Pimpinela revela en La Revuelta el motivo de sus "discusiones graves" y no tiene nada que ver con la música
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Seguro que has escuchado y cantado a gritos más de una de sus canciones en fiestas y karaokes, y seguramente sepas que Pimpinela son una de las parejas de hermanos más conocidas del mundo de la música. Pero quizá no tuvieras tan controlados algunos datos de su vida y su carrera como los que han explicado en su visita a La Revuelta, como que son hijos argentinos de padre asturiano y madre leonesa, que la formación humorística-musical Les Luthiers les pasó el contacto de su terapeuta para resolver algunos conflictos, o que algunos de sus peores enfrentamientos fraternales han venido provocados por la práctica de un deporte muy específico.
Después de 43 años cantando juntos, Lucía y Joaquín Galán, los hermanos Pimpinela, anuncian nueva gira por España, el país de origen de su familia, bajo el título “Noticias del amor”: un recorrido musical por los cambios y la evolución que han vivido los hombres y las mujeres y las relaciones amorosas a lo largo de estas últimas décadas.
Pimpinela se pican como hermanos
A sus 70 y 64 años respectivamente, Joaquín y Lucía Galán han mantenido una estrecha relación durante todas sus vidas, no solo por ser hermanos sino por ser, además, uno de los dúos fraternales más conocidos de la música en español, junto a los Estopa. Aunque Joaquín ha revelado en la pregunta sobre el dinero que ha ganado más por ser autor de las canciones y manager del grupo, no fue ese el motivo por el que tuvieron que recurrir a ayuda profesional para solucionar sus problemas. A lo largo de los 43 años que llevan juntos sobre los escenarios, “ha habido momentos de tensiones, de tener que resetearse charlando y con terapia profesional”, han explicado los hermanos. De hecho, han detallado en su conversación con David Broncano que fueron Les Luthiers quienes les pasaron el contacto de un terapeuta con el que habían hecho terapia de grupo, pero han reconocido que “duramos tres sesiones porque nos peleábamos más que antes y casi nos echa”.
Sin embargo, más allá de los roces del día a día, los Galán han confesado que han llegado a tener “discusiones graves” por una cuestión tan inesperada como divertida de imaginar: los partidos de ping pong. Aunque ambos juegan “bien, tipo japonés, bien fuerte”, Lucía ha reconocido que su hermano es superior porque ella no sabe golpear con efecto. “Es un tema complicado, no nos ponemos de acuerdo cuándo pasó la pelota, o cuándo tocó la red”, explicaban, por no hablar de cuando la pelota “pega en el pico de la mesa y el otro se hace el canchero. Es tremendo”. Ya solo queda verles dirimir sus diferencias sobre una mesa de ping pong y confirmar que les corresponde el nuevo nombre con el que han sido bautizados, Pingponela.
