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Las previsiones de los olivareros de Jaén no son para nada optimistas. Este año calculan que perderán más de la mitad de la cosecha que recogieron el año pasado y las condiciones no auguran un futuro más optimista, comprometiendo también la siguiente si persiste la sequía. En este contexto se reúne la mesa de la sequía para analizar la situación del campo. Francisco Elvira es propietario de un olivar en la provincia andaluza. Demanda apoyo y ayudas al sector y revisar los seguros.

Una vaca lechera bebe como mínimo unos 100 litros de agua al día. Con la sequía, la falta de agua es un problema más para algunos ganaderos que se sienten asfixiados. España consume mucha más leche de la que produce y esa producción está disminuyendo aún más por los altos costes que conlleva. En Las mañanas de RNELas mañanas de RNE conocemos cómo es la situación del sector con dos de sus protagonistas.

Paulino Badiola es dueño de la Ganadería Badiola, en Condres, Asturias, y veterinario. Nos explica los tiempos de producción de la leche, que las vacas tardan 2 años en producirla después del parto y que producen alrededor de 38 y 40 litros, dependiendo del nivel genético de la granja. Afirma que han estado pidiendo préstamos al banco desde casi principios de año y que la única opción que les queda es sacrificar a sus mejores vacas para producir carne ya que son "las únicas que tienen buen precio", entre los 2€ y los 5€ el kilo según su calidad. La producción de leche no cubre los costes de producción, que contemplan todo su mantenimiento.

Hace 20 años había unas 100.000 ganaderías en España. Hoy, bajan de las 11.000. "Se están cerrando todos los años de media un 5% de las explotaciones. La gente está arrojando la toalla", lamenta Paulino, que apunta a otros problemas añadidos: la falta de relevo generacional y la baja rentabilidad. "En este sector no se ha hecho rico nadie", y añade que además requiere de grandes inversiones. "La rentabilidad no llega al 3% en el mejor de los casos y [...] el 90% ganaderos sobrevive gracias a las subvenciones de la Política Agraria Común". Se une a la crítica Adoración Martín, responsable del sector lácteo de la Organización Unión de Uniones, de ganaderos y agricultores, y ganadera en Nava de Arévalo, en Ávila. Matiza que para ella la rentabilidad es "nula prácticamente" y que cada cabeza de ganado cuesta en torno a los 10.000€. Sobre si habrá escasez de suministro en los próximos meses, señala que "no quiero ser alarmista pero quiero pensar que sí".

"España es un país deficitario en leche" declara y añade que esto se viene sumando a otros problemas como las olas de calor, que estresan a las vacas y hacen reducir la producción. "En junio en Asturias ha bajado la producción un 6% con respecto al año anterior. Siempre suele bajar pero nunca ha bajado tanto", alerta Paulino y avisa de que también se ha reducido el número de vacas. También es un problema el precio de la luz, que necesitan para producir la leche pero también para almacenarla.

"La distribución está topando el precio", señala Paulino y Asunción les haceresponsables de esta situación. "El distribuidor no le paga al ganadero el precio que le tendría que pagar", dice, haciendo referencia a las grandes superficies que hacen de la leche un reclamo como Mercadona. "La ley de cadena alimentaria dice que no se puede producir a pérdidas, pero con leche se hace. Llevamos muchos años así" añade Paulino que sentencia que "o vamos de la mano la distribución, la industria, los ganaderos y el Gobierno ayuda, o esto se acaba".

Incrementa la demanda de la harina de algarroba por sus buenas propiedades y se disparan sus precios. La cosecha se ha adelantado por los robos en el campo de algarroba. En Por tres razones hablamos con Ismael Llavata, delegado de AVA ASAJA en la Pobla de Vallbona (Valencia). A él le han robado 300 kilogramos de algarroba. También nos vamos hasta La Biotika en el centro de Madrid, para probar algunas aplicaciones de la algarroba con Jesús Martín Calabuch, su propietario.

En el Valle Salado de Añana el principal aliado es el sol y las altas temperaturas, por eso las sucesivas olas de calor de este verano han llevando a proudcciones nunca vistas. Cuando en esta salina alavesa se sobrepasan los 32 grados, en la era se convierten en 49 grados, lo que hace que la sal se precipite muy rápido, se evapore y de este modo la producción sea muy alta.

Los responsables de esta salina han explicado al Telediario que el 20 de julio ya habían cosechado la misma cantidad de sal que durante todo el año pasado, incluso más. Han superado ya los 145.000 kilos de sal que asi que han decidido ralentizar la produccion por falta de espacio para almacenarla.

En el Valle de Añana no hay problemas con el agua. Los casi tres litros por segundo que da el manantial salado subterráneo pronto se evaporan y dejan libre gran cantidad de sal. Son manantiales muy profundos en los que no se aprecia la sequía. En la salina, los medidores de los geólogos  no han apreciado aún nada. Dicen que estas sequias, o las inundaciones, se notan dentro de 15 ó 20 años. Por ello en Añana hacen lo posible por mantener la calidad de su sal, muy apreciada por los grandes chefs.

En algunas zonas, el agua de los acuíferos es imprescindible para el consumo y en otras solo se hace uso de ese agua en situación de sequía. A día de hoy, se extrae un 25%, principalmente para la agricultura, el sector que más recursos hídricos consume en nuestro país. Pero un 40% de los que hay en España están en mal estado y la Unión Europea exige que antes de 2027, los acuíferos estén completamente recuperados. Los expertos coinciden en que es clave acabar con la sobreexplotación y la contaminación, muchas veces debido precisamente al sector agrícola. Reclaman además un cambio en el modelo de gestión de los mismos para garantizar su equilibrio. Para ello piden definir los flujos ecológicos: la cantidad máxima de agua que se puede extraer de ellos, y la capacidad mínima que tienen que tener. Informa Rosa Basteiro.

Los tres episodios de calor intenso de este verano han coincidido con momentos clave del proceso de maduración de la uva que está a punto de alcanzar los 12,5 grados de azúcar. Aunque llueva algo en los próximos días, en La Rioja no pueden esperar más para recoger. Creen que la producción bajará entre un 10 % y un 15 %. En total recogerán 20 millones de kilos de uva, dos de blanca y 18 de tinta.