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La pandemia dejó su marca en el mercado inmobiliario durante el año pasado. Asi por ejemplo, en los meses del confinamiento, cuando los registros de la propiedad estaban cerrados a la atención al público, las transacciones de vivienda cayeron cerca del 54 por ciento. En los meses siguientes se ha ido recuperando progresivamente el ritmo del mercado, aunque es la incertidumbre la que continua marcando la pauta. Un reportaje de Blanca Pascual​.

  • Las grandes capitales se ven golpeadas por la crisis sanitaria y ajustan sus precios
  • El trasvase de pisos turísticos al alquiler tradicional eleva la oferta en Madrid o Barcelona
  • Los inquilinos reclaman más protección, mientras que los propietarios solicitan mayores garantías

Mes y medio después de la entrada en vigor de la norma para contener los precios del alquiler en en 60 ciudades catalanas, y tras el anuncio del Gobierno central, que confirma que baraja una medida semejante en la que será la futura Ley de ViviendaLas mañanas de RNE habla con Jaime Palomera, portavoz del Sindicato de Inquilinos. A pesar de ser pronto para que se pueda valorar cómo ha afectado al mercado al medida, Palomares ha confirmado que ya están "negociando a la baja" algunos contratos en ciudades como Barcelona, una de las más afectadas por la llamada burbuja del alquiler. El portavoz del Sindicato de Inquilinos también ha defendido que es una medida que ya se aplica con éxito en varios países europeos, como Alemania, Austria o Dinamarca, auqnue ha reconocido que "las regulaciones no son ni el apocalipsis ni la panacea".

Siete de cada diez inmobiliarias discriminan a los inmigrantes no comunitarios que quieren alquilar una vivienda. Es la conclusión a la que ha llegado la ONG Provivienda después de hacer dos mil llamadas a inmobiliarias de distintas ciudades. Denuncia las dificultades que tienen estas personas para acceder a un piso. El setenta por ciento de las agencias admiten discriminación. Estas entidades aceptan las condiciones racistas por parte de los dueños, al rechazar y poner condiciones más estrictas a los futuros inquilinos por sus rasgos facilaes, su acento o sus condiciones socioeconómicas adscritas a los inmigrantes. Desde la ONG piden una ley estatal de igualdad de trato y no discriminación que garantice el derecho a la vivienda de estas personas. Al mismo tiempo que solicitan medidas que fomenten la sensibilización y formacion de las agencias inmobiliarias así como un código de buenas prácticas.

Según el sector inmobiliario en Cataluña, no ha habido ningún impacto de la ley de limitación de alquileres en un mercado que está a la baja desde julio, pero a consecuencia de la crisis.

La entidad impulsora de la ley, el Sindicato de Inquilinos, reconoce el poco impacto de la norma y lo atribuye a que algunas inmobiliarias incumplen la condición de mantener el importe del último contrato o no superar lo que marca el índice de referencia.

El Sindicato de Inquilinos pide que se empiecen a aplicar las sanciones de hasta 9.000 euros que prevé el texto para que haya un efecto real en la renta, que los inquilinos reconocen que solo se da en casos concretos.

Hoy entran en vigor en Cataluña los límites en el precio del alquiler fijados por la Generalitat. Los contratos que se firmen o se renueven a partir de este martes deben ajustarse a esos máximos establecidos en más de medio centenar de municipios catalanes, en los que alquilar una vivienda es menos asequible, entre ellos las cuatro capitales provinciales. Para José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra, una medida "con un diagnóstico erróneo" que no va a ser útil "como ya se ha demostrado en otros lugares donde se ha aplicado esta medida". En su entrevista en Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso, Montalvo también ha recalcado que no cree que en el alquiler "haya una burbuja" sino que el "desajuste" viene por la escasez de oferta.

En pleno estado de alarma, el mercado inmobiliario estuvo casi paralizado y el precio de las casas subió un 2,1 % interanual, la menor subida desde hace cinco años. Los expertos insisten en que la caída de precios se producirá de forma progresiva, aunque aseguran que no será comparable a la crisis de 2008. Las inmobiliarias empiezan a notar el interés por tantear el mercado a la espera de posibles rebajas.

El precio de la vivienda continúa pisando el freno. En el segundo trimestre creció un 2,1% en comparación con un año atrás. Entre abril y junio los precios apenas subieron un 0,1% respecto al trimestre anterior. En concreto, el coste de la obra nueva bajó un 2,2% en su mayor caída desde 2013. El experto en vivienda Julio Rodríguez cree que "en el tercer trimestre puede haber una recuperación de ventas y podríamos asistir a una subida mayor del precio de la vivienda".

Se aprecian rebajas de precios en zonas concretas, sobre todo en los centros de las ciudades más turisticas, pero si comparamos los precios de los alquileres con los del año pasado, estos siguen subiendo. La oferta ha aumentado considerablemente pero el mercado ha estado meses paralizado y las viviendas se han acumulado. Además, la demanda sigue siendo muy alta.