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Miles de personas se han manifestado este miércoles en Berlín en contra de la Ley de Protección contra infecciones, una norma que fija claramente las medidas que pueden adoptar el gobierno federal y los Länder en caso de epidemia y que no son otras que las ya adoptadas durante estos meses: cierre de negocios, limitación de movimientos, de contactos. Se trata de una reforma para evitar recursos legales, como ha ocurrido en algunos tribunales locales paralizando las medidas. Negacionistas, antivacunas, teóricos de la conspiración y extrema derecha comparan la reforma con las leyes nazis de excepción e incluso dicen que conduce a Alemania a una dictadura. La Ley llega en un momento en que Alemania parece que aplana la curva de contagios pero la cifra de muertos, 305, alcanza récords.

El primer ministro británico, Boris Johnson, tendrá que guardar cuarentena hasta el 26 de noviembre por haber estado en contacto directo con un caso de coronavirus. Se trata de un diputado con el que mantuvo una reunión sin llevar mascarilla ninguno de los dos. El político británico ya estuvo contagiado en abril, incluso ingresado grave en la UCI. Los resultados de las pruebas que le han hecho, hasta el momento, han dado negativo. En un vídeo en sus redes sociales ha asegurado que se encuentra genial pero que en una situación así no queda otra que confinarse. Y ha animado a los ciudadanos a hacer lo mismo y respetar, ha dicho, las reglas.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha anunciado que el Gobierno espera recibir 20 millones de dosis de la vacuna de la farmacéutica Pfizer y el grupo Biontech, con las que, en España, se podrá vacunar a 10 millones de personas contra el coronavirus, ya que se requieren dos dosis. Illa ha explicado que "esta semana o la próxima" el Ejecutivo firmará con Pfizer el contrato para adquirir la vacuna, por lo que cree que las dosis podrían llegar a principios de 2021.

Las enfermeras también están llevando gran parte de la carga de las UCI y de una atención primaria saturada. Levantan la voz: denuncian que es urgente mejorar su situación laboral: Más personal, una jornada laboral más reducida, más tiempo para descansar entre guardias. Denuncian un déficit ya estructural. El Consejo General de Enfermería calcula que hacen falta 120.000 enfermeras de forma urgente.

La Policía Municipal de Madrid ha intervenido esta noche en 81 fiestas en casas y 18 botellones. También han cerrado diez locales. En Cataluña, los Mossos d'Esquadra han levantado 625 actas de sanción durante el último toque de queda. Además, han cerrado otros diez locales por incumplir el horario. Fiestas ilegales y aglomeraciones que, lamentablemente, se han repetido por todo el país. Como en ibiza, o en la Serranía de Cuenca. En Ibiza, la Guardia Civil, ha desalojado una fiesta con 120 personas en una vivienda. Y en la Serranía de Cuenca disolvieron ayer una rave con 80 personas.

En Écija ha habido aglomeraciones de jóvenes en la calle y en Salamanca 28 denuncias por saltarse el toque de queda así como una fiesta en un domicilio donde han sido denunciadas seis personas. En Valencia la noche de Halloween se salda con 89 denuncias por incumplir el toque de queda y en la Región de Murcia la Guardia Civil ha denunciado a 25 personas, que se encontraban a altas horas de la madrugada en un local de las Torres de Cotillas, deteniendo además al encargado del mismo por desobediencia grave a agentes de la autoridad.

La Policía Local de Alicante,  en el dispositivo especial para la noche de Halloween, ha disuelto un total de 13 fiestas y tres botellones, ha impuesto 30 sanciones por incumplir el toque de queda.

En Logroño hemos visto esta mañana la otra cara de lo que sucedió anoche. Un grupo de jóvenes ha limpiado, por iniciativa propia, los destrozos provocados tras los disturbios por las restricciones anti COVID. Han recolocado además el mobiliario urbano en el paseo de El Espolón de la capital riojana. Lo han hecho tras una convocatoria por las redes sociales. Los operarios de limpieza también han trabajado en el centro para devolver a la ciudad una apariencia de normalidad.

Ni el Gobierno ni la Comunidad de Madrid quieren ahondar en la polémica por el cierre de la región solo durante el puente, pero sus explicaciones chocan. Mientras la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, agradece al Ejecutivo central que lo haya autorizado; el ministro de Sanidad, Salvador Illa, asegura que ellos no tienen que autorizar nada y emplaza a la reunión el Consejo Interterritorial del próximo miércoles, donde se establecerán criterios uniformes.  [Coronavirus: última hora en directo

En un escenario tan cambiante, cuesta aclararse sobre lo que se puede o no hacer. En Castilla la Mancha, confinada a nivel autonómico,  sí pueden moverse entre provincias, pero no salir de la región. En parte de Andalucía, Euskadi o Murcia, en cambio, se han cerrado además sus municipios y los vecinos solo pueden salir de ellos por trabajo, estudios, médicos o cuidado de personas dependientes. [Coronavirus: última hora en directo

En cuanto a los viajes de placer, estos no pueden tener destino a una región confinada, pero sí la pueden atravesar si se dirigen a una comunidad que todavía esté abierta. Y, si el viajero es extranjero, los cierres de las comunidades no afectan a las fronteras, pero los visitantes deben atenerse a lo estipulado por cada comunidad.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha anunciado este miércoles el cierre de cines, bares, teatros, gimnasios y otros establecimientos públicos para contener la propagación de la COVID-19. Además, se prohibirán las reuniones de más de diez personas y el alojamiento de turistas. Las medidas, que entrarán en vigor el lunes, durarán un mes. Y a pesar de que la incidencia en Alemania no es tan alta como en otros países europeos, Merkel ha advertido que, de no imponer restricciones, el sistema sanitario alemán podría colapsarse en las próximas semanas. [Coronavirus: última hora en directo

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado este miércoles un nuevo confinamiento para contener la rápida propagación de la COVID-19 en el país.  A partir del viernes, los franceses solo podrán salir del domicilio para acudir a centros educativos, al trabajo si no se puede realizar a distancia, o a adquirir productos básicos, entre otras excepciones. Los comercios no esenciales permanecerán cerrados durante el confinamiento, que durará hasta el 1 de diciembre como mínimo. [Coronavirus: última hora en directo