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Prudhomme acusa a los equipos de aliarse y buscar "el menor espectáculo posible"

  • El director de la ronda gala acusa a los equipos de "aliarse para que hubiera un sprint masivo"
  •  Contador dice que "los experimentos hay que hacerlos en otras carreras, no en el Tour"
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El pelotón se rebela

El director del Tour de Francia, Christian Prudhomme, se mostró indignado con la actitud de los equipos, a los que acusó de buscar "dar el menor espectáculo posible" en la décima etapa como medida de protesta por la prohibición de no poder llevar los auriculares por los que reciben las instrucciones de sus directores.

"Los dados estaban trucados desde el principio", lamentó el patrón de la carrera, que consideró que hubo un pacto entre los equipos para que hubiera una llegada al sprint.

Prudhomme señaló que en esas circunstancias no se puede considerar la etapa del día como el test que deseaban para probar la carrera sin auriculares.

"Los equipos se han aliado para que hubiera un sprint masivo y el menor espectáculo posible", dijo el director, que agradeció el "pundonor" de los cuatro miembros de la escapada, que animaron la etapa, pero lamentó que el ruso Mikhail Ignatiev dejara de colaborar cuando el coche de su equipo le dio las instrucciones.

Contador no quiere experimentos

 

El español Alberto Contador, segundo clasificado de la general, se mostró contrario a la eliminación del auricular que permite la comunicación con el coche del director deportivo "por razones de seguridad" y abogó por "hacer los experimentos en otras carreras, no en el Tour de Francia".

"El 'pinganillo' es un elemento de seguridad, que a veces sirve para evitar el caos y te avisa de peligros que se presentan en carrera. Hoy hemos mostrado el descontento de los corredores. Los experimentos hay que hacerlos en otras carreras, no en el Tour", dijo Contador.

Al acabar la décima etapa, que concluyó con una media de velocidad de 40 kms/hora, el corredor del Astana aceptó que la jornada fue atípica. "Ha sido un día un poco raro. Los corredores no estamos contentos con la supresión (de los auriculares) porque aumenta la peligrosidad en carrera. No es cuestión de mirar por el espectáculo, ya que si no hay más ataques es porque el ciclismo de hoy ha cambiado, y los equipos son más compactos", señaló.