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Wedad Salloum llegó hace unos años a Alemania desde Jordania. Ella forma parte de ese colectivo de gente que pertenecía a la clase media ilustrada y acomodada de Siria que salió del país de forma muy distinta a la de la mayoría. Le ha contado a Gabriel Herrero, nuestro corresponsal en Berlín, que no se siente refugiada: “Soy una persona que ha tenido un nuevo comienzo”. Eso sí, ha sido un comienzo duro, porque no ha podido ejercer su profesión y lucha para que su hija, que sigue en Jordania, se encuentre con ella. Aunque se siente totalmente integrada en la sociedad alemana, cuenta que piensa constantemente en Siria: “Nuestra cabeza y nuestro corazón siguen allí. Si comemos pensamos en la gente que no puede tener comida. Esta es realmente la realidad de nuestra vida”.

Abdulahad Younes tiene 27 años. Vive en un piso compartido en Roma y confía en poder convalidar el título de odontólogo que obtuvo en Siria y poder trabajar y vivir con independencia cuanto antes. Llegó a Italia gracias al trabajo de una ONG cuando la guerra ya estaba en Alepo. Ahora habla todos los días con su familia, pero sabe que no podrá volver a Siria. “Con esta guerra es muy difícil” le cuenta a nuestro corresponsal Jordi Barcia. Relata que la situación que viven sus padres es terrible “Cuando van a comprar, no saben si encontrarán lo que necesitan”.

Yazan Doudedari, odontólogo, cuenta que huyó de Alepo cuando el régimen de Bachar al Assad comenzó a represaliar a todos los que trabajaban con ONG que proporcionaban ayuda humanitaria al país. Tras pasar por Turquía y Egipto llegó a Reino Unido, donde intenta trabajar por la recuperación de su país. Sueña con volver a Siria, pero sabe que no es real: “Me gustaría volver, pero ahora no es seguro” le ha contado a nuestra corresponsal, Sara Alonso. “No puedo regresar a un país que tiene un gobierno criminal. Si vuelvo ahora, me matarían”, concluye.

Hassan tiene 27 años y abandonó Siria en 2012 huyendo de la guerra. "Me fui porque no quería ni morir ni matar a nadie". Ha pasado por Líbano, Turquía, Grecia, Francia y Suiza, y desde hace unos años vive en Sevilla. "Ha sido un viaje de casi diez años que me ha enseñado muchísimo", cuenta Hassan, que confiesa que le gustaría volver a Siria cuando no haya guerra para reconstruir su país. Además, sueña con ser actor como su ídolo, Antonio Banderas. "De momento estoy un poco lejos, pero no importa, es un nuevo reto para mí".

Más de 150 inmigrantes han intentado saltar la valla fronteriza de Melilla esta madrugada y entrar en España, y 59 lo han conseguido. Hay cinco heridos: dos entre los inmigrantes y tres agentes de la Guardia Civil.

Los inmigrantes han sido aislados fuera del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) para pasar la cuarentena debido a la pandemia del coronavirus.

La zona donde se ha producido el salto a la valla es la misma donde hace algo más de un mes y medio, el pasado 19 de enero, intentaron saltar alrededor de 150 inmigrantes de origen subsahariano y 89 lo consiguieron.

Foto: Efe

Hodan Sulaman es mediadora cultural de Médicos del Mundo y se dedica a ayudar a mujeres víctimas de violencias machistas. En esta entrevista habla sobre una de ellas: la mutilación genital femenina y cómo se trabaja para borrar los mitos que legitiman esta práctica. Además, Hodan nos cuenta su experiencia como persona en busca de una vida sin violencia en un país de acogida.

Avui ens visita Marc Cebrian, portaveu de KIF KIF. Ho fa per parlar de l’informe ‘Manipulació de noticies, la llavor d’odi cap a migrants’. També parlem amb Mercè Martínez i David Selvas , actriu i director de l’obra El Màgic d’Oz. Una obra de teatre on tots els protagonistes són de gènere fluid.

Algunos de los refugiados que llegan a España son personas perseguidas en sus países por su orientación sexual. Huyen de la violencia y la discriminación con la esperanza de encontrar aquí protección internacional. Kifkif es una asociación de Migrantes y Refugiados Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales y el 12 de noviembre abrió su primer centro en Madrid. Nos lo cuenta nuestra compañera Alba Rubio.

Los dos últimos huracanes del Atlántico, primero Eta y poco después Iota, han dejado una emergencia humanitaria en Centroamérica. El agua se ha tragado los ahorros y ha hipotecado el futuro. Con tierras inundadas y cosechas destruidas en lugares con altos niveles de pobreza, es probable un aumento de la emigración.

Los refugiados que huyen de Siria no siempre buscan huir lo más lejos, algunos prefieren quedarse cerca y seguir participando del conflicto. Pilar Cebrián ha reflejado esas diferencias en el libro: Refugiados con 3 enfoques: presente, pasado y futuro de una misma huida.

Las ONG denuncian una emergencia humanitaria en Tigray, región al norte de Etiopía donde la guerra ha agravado la situación de cientos de miles de personas que ya dependían antes de la ayuda humanitaria. Más de 30.000 personas, la mayoria mujeres y niños y tambien victimas de los combates se refugian en Sudán, donde en los campamentos no hay suficiente agua, ni comida, ni sanitarios, ni tiendas de campaña. Los refugiados llegan sin parar y podrian huir hasta 200.000 a este pais vecino que ya alberga a un millón de refugiados de otros países. La ONU pide la ayuda urgente de 200 millones de dolares para responder a la situación.

La pandemia no ha detenido los flujos migratorios irregulares; es más, en las últimas semanas se ha intensificado de forma alarmante el tráfico de cayucos y pateras en la peligrosa ruta hacia Canarias. La música nos habla del drama de quienes no ven más salida que dejarlo todo atrás y arriesgar sus vidas en travesías donde el riesgo es máximo, sea en el Atlántico, el Mediterráneo central o las blindadas fronteras terrestres entre la miseria y el anhelo de paz y prosperidad. Chambao, Celtas Cortos, Ricardo Arjona, Amistades Peligrosas, Tam Tam Go! y Manu Chao ponen letra a un problema que necesita soluciones desde hace demasiado tiempo.