Los Mundiales de atletismo en pista cubierta de Glasgow han dejado una sensación agridulce en los aficionados españoles tras los resultados de nuestra delegación. El sabor dulce siempre lo dejan las medallas, que en estos campeonatos solo fueron dos y de bronce: Fátima Diame en longitud y Ana Peleteiro en triple salto.
Ambas casualmente en sendos concursos y sobre la arena, separadas por horas. El domingo apuntaba a ser el gran vivero de medallas de la delegación española, puesto que las esperanzas estaban puestas en ellas dos, pero también en las pruebas de medio fondo.