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Un año después de la última guerra entre Israel y Hamás, la tensión ha crecido en las últimas semanas y nadie descarta que la chispa prenda de nuevo. Fueron once días en los que Israel lanzó 1.500 bombas que mataron a 230 palestinos en Gaza, la mayoría civiles. Por su parte, Hamás y la Yihad Islámica lanzaron más de 4.300 cohetes hacia territorio israelí, matando a 13 personas. El rastro de destrucción es visible en barrios enteros en Gaza, donde unos 12.000 edificios fueron destruidos o gravemente dañados.

El ejército de Israel ha lanzado un ataque contra las milicias palestinas que operan en la franja de Gaza la madrugada de este domingo, una jornada después de que se dispararan cohetes desde ese territorio, gobernado por Hamás. Hasta el momento no se han notificado víctimas mortales. Es la segunda ocasión que se producen intercambios de disparos desde que el alto el fuego del pasado mes de mayo, que puso fin a una guerra de 11 días.

FOTO: EPA / MOHAMMED SABER

Viajamos a la franja de Gaza para comprobar cómo sigue la vida en este territorio bloqueado por tierra, mar y aire. Han pasado seis meses desde la última ofensiva de Israel y los escombros se acumulan sobre los de otras guerras. Mientras, su población intenta de nuevo seguir con sus vidas. Un reportaje de la corresponsal de RNE en Jerusalén, María Gámez.

Israel ha lanzado nuevos ataques aéreos sobre la Franja de Gaza, han confirmado fuentes de seguridad del movimiento islamista palestino Hamás, que gobierna el enclave, y el propio ejército israelí. La ofensiva aérea responde, según Israel, al lanzamiento de decenas de globos incendiarios por simpatizantes de Hamás al otro lado de la frontera con Israel, en señal de protesta por la celebración del 'Desfile de las Banderas', una marcha con la que los ultranacionalistas israelíes celebran la toma de posesión de Jerusalén Este. Este enfrentamiento supone la primera prueba para el nuevo Gobierno israelí, formado por una coalición de partidos y que incluye el apoyo de un partido árabe, Raam. En mayo, hubo bombardeos mutuos en los que murieron 268 personas. Tras 11 días de tensión máxima se logró un alto el fuego, roto ahora.

Este martes, miles de ultranacionalistas israelíes han conmemorado la conquista de Jerusalén Este en 1967 y miles de palestinos han protestado allí y en otras ciudades por lo que, para ellos, es una provocación. La policía ha limitado el recorrido de los nacionalistas israelíes y ha impedido a los palestinos acercarse a ellos. Hace algo más de un mes una manifestación como esta fue uno de los detonantes de la última escalada bélica entre Israel y Hamás. Han sido menos que entonces y han podido llegar hasta la puerta de Damasco, pero no les han dejado recorrer las calles del barrio musulmán. Aun así, una provocación para los palestinos, que no han podido acercarse al lugar. Algunos han sido detenidos por los cientos de policías desplegados. Desde Gaza habían advertido de que responderían a la marcha. Se temía el lanzamiento de cohetes, pero finalmente solo algunos balones incendiarios han provocado varios fuegos en campos israelíes.