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En el programa Mundo rural del 6 de julio nos acercamos a la PAC en nuestro espacio semanal con el presidente del Fondo Español de Garantía Agraria, Miguel Ángel Riesgo. Con él conocemos las últimas noticias en torno a la política agraria común y le hacemos llegar nuestra dudas. En esta ocasión, sobre el inicio del programa de ayuda alimentaria para este 2020.

Las cooperativas agroalimentarias han sido fundamentales para alimentar a la población española durante los meses de confinamiento. Su producción y sus exportaciones han abastecido los mercados nacionales e internacionales. En España, hay un total de 3.700 en las que participan un millón de familias. Este domingo celebran su día internacional y lo hacen plantando cara al Covid-19. Coronavirus: última hora.

Un año más, se ha celebrado la Semana Mundial Sin Carne, y desde la organización Greenpeace, nos recuerdan las consecuencias, que para el medio ambiente y la salud de las personas, tiene el consumo excesivo de carne. Según las cifras de la FAO, en España consumimos unos 275 gramos de carne por persona, al día, cuando la comunidad científica internacional recomienda unos 300 gramos a la semana. Este exceso, en el consumo de carne, sólo es posible debido a un modelo de ganadería industrial, que genera graves consecuencias en varios frentes. El sector agroalimentario es el responsable de hasta el 37% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y diferentes expertos apuestan por reducir drásticamente el consumo de carne y que la que consumamos proceda de ganadería ecológica y extensiva. Hablamos con un responsable de Greenpeace y con una experta diestista y nutricionista.

La FAO fue la primera de las agencias de las Naciones Unidas en crearse. Así lo ha dicho en Las Mañanas de RNE con Íñigo AlfonsoLas Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso, José Esquinas-Alcázar, ingeniero agrónomo y director de esta organización durante 30 años. En todos estos años, no ha acabado con el hambre en el mundo pero señala Esquinas que es debido a la falta de voluntad política. El presupuesto de la organización es escaso y da datos: el presupuesto de dos años es equivalente a lo que gastan dos países desarrollados en comida para perros y gatos, y el presupuesto global en armamento sería suficiente para nutrir a la FAO durante 10 años.

Afirma que la crisis sanitaria agravará la hambruna, siendo "muy probable que en los próximos meses veamos duplicarse el número de hambrientos" y lo califica de "pandemia del hambre" que puede ser causa de muchas otras: "No son nuestros muertos, ni es contagiosa, con lo cual lo vemos como una cosa ajena a nosotros, lo cual es una gran mentira". Además, señala el exdirector de la FAO, el hambre es el caldo de cultivo de la violencia y la inmigración, por lo que insta a los países a ayudar a pararla "aunque sea por egoísmo inteligente". "Sin seguridad alimentaria en el mundo, no habrá paz ni seguridad mundial", sentencia Esquinas. Según un informe de la propia organización, en el mundo se produce un 60% más de los alimentos que necesitamos para alimentar a la población, de los cuales, un tercio acaba en la basura.

Enfocando el problema más allá de la crisis alimenticia, se posiciona del lado del papa Francisco en su afirmación sobre que el hambre y la pobreza, y los problemas medioambientales son las dos caras de la misma moneda y afirma que es un problema de solidaridad con nuestros semejantes y sobre todo, con nuestras futuras generaciones.

Los contagios en la capital de China han bajado después de que en los últimos días se diera la voz de alarma al encontrarse un foco de contagio en un mercado de la ciudad. Este jueves,  las autoridades lo han declarado como controlado, aunque las medidas de restricción en algunos barrios se mantienen. De hecho, muchos ciudadanos comentan que al menos permanecerán confinados al menos 15 días, pero otros apuntan que podrían alargarse hasta los 30. El mercado de la zona se encuentra cerrado y los científicos creen el brote pudo estar en los mariscos por haber estado almacenados a baja temperatura y con humedad.

El brote detectado en Alemania en un empresa cárnica no ha sido el único que se ha conocido. También ha habido otros en distintos países, incluido España. En el caso del alemán, no hay aún evidencia de que este se produjera dentro de las instalaciones. Desde CSIC apuntan a que el contagio podría venir de fuera de la empresa. Por otro lado, Juan José Badiola, veterinario de la Universidad de Zaragoza, cree que las bajas temperaturas en las que se trabaja en el sector podrían favorecer la transmisión de los trabajadores. Otras personas apuntan a que los contagios podrían provenir de múltiples factores, incluyendo el perfil de los propios trabajadores, que viven en núcleos familiares amplios. Por el momento, lo que está demostrado es que el coronavirus no se transmite por el consumo de carne porque necesita un animal vivo o una persona para poder reproducirse.

En Alemania, el pasado miércoles se detectó un brote de coronavirus en un matadero de cerdos, Tonnies, que ha dejado a más de 650 de sus trabajadores infectados. Esta situación ha puesto de relieve que esta instalación, al noroeste del país, mata a cada año a más de 20 millones de cerdos, cuya carne exporta a todo el mundo. Entre sus trabajadores hay personas provenientes de Europa del Este, contratados por días y subcontratados por otras empresas. Desde la compañía han pedido disculpas, aunque aseguran que habían tomado medidas y apuntan como principal problema los traslados en autobuses desde Bulgaria o Rumanía, así como al frío de la factoría que favorece el contagio. El presidente de Renania del Norte Westaflia, Armin Laschet, ha asegurado que habrá consecuencias.

Cada año se desperdician en el mundo 1.600 millones de toneladas de comida. Mientras, 800 millones de personas pasan hambre. Además, el despilfarro alimentario es una de las principales amenazas para la sostenibilidad del planeta. En el Día de la Gastronomía Sostenible, conocemos la iniciativa de Too Good To Go por la que diez reconocidos chefs ofrecen consejos y recetas de aprovechamiento para reducir el desperdicio de alimentos, también en nuestros hogares.

Desde que comenzó la pandemia el número de personas vulnerables no ha dejado de crecer, y con ellas también lo han hecho las iniciativas solidarias. Una de ellas es la que ha impulsado la ONG del cocinero José Andrés en varios países del mundo, que consiste en cocinar menús diarios para los que más lo necesitan. En España decenas de cocineros se han sumado al proyecto. José Andrés lidera junto Carles Tejedor se han puesto a trabajar en la cocina del Fórum de Barcelona, una de las que comienza a pleno rendimiento a las 6 de la mañana para preparar 5.000 menús diarios para ayudar a los afectados por la pandemia. Ellos viven en Estados Unidos, pero cuando se enteraron de la situación en España decidieron volver. En seguida se les unieron grandes nombres de la cocina, quienes prefieren mantenerse en la sombra.

El gobierno chino ha anunciado el cierre de el mayor mercado mayorista de Pekín, y otros cinco mercados a los que provee por un nuevo brote de contagios de coronavirus. Se tratará de una transmisión local entre trabajadores y personas que lo habían visitado y que ha derivado en más de 50 casos positivos asintomáticos. Asimismo se ha decretado el confinamiento de once zonas residenciales en los alrededores del mercado y cerca de 140 personas están sometidas a cuarentena. Angel García informa

Empezamos con las frutas ecológicas de Ecosarga (Cocentaina, Alicante). Además, seguiremos conociendo iniciativas de restauración a domicilio gracias a la nueva aplicación de la guía gastronómica Macarfi. Y el vino de la semana nos llega de la DO Valddeorras: es el Cepas Vellas de la bodega Godeval, pioneros en la recuperación y revalorización de la variedad Godello.

La pandemia y el confinamiento han afectado a nuestra relación con la comida y, en muchos casos, hemos calmado un hambre emocional cuyos resultados ahora nos preocupan. Por otro lado, frente al virus, la correcta nutrición, será un aliado ejemplar. Reflexionamos sobre todo ello con la Dra. Clotilde Vázquez, jefa de servicio de Endocrino y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz, y Joselin Miranda, psicóloga sanitaria en CENTER Psicología Clínica.

Más de cuatro meses después del inicio de la epidemia de coronavirus y a pesar de que en Pekín el riesgo de contagio es bajo, no se levantan las restricciones y las autoridades toman medidas preventivas como intentar acabar con la tradición de comer del mismo plato cada uno con sus palillos. Pretenden que ahora se sirvan con usos palillos diferentes de los que se llevan a la boca.

¿Cuesta lo mismo comer un filete de ternera que uno de pollo o de pavo? Y no nos referimos al bolsillo del consumidor sino al del medio ambiente. Parece que no, y así se especifica en un novedoso medidor que acaba de estrenar la madrileña Universidad de Alcalá. Sirve para averiguar la contribución al cambio climático de numerosos productos de alimentación, prendas de ropa, o automóviles. Se trata del Observatorio de Huella de Carbono, y uno de sus principales ideadores, el catedrático de Geografía y también Ética Ambiental Emilio Chuvieco, nos introduce en todas sus posibilidades.

Y lo hace en un momento en el que la Comisión Europea acaba de manifestar a través de una estrategia sobre agricultura que el consumo excesivo de carne no es muy bueno, ni para la salud, ni para el aire que respiramos. Pero, ¿y para nuestra ética? Precisamente esa es una de las cuestiones en las que indaga el periodista y escritor Javier Morales en su libro El día que dejé de comer animales: el viaje personal hacia una decisión vital asentada en investigaciones y conversaciones con filósofos, literatos y comunicadores de esta y otras épocas.