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Miles de inmigrantes procedentes de diferentes zonas de centro América asediadas por el hambre, la miseria y la violencia, siguen intentando cruzar la frontera que les separa de EEUU. La llegada de Joe Biden a la presidencia ha hecho que muchos de ellos retomen el viaje, pero el paso sigue cerrado y el insistente llamamiento de las autoridades es que no intenten completar un viaje en el que se calcula que 20.000 personas pierden la vida cada año. Los llamamientos de momento son en vano. Nuestro corresponsal, Fran Sevilla, está desde ayer en Brownsville, en Texas, para comprobar por qué y cómo cientos de personas intentan alcanzar ese objetivo.

Nuevas caravanas de migrantes están atravesando centroamérica hasta el extremo norte de México, donde están tratando de alcanzar la frontera sur de los Estados Unidos, en busca de un futuro en este país. El corresponsal de RNE Fran Sevilla se ha desplazado hasta la zona para contar sobre el terreno esta crisis migratoria y humanitaria, que elinvestigador principal del Real Instituto Elcano, Carlos Malamud, ha analizado en su entrevista en Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso. Según el experto, el nuevo presidente de EEUU tiene un margen "reducido" para atajar esta crisis migratoria, que, recuerda, se sigue utilizando como "poderosa arma política". Un tema "bastante espinoso y con múltiplas aristas" como la llegada de los menores no acompañados, o de las familias enteras que buscan asilo huyendo de las complicadas situaciones de violencia en sus países de origen, como Honduras, El Salvador o Nicaragua, países con "gobernantes cada vez más autoritarios". Además, Malamud ha afirmado que, tras la llegad al poder de Biden, "las expectativas creadas por el cambio de Gobierno han provocado un efecto llamada que ha hecho que la corriente migratoria se intensifique". El investigador del Real Instituto Elcano también ha puesto el foco sobre la actitud en México, donde la administración de López Obrador, en su opinión, está siendo más bien tibia respecto a la protección de los derechos humanos de los migrantes que se agolpan en su frontera con EEUU.

Dos inmigrantes han fallecido, nueve has desparecido y tres han sobrevivido al volcar la patera en la que viajaban a 300 metros de la costa de Percheles, en el municipio de Mazarrón (Murcia). Fuentes de la delegación del Gobierno han confirmado que el naufragio se produjo anoche. Participan en la búsqueda de los inmigrantes desaparecidos varias embarcaciones y dos helicópteros de Salvamento Marítimo y Guardia Civil. Foto: Un helicóptero de Salvamento Marítimo. Archivo / Europa Press.

A pesar de los llamamientos del Gobierno de Biden y de que la frontera sigue cerrada, no deja de aumentar el flujo de centroamericanos que llegan con la esperanza de cruzar al otro lado. La patrulla fronteriza de Estados Unidos detiene a unas 5.000 personas al día.

Foto: Migrantes rezan en las inmediaciones del cruce fronterizo de El Chaparral, en la ciudad mexicana de Tijuana (EFE/Joebeth Terríquez)

Ibrahim es un senegalés de 33 años que ha convertido la chabola donde vive, en un asentamiento de Lepe, en su taller de pintura. Llegó a España en cayuco hace dos años e intentó trabajar en la fresa, pero su invalidez, que le afecta a una pierna, se lo impidió. Desde entonces pinta para sobrevivir y ahora sueña con ganarse la vida vendiendo sus obras.

Unos 1.500 inmigrantes viven desde hace meses en el campamento ‘Las Raices’ de Tenerife, un antiguo cuartel militar de los Rodeos Altos, en la zona norte de la isla, la más fría. ONG’s, vecinos y los propios migrantes han denunciado que quienes viven allí sufren una situación insostenible, de vulneración constante de sus derechos básicos. RNE ha estado en la zona. Aunque no ha podido entrar a la instalaciones ha recorrido los alrededores de una zona donde pasan los días ciudadanos de Mali, Mauritania o Senegal que llegaron en patera a Canarias. Es un reportaje de Arantxa Jiménez

La pequeña fallecida, originaria de Mali, había sobrevivido desde que el martes sanitarios de Cruz Roja consiguieran reanimarla en el muelle de Arguineguín, al que la condujo una embarcación de Salvamento Marítimo que la rescató de una patera en que viajaban en total ocho niños, dos de ellos graves, pero no ha podido superar los daños que sufría su organismo y ha acabado muriendo menos de una semana después.

La conocemos con un nombre que no es el suyo. Tras su muerte en el hospital este lunes sabemos que la niña no se llamaba Nabody. El pediatra que la atendió no solo lamenta su muerte también la confusión sobre su identidad. Su madre y su hermano también en la patera, continúan ingresados: probablemente, sin saber, que la pequeña ha muerto. Un drama que no cesa y que además no es nuevo.

1.717 personas migrantes han muerto o desaparecido intentando llegar a España en 2020 a través de la frontera sur (que engloba a Andalucía, Murcia, Valencia, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla). Es la cifra más alta de las tres últimas décadas. Lo revela un informe de Pro Derechos Humanos Andalucía que indica, además, que el porcentaje de fallecidos en relación al número de migrantes se ha duplicado en el último año. El informe muestra, asimismo, que 41.861 migrantes llegaron a nuestro país este último año, un 21% más que el año anterior y que más de la mitad de ellos (23.000) lo hicieron por la ruta canaria, lo que supone un incremento de 756 %. Esta ruta es también la más trágica.

Informa Jesús Lominchar

Nabody, la niña inmigrante de dos años que permanecía en la unidad de medicina intensiva del hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria en estado crítico tras recuperarse de una parada cardiorrespiratoria al llegar a la isla, ha muerto finalmente este domingo en el centro médico.

Foto: Cruz Roja y Salvamento Marítimo en el muelle de Arguineguín EFE/ ANGEL MEDINA G.

Los cinco países que conforman la frontera mediterránea de la Unión Europea -España, Italia, Malta, Chipre y Grecia- han reafirmado su rechazo a algunos puntos esenciales del Pacto de Migración y Asilo redactado por la Comisión Europea (CE), que a su juicio es poco solidario y no contempla responsabilidad compartida real entre todos los socios. Los cinco países han aprobado una declaración conjunta basada en tres pilares: reubicación obligatoria de los refugiados en todos los países de la UE, retorno centralizado de los que no tienen derecho a quedarse y cooperación con los países de tránsito y origen.

Foto: Los ministros del Interior y Migración de España, Fernando Grande-Marlaska; Italia, Luciana Lamorgese; Malta, Byron Camilleri; Chipre, Nikos Nurís; y Grecia, Notis Mitarakis. (EFE/EPA/PANTELIS SAITAS)