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Tras el esperado Real Decreto de sequía aprobado ayer por el Consejo de Ministros, en el sector consideran que no se cumplen las expectativas de los ganaderos y agricultores andaluces para afrontar la pérdidas derivadas de la falta de agua y agravadas por la subida de los costes de producción.

El campo extremeño no está conforme con las medidas del Gobierno para paliar el golpe que está suponiendo la sequía en el Guadiana. Pide ayudas directas. También la Junta echa en falta ir más allá, aunque en general hace una valoración positiva.

Las lluvias de las últimas horas no sacian, ni de lejos, la sed del campo. El sector está muy atento hoy a la Mesa de la Sequía por las posibles medidas que adopte el Gobierno para paliar los efectos de la falta de agua.

El paro ha incrementado sus cifras en el mes de febrero en Andalucía. Lo ha hecho en casi 4.400 personas por el crecimiento en más de 6.000 desempleados en el sector agrícola. La cifra de parados en nuestra Comunidad se sitía en los casi 810.000.

Los sindicatos piden que se apueste por otro modelo productivo en Andalucía, que generen contratos más estables y mejor pagados. También quieren que los sectores que se están recuperando lo reviertan en los trabajadores. 

La Junta ha izado la bandera de Ucrania en el Palacio de San Telmo. El edificio se va a iluminar esta noche de amarillo y azul, los colores de esa bandera. Nuestra Comunidad está creando un mapa de recursos para coordinar desde el Gobierno Autonómico la acogida humanitaria de refugiados. Vox, pro su parte, rechaza que Andalucía acoja a refugiados de Ucrania porque consideran que deberían quedars en países más cercanos.

Si continúa sin llover, los regantes de Orellana sólo podrán sembrar 3.500 hectáreas de tomate para industria. Menos de la mitad que un año normal. La Ley Agraria de Extremadura prioriza otros cultivos en caso de sequía, como el olivo intensivo o los árboles frutales.

El planeta está cada vez más cerca de su punto de no retorno, y apenas queda tiempo para enderezar el rumbo. El informe presentado este lunes por los especialistas climáticos de la ONU se ha convertido en un nuevo grito de denuncia ante la inacción generalizada de los gobiernos, que contemplan con pasividad un cambio climático cuyos efectos devastadores afectan ya a la mitad de la población mundial. "Lentitud es sinónimo de muerte", ha recordado el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, durante la presentación del documento, que es una continuación del sexto Informe de Evaluación (AR6) del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, publicado el pasado agosto.

"Todos los países deben cumplir el compromiso adquirido en Glasgow de fortalecer los planes climáticos nacionales para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5ºC", ha exhortado el mandatario portugués. Según el nuevo informe, las decisiones que se tomen en los próximos diez años determinarán en qué medida la humanidad podrá soportar y adaptarse a los cambios causados por el incremento de la temperatura media del planeta, y deja claro que solo la acción ante el cambio climático asegurará un futuro para la humanidad,  ya que si se supera ese límite de 1,5ºC los impactos serán incontrolables. "He visto muchos informes, pero ninguno como este", ha asegurado Guterres.

Hoy se han conocido los datos referentes a la situación de los embalses de Andalucía y no mejoran por la falta de lluvia. Actualmente la comunidad cuenta con un 31% de agua embalsada, es decir, once décimas por debajo respecto a la semana pasada. Un problema que sufren las ganaderías en extensivo andaluzas debido a esa escasez de agua, que se traduce en la falta de floraciones y sin pastos.

La falta de lluvia en España ha convertido al mes de enero en el segundo más seco del siglo XXI. Tampoco se espera que febrero sea muy diferente y los expertos apuntan a que la falta de precipitaciones se va a prolongar hasta el mes de marzo. La sequía se extiende y no solo en España hay síntomas de alerta. En la Mesa del mundo, hoy hablamos con nuestros corresponsales sobre la escasez de recursos hídricos a la que se están enfrentando muchos países.

España y Portugal han pedido a laUnión Europea que incremente los adelantos de fondos de la Política Agraria Común para hacer frente a la crisis que la sequía abre en el campo. De ello, nos hablaMaría Carou, corresponsal en Bruselas. Es tal la situación de escasez de agua que golpea a países tan poco acostumbrados como Alemania. Beatriz Domínguez, corresponsal en Berlín, explica que regiones del oeste y suroeste, en las que recientemente se han vivido inundaciones, ahora registran niveles hídricos bajos. Los avisos llegan también al oeste de los Estados Unidos, que padece, tal como nos cuenta Fran Sevilla, la peor sequía en ocho siglos. Conectamos, por último, con María Gámez desde Israel, un vergel en medio del desierto donde el cambio climático también está causando probemas. Allí, la gestión del agua es un asunto de supervivencia.

En los próximos días el Gobierno va a convocar la Mesa de la Sequía para estudiar con las comunidades y el sector agrícola posibles medidas ante el impacto que está teniendo para el campo esta falta de agua. Un episodio que, además, se va a prolongar durante el mes de marzo.

Sobre las causas que provocan esta sequía es difícil atribuir a una sola causa la situación actual, pero los científicos apuntan a varios fenómenos. El vórtice polar, esa corriente intensa de vientos que circula en las capas altas de la troposfera, alrededor del Ártico, y que impide que las bajas temperaturas del polo pasen a latitudes más bajas. A ello hay que sumarle otro hecho cuya causa están investigando: la expansión hacia el norte de la atmósfera subtropical.

El calor que sube y frío que no baja da como resultado un anticiclón estancado sobre nuestras cabezas desde hace ya mes y medio, y las previsiones no son muy halagüeñas debido al calentamiento global.  También tratan de buscar las causas en el fenómeno de La Niña, ese enfriamiento de la superficie del océano Pacífico ecuatorial, pero no siempre que está La Niña hay sequía y no siempre que hay sequía coincide con La Niña por eso los científicos son prudentes en este aspecto.

Informa Rosa Basteiro

La sequía ya tiene consecuencias directas sobre el consumo. En el caso del Campo de Gibraltar, se van a tomar medidas ante la falta de lluvias. Comenzarán reduciendo la presión del agua y avanzan que, si no llueve antes de abril, habrá cortes de suministros en tramos horarios.

Sigue sin llover y el agua acumulada en los embalses continúa bajando. La situación dibuja un paisaje de sequía en numerosas zonas de España. Para que recuperemos la reserva de agua, no vale cualquier lluvia. Rubén del campo, desde la Agencia Española de Meteorología (AEMET) explica que "tendría que llover de manera continuada durante varias semanas. Lo ideal para recargar los acuíferos, los embalses, es que vengan borrascas atlánticas que rieguen durante varios días, con sus frentes, la mayor parte del territorio." Es decir, la lluvia débil o esporádica, no sirve de casi nada. Tampoco la torrencial, porque aunque deja mucha agua, suele caer en lugares muy concretos. Y ya por pedir, mejor que llueva por la noche, porque el agua se evapora menos. Estamos en una situación parecida al invierno de 2018, también seco. Una primavera pasada por agua sería la última oportunidad porque nuestra temporada de lluvias se interrumpe ahí. Nuestros veranos son típicamente secos. Y no hay que perder de vista el cambio climático.

FOTO: EFE/ Brais Lorenzo

La falta de lluvias que sufre gran parte de España afecta de forma directa al agua acumulada en los embalses y pantanos. En algunos como los de la cuenca del Guadiana y los del Guadalquivir la situación es crítica. Los expertos alertan de que la cantidad de reservas hidráulicas de estos embalses y pantanos son erróneos, ya que se contabiliza como agua, la tierra y los sedimentos acumulados en su interior. José Luis Casamor,  profesor de Geología Marina en la Universidad de Barcelona, advierte que “hay reservas hidráulicas que son consideradas en los cálculos ministeriales que existen en forma de tierra”. La solución sería quitar estos sedimentos, una operación que tiene un elevado coste y que deja inoperativo al embalse o pantano. Según Casamor, para contabilizar de forma correcta la cantidad de agua hay que actualizar los estudios.

Informa Juan Coca.