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Rozalén, en 'Las Abogadas & Compañía': "Me siento menos libre porque me siento más juzgada"

  • Rozalén, la cantante que escribe sobre feminismo, salud mental, la memoria, es la invitada del tercer capítulo
  • Manuela, Cristina y Paca conversan con Rozalén sobre la censura y la protesta a través de la música
  • No te pierdas un nuevo episodio cada miércoles en RTVE Play
Abogadas y compañía - Episodio 3: De la canción protesta a las ‘influencers’

Rozalén, nacida en 1986, no vivió los años de represión, pero su música está profundamente conectada con la historia de quienes sí lo hicieron. "Mucha de la historia que no me contaron nunca en el colegio la descubrí a través de las canciones". En sus letras hay feminismo, memoria histórica, salud mental y denuncia social. Una forma de activismo que, según cuenta, le ha traído también consecuencias.

En el tercer episodio de Las Abogadas & Compañía, la cultura se convierte en el eje central de la conversación. Manuela Carmena, Cristina Almeida y Paca Sauquillo viajan al pasado para recordar cómo, durante la dictadura franquista, las canciones, los libros y el cine fueron herramientas de resistencia y conocimiento. En esta ocasión, las acompaña una invitada especial: la cantautora Rozalén.

Rozalén, en 'Las Abogadas & Compañía':

Rozalén, en 'Las Abogadas & Compañía': "Me siento menos libre porque me siento más juzgada"

Una herencia de lucha cultural

Las abogadas veteranas rememoran cómo las canciones de autores como Raimon, Aute o Paco Ibáñez eran un soplo de libertad. Recuerdan los conciertos clandestinos, las redadas policiales, las letras prohibidas que se compartían de boca en boca. “Yo me acuerdo del concierto de Raimon en el 68. Fue un antes y un después”, cuenta Paca. “Había pancartas que decían ‘Viva la República’, y aquello parecía otro mundo. Un mundo de libertad”.

En medio de estas memorias, Rozalén aporta la mirada de una generación que heredó ese legado musical y lo ha transformado. Reconoce que su inspiración viene de esas voces silenciadas. “Yo no hubiera escrito La Puerta Violeta si no hubiera escuchado antes a Cecilia o a Maritrini. Eran mujeres muy valientes”.

Cultura como refugio y denuncia

Durante el episodio, Carmena, Almeida y Sauquillo también rememoran la brutal censura franquista: desde artículos eliminados en revistas como Triunfo, hasta escenas cortadas en películas y libros prohibidos. “Yo tuve que quemar un libro en la calefacción de mi casa”, cuenta Carmena. “Era un libro sin el nihil obstat, y el confesor me aconsejó que lo destruyera”.

Recordaron también cómo el cine de Berlanga —Plácido, El Verdugo, Bienvenido Mr. Marshall— logró, desde el humor, retratar la situación del país y burlar parcialmente la censura. Incluso intentaron impedir que Berlanga fuera premiado internacionalmente.

En ese contexto, la cultura se convirtió en un acto de valentía. “Los artistas jugaron un papel muy importante”, afirma Cristina Almeida. Se menciona a figuras como Lina Morgan, que ayudaba económicamente a presos políticos, o la huelga de actores de 1975, que paralizó teatros y sacudió conciencias. "Concha Velasco, Juan Diego, Ana Belén, incluso Lola Flores… Todos pararon. Y fue una explosión. La gente que iba al teatro se dio cuenta de que aquello también era política", añade Paca Sauquillo.

"Y qué te van a poner, ¿un tuit? A Víctor y a mí nos pusieron dos bombas"

Rozalén reflexiona sobre las repercusiones de hablar sobre temas comprometidos y cómo, a pesar de la censura y los peligros, el arte siempre ha sido una herramienta de resistencia. En una conversación con Ana Belén, la cantautora recuerda los miedos que sintió antes de lanzar ciertas canciones, especialmente aquellas que tocaban temas tan delicados como la Guerra Civil o el legado de los desaparecidos.

La cantante cuenta la anécdota de cuando Ana Belén, al escuchar sus preocupaciones, le respondió: "¿Y qué te van a poner, un tuit? A Víctor y a mí nos pusieron dos bombas". En este contexto, a Rozalén también le preguntan si considera que actualmente vivimos un momento de censura. Su respuesta es clara: “Eso está pasando. Yo, por ejemplo, me siento libre a la hora de componer, pero me siento menos libre porque me siento más juzgada por las redes sociales”.

Reconoce que las plataformas digitales tienen aspectos positivos, pero también subraya cómo su lado oscuro puede ser limitante: “La parte negativa a mí me cohíbe”. Se cuestiona hasta qué punto los algoritmos realmente permiten la libertad de expresión. Menciona que cuando publica algo relacionado con el Sáhara o Palestina apenas obtiene visibilidad, mientras que una foto de su gato recibe miles de interacciones. “Esto es una forma de censura”, concluye, señalando cómo lo que no se prohíbe abiertamente puede silenciarse de forma más sutil, pero igual de efectiva.

Las Abogadas & Compañía, ya disponible en RTVE Play

Cristina, Manuela y Paca coinciden en que la cultura fue, y sigue siendo, una herramienta para despertar conciencias. Las Abogadas & Compañía, conducido por Inés Hernand, se ha convertido en un espacio donde pasado y presente se dan la mano. En este tercer capítulo, queda claro que la música, ayer y hoy, sigue siendo un acto político. Y que, como dice Rozalén, “somos también lo que escuchamos”.