapa en Ávila en la Vuelta 2005.

El gran pelotón, después de sufrir el susto de las caídas sin consecuencias de Cadel Evans y Levi Leipheimer, llegó a Vittel, ciudad balneario cuyas aguas ya eran famosas en tiempos de los romanos, con una producción de 1000 millones de botellas de agua al año. Del rico sabor del vino inicial al insípido del líquido elemento. Así va el Tour.