Judit Neddermann: "La música es curativa porque es liberadora"
- La cantante Judit Neddermann presenta en Mañana más su primer disco junto al guitarrista Pau Figueras
- Cuenta con 10 canciones originales en 4 idiomas distintos y colaboraciones tan destacadas como la de Joan Manuel Serrat
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Lo arriesgado no era que sacaran un disco juntos. Eso ya lo hacían antes, sin hacerlo. Judit Neddermann (Vilassar de Mar, 1991) y Pau Figueres (Barcelona, 1989) llevan casi una década colaborando en giras, escenarios y álbumes. Ella, una de las voces más reconocidas y queridas de la música en catalán. Él, guitarrista flamenco virtuoso y habitual en la banda de Alejandro Sanz. Talento más talento es igual a más talento. Voz y guitarra, guitarra y voz, el resultado es el mismo. El orden de los factores no altera el producto. Pero a veces lo eleva. Así que no, lo valiente no era colaborar.
Lo osado, sobre todo por los tiempos que corren en la industria, era lanzar un proyecto sin adornos. Sin disfraz. Una voz y una guitarra. Nada más, pero tampoco nada menos. Sin efectos, sin capas, sin artificios. Solo lo justo y necesario para que todo suene y para que nada se tape.
"La intención del disco, Judit Nedderman & Pau Figueres, era llenarlo de este modo", explica la artista en los micrófonos de Mañana más de RNE. "Como dice Pau, guitarra y voz es una formación natural e hiper ancestral. En este caso, además, el mérito de no echar en falta más cosas es suyo porque vive la guitarra como un instrumento de percusión. Su ritmo, su entresijo… es tan completo que te ahorras el percusionista y el bajista", añade.
Al final, cuando la música se desnuda, suena más verdad. "A lo largo de los años he intentado aprender a llenar no necesariamente con información, sino energéticamente, cantando", confiesa Neddermann. Porque el disco se escucha en 4 idiomas distintos —catalán, castellano, portugués y francés—, pero en realidad no necesita traducción. Lo entiende el alma. Lo habla el cuerpo.
Temas como "Canción que me cura", compuesta "en Ciudad de México a las cuatro de la mañana con un jet lag increíble", lo demuestran. "La tenía en la cabeza, salió sola y tan rápido que pensé: esto ya debe existir", señala la catalana que con sus estrofas y melodías convierte el insomnio en acompañamiento, el acompañamiento en calma y la calma en consuelo. Construye refugio.
Uno de esos a los que siempre es seguro regresar. Uno de esos, además, a los que puedes volver solo o con gente. Por la mañana o por la noche. Con lluvia o con sol. "Cantar "Canción que me cura" realmente me ayuda y espero que a quienes la escuchen también les den ganas de cantarla cuando se sienta mal. Deseo que les sirva de ayuda", confiesa Neddermann.
"Vinc d’un poble": la colaboración con Joan Manuel Serrat
Como a ella le sigue ayudando —y le ayudó en su día— el arte de Joan Manuel Serrat. "Colaborar con él fue una masterclass" , resalta una Judit Neddermann a la que, al igual que aquel día en el que le abrió la puerta del estudio al Premio Princesa de Asturias de las Artes 2024, aún le faltan las palabras exactas para describir al cantautor.
Porque no fue solo una artista dando la bienvenida a un mito: fue una aprendiz recibiendo a su referente. Y es que si hay alguien capaz de lograr que los silencios canten y signifiquen, si hay un experto en rellenar huecos, ese es el intérprete de "Mediterráneo". "Estaba muy alborotada y fue él el que me calmó. Me dijo "siéntate"", recuerda la cantante. Y la música hizo el resto. Como siempre.
"Escuchó la canción, entró y cantó. No sé explicarlo. Oír la melodía en su voz, ver su entrega, su forma de estar… fue una sensación de decir: se puede llegar ahí"", cuenta Neddermann. "Fue disfrutar de un maestro en directo y encima con una canción —"Vinc d’un poble"— que escribí inspirándome en sus piezas. Impresionante. Un regalo", concluye.
