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En la frontera entre Estados Unidos y México ha empezado el despliegue de los 5.200 militares que el gobierno de Donald Trump ha enviado para responder a la llegada de las dos caravanas de inmmigrantes centroamericanos. Los soldados reforzarán la vigilancia en Texas, Arizona y California y se suman a los más de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional que se encuentran en la frontera desde abril. Nos lo cuenta el corresponsal de RNE en Washington. Fran Sevilla.

Con el puente fronterizo cerrado, tras los incidentes del domingo en los que un migrante resulto muerto y varios heridos. Para hacer frente a la corriente del río, los migrantes se agarraron de la mano y formaron una cadena humana, mientras un helicóptero de las Fuerzas Federales de México sobrevolaba el área, en algunos momentos a baja altura, lo que provocó fuertes ráfagas de viento que desestabilizaron a las personas.

Cientos de migrantes, la mayoría procedentes de Honduras, han cruzado el rio y están ya en lado mexicano. En estos momentos negocian con las autoridades sus condiciones para el ingreso en el país.

La caravana de migrantes hondureños continúa su camino y atraviesa el Estado mexicano de Chiapas, en una nueva etapa en la que muchos esperan poder subirse a algún vehículo con el que avanzar. El presidente Donald Trump les ha advertido a través de Twitter que "den la vuelta" y "regresen a su país" porque no va a dejar que "entren personas ilegales" en Estados Unidos.

Los gestos de apoyo hacia los emigrantes se repiten a cada paso. Un grupo de estudiantes reparte entre los componentes de la caravana el agua que ellos mismos han pagado. Más adelante ropa y pañales. Un tercio del grupo son niños y muchos de ellos están enfermos debido al calor. 

La caravana avanza sobre todo tipo de vehículos. Son muchos los que se ofrecen a llevar a los emigrantes rumbo al norte sin que la Policía Federal trate de impedirlo. Los habitantes más pobres del estado de México los reciben con banderas de Honduras y gritos de ánimo. Algunas zonas se han convertido en verdaderos puntos de avituallamiento. 

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha criticado este miércoles a sus aliados en Arabia Saudí, al considerar que orquestaron un "encubrimiento" de la muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi y que la operación fue "un completo fiasco".

"Su concepto original fue muy malo, lo pusieron en práctica muy mal y el encubrimiento fue el peor en la historia de los encubrimientos", ha dicho Trump en declaraciones a los periodistas en el Despacho Oval. "Quien pensara en esa idea creo que está en muchos apuros, y debería estarlo", ha añadido el mandatario, en referencia al presunto plan para asesinar a Khashoggi.

En Arabia Saudí, las autoridades han retirado las tarjetas de crédito a las 18 personas supuestamente implicadas en el asesinato, pero no se ha apuntado más alto. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo confiar en el rey, Salman bin Abdulaziz y no mencionó al príncipe heredero, Mohamed bin Salman, hombre fuerte del régimen y quien controla los servicios de seguridad. 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha considerado este viernes "creíble" la versión ofrecida por Arabia Saudí sobre la muerte del periodista Jamal Khashoggi en el consulado del reino en Estambul (Turquía) el pasado 2 de octubre. Desde Arizona, Trump también ha dicho que la detención de 18 personas por parte de Riad supone un "buen primer paso". "Arabia Saudí es un gran aliado, pero lo que sucedió es inaceptable", ha dicho el presidente del país, quien preferiría que cualquier sanción contra el reino no incluyese la cancelación de contratos armamentísticos.

La caravana de migrantes hondureños ha cruzado este viernes la frontera con México a pesar de las advertencias del presidente estadounidense, Donald Trump, que amenaza con enviar al Ejército a la zona fronteriza con el país vecino. Los migrantes, que huyen de la violencia y la pobreza, han abarrotado la frontera en México, donde se han vivido momentos de tensión.