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Bombardeo ruso contra una escuela en la aldea ucraniana de Belogorovka, en Lugansk, y se teme por la vida de otras 60 que permanecen bajo los escombros, según ha anunciado el gobernador de la región. Treinta personas han sido rescatadas. El ataque contra el edificio, en el que se refugiaban civiles, provocó un incendio que tardó cuatro horas en ser sofocado.

FOTO: Equipos de emergencia intentan extinguir el fuego tras el bombardeo de una escuela en Belogorovka. State Emergency Services/Handout via REUTERS

Durante este sábado han caído seis misiles rusos en la ciudad de Odesa, de los cuales dos han caído en la pista del aeropuerto internacional y cuatro en una empresa de muebles, que ha provocado un gran incendio. Las autoridades de Ucrania han informado también del hundimiento de un barco ruso a las costas de Odesa, cerca de la isla de las Serpientes, zona estratégica dentro del Mar Negro. Además, las defensas antiaéreas ucranianas han derribado un dron ruso de reconocimiento en esa misma zona del Mar Negro.

Informan Aurora Moreno y David Velasco, enviados especiales

Todos los civiles que se encontraban en la acería de Azovstal, en Mariúpol, han sido ya evacuados. "Hoy logramos sacar a 50 mujeres, niños y ancianos de Azovstal", ha confirmado la viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, que ha precisado que la evacuación ha sido compleja. Se espera que se lleve acabo su traslado hasta Zaporiyia y la cuestión ahora es qué ocurre con los militares que todavía resisten dentro de la acería. Se trata de varios centenares, aunque no se sabe el número exacto, y muchos de ellos están eridos. El gobierno ruso insiste que no permitirá su salida si no entregan las armas.

Informa Fran Sevilla, enviado especial

Los bombardeos dejan más muerte y casas destruidas. Mientras, en la acería de Azovstal, en Mariúpol, resisten las últimas tropas ucranianas frente al ataque de Moscú con tanques y artillería. De unos 200 civiles que continuaban allí, en las últimas horas han podido salir 50. Ucrania asegura que ya no hay niños, mujeres y ancianos. Zelenski busca mediación internacional para salvar a sus soldados.

Foto: Tanques ucranianos abren fuego (REUTERS/Serhii Nuzhnenko)

En Ucrania, después de 73 días de guerra, siguen los ataques a Odesa. Las tropas de Kiev están recuperando terreno a Moscú en torno a Járkov, la segunda ciudad del país. Y continúa la ofensiva en el Donbás. Zelenski busca la mediación internacional para evacuar a los combatientes en la acería de Mariúpol. Mientras, en Moscú se han podido ver los ensayos en la plaza Roja del desfile militar del Día de la Victoria, el 9 de mayo. En esta exhibición de fuerza participarán 11.000 soldados y cientos de unidades de equipamiento militar. También la fuerza aérea.

Galyna, Zlata y Daryna llegaron a Zaporiyia el 7 de marzo desde una ciudad a sólo 100 km de aquí, pero sitiada por las bombas. Cada día pasan por este centro de ayuda entre 500 y 2.000 personas. No solo atienden a los desplazados por el conflicto bélico, sino que cualquier persona que necesite ayuda en la ciudad puede acudir.

Foto: Un grupo de personas hace cola ante un centro humanitario para recibir ayuda en la ciudad ucraniana de Zaporiyia (EFE/Miguel Gutiérrez)

En la acería de Azovstal, en Mariúpol, resisten las últimas tropas ucranianas y civiles que esperan poder salir. En las últimas horas han sido evacuados unos 50, pero dentro siguen, supuestamente, 150 y un número indeterminado de soldados ucranianos. Zelenski ha asegurado que está realizando esfuerzos diplomáticos para defender a los suyos en Mariúpol. Ante el Parlamento de Islandia, ha denunciado que más de 500.000 ucranianos han sido deportados a Rusia. Ucrania informa también que siguen los intensos combates en el Donbás. Además, en la región de Járkov, según Kiev, las tropas ucranianas habrían recuperado cinco pueblos en manos rusas. Sin embargo, Moscú ha informado que ha destruido en esa zona un importante arsenal de armas procedentes de EE. UU. y la Unión Europa y causado 280 bajas al ejército ucraniano.

Foto: Un convoy de fuerzas prorrusas en la región de Donetsk (REUTERS/Alexander Ermochenko)

Larisa tiene casi 50 años y era profesora antes de que comenzase la guerra en Ucrania. Ahora se dedica a ayudar a los hombres de su familia,  a su marido y a sus dos yernos,  que están en primera línea porque, asegura, "son patriotas y quieren proteger al país". Larisa les hace llegar comidas, medicamentos y ropa, ya que muchos se ponen enfermos al pasar tanto tiempo en la calle. "No solo es ayuda moral la que les damos. Es duro y muy emocional estar esperando, prefiero cantar canciones con mi nieto confiando en que la victoria está cerca", nos cuenta.

La guerra, para los niños como su nieto, que tiene 6 años, está siendo muy dura. "Cuando hay un ataque con misiles le digo que es un trueno, pero me pregunta por qué no llueve y tengo que explicarle la verdad", expresa Larisa. "No es una guerra entre soldados, es una guerra entre soldados y civiles, es un genocidio". Larisa no puede llamar a su marido cuando quiere hablar con él, ya que tienen los móviles desconectados por seguridad, pero cuenta que, cuando se despiden, nunca les dice adiós.

Informan Aurora Moreno y David Velasco, enviados especiales

En la región del Donbás,  las fuerzas rusas han intensificado su ofensiva para hacerse con el control, de cara a la celebración del Día de la Victoria, el próximo lunes 9 de mayo. Las fuerzas ucranianas resisten y nuestro enviado especial, Fran Sevilla, ha podido ver vehículos militares y ambulancias, en la entrada a Donetsk.

El campeón de boxeo y hermano del Alcalde de Kiev, Volodymyr Klychko, ha asegurado que "la acería de Azovstal no ha sido conquistada por el ejército ruso". Además, ha acusado a Rusia de "mentir" sobre la invasión. "Rusia siguen bombardeando cada día. Seguimos fuertes y necesitamos el apoyo del mundo libre. Hay que parar esta guerra", ha dicho en una entrevista al Canal 24h. Sigue la última hora del conflicto entre Rusia y Ucrania en directo. Foto: EFE/EPA/ALESSANDRO GUERRA